Si os preguntasen cuál fue el último Imperio francés, posiblemente vuestra contestación sería el Imperio napoleónico del gran Napoleón Bonaparte. Tal respuesta es comprensible, pues el desempeño y los grandes hitos realizados por el Pequeño Cabo (le Petit Caporal) fueron, sin duda, inigualables.
Sin embargo, ¿sabías que hubo un Segundo Imperio francés? No fueron uno, sino dos Napoleones los que serían emperadores de Francia.
A continuación os presentamos la historia tanto de Luis Napoleón Bonaparte, quien fuese sobrino del gran Napoleón I, como del Segundo Imperio francés.
¿Cuándo comenzó el Segundo Imperio francés?
La proclamación del Segundo Imperio francés sería en primer lugar aprobada por el Senado francés el 7 de noviembre de 1852.
Dos semanas más tarde, dicha proclamación sería ratificada mediante un plebiscito o referéndum popular, en el cual se le consultó a la población masculina francesa si deseaba que Carlos Luis Napoleón Bonaparte se convirtiese en su emperador.
Así pues, el 2 de diciembre de 1852 el Segundo Imperio francés sería proclamado de manera oficial, asumiendo su liderazgo Carlos Luis Napoleón Bonaparte bajo el nombre imperial de Napoleón III. Honraba de esta manera a su tío paterno, Napoleón I (es decir, Napoleón Bonaparte).
¿Cuándo terminó el Segundo Imperio francés?
El Segundo Imperio francés llegó a su fin con la captura de Napoleón III y la posterior abdicación del mismo luego de la estrepitosa derrota que sufriría el ejército imperial francés en la batalla de Sedán, algo que aconteció entre el 1 y el 3 de septiembre de 1870.
Esta contienda enfrentó a los franceses contra la Confederación Alemana del Norte y sus aliados (Prusia, Baden, Baviera y Wurtemberg), y supuso el posterior sitio de París por parte de estos últimos (que tuvo lugar entre el 19 de septiembre de 1870 y el 28 de enero de 1871).
Causas y origen del Segundo Imperio francés
Desde la caída del Primer Imperio francés (1815) hasta la caída de la dinastía borbónica (1830)
Si se desean exponer las causas y el origen del Segundo Imperio francés, se debe tomar como punto de partida la caída del Primer Imperio francés y el exilio de Napoleón Bonaparte en la isla de Santa Elena tras su estrepitosa derrota en la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815.
Ello traería como consecuencia el resurgir de la monarquía borbónica luego de que el Congreso de Viena así lo decidiera. Luis XVIII sería quien asumiese el poder desde entonces.
En cuanto a su gobierno (8 de julio de 1815 – 8 de julio de 1824), Luis XVIII optaría por una política más conciliadora, estableciendo para ello una monarquía constitucional (tal vez debido a que era consciente de todas las tensiones heredadas de los conflictos en contra del Antiguo Régimen desde la Revolución francesa de 1789).
El reinado de Luis XVIII llegaría a su fin, convirtiéndose Carlos X, quien fuese hermano de su predecesor, en nuevo rey de los franceses.
A diferencia de su hermano, Carlos X optaría por una política mucho más conservadora y autoritaria, pues le daría un mayor poder a la Iglesia católica, restringiría la libertad de prensa y, además, se dedicaría a indemnizar a todos los nobles afectados desde el inicio de la Revolución francesa.
Las políticas de Carlos X le hicieron merecedor de la antipatía de los franceses. Así pues, entre el 26 y el 29 de julio de 1830 estallaría una nueva revolución en Francia, y con ella llegaría el fin de la dinastía borbónica en Francia.
Desde la caída de la dinastía borbónica (1830) hasta el inicio de la Segunda República francesa (1848)
Con la caída de la dinastía borbónica tras los acontecimientos de la Revolución de 1830, se instauraría una nueva monarquía en Francia, conocida como la Monarquía de Julio. Esta estaría representada por el rey Luis Felipe I, quien pertenecía a la dinastía de Orleans.
Durante el mandato de Luis Felipe I, Francia iniciaría su proceso de industrialización y comenzaría a desarrollar una banca más fuerte.
Pese a ello, el malestar republicano se hacía notar por toda Francia a través de disturbios esporádicos, debido a la no existencia del sufragio universal y de la poca participación del pueblo en las decisiones políticas del país.
Así pues, en 1848 estallaría una nueva revolución en Francia, la cual estaría dentro del contexto de la Primavera de los Pueblos en Europa Central. Debido a esto, Luis Felipe I se ve obligado a abdicar al trono.
Esto representó el fin de la era monárquica y el inicio de un segundo intento de implantar una república en Francia. El inicio de la nueva era del republicanismo francés vendría de la mano de Carlos Luis Napoleón Bonaparte, quien resultaría electo como presidente de la nueva República francesa luego de que se instaurase el sufragio universal masculino en dicho país.
Desde la Segunda República francesa (1848) hasta la proclamación del Segundo Imperio francés (1852)
Segunda República francesa (20 de diciembre de 1848 – 2 de diciembre de 1852)
Carlos Luis Napoleón Bonaparte era hijo de Luis Bonaparte, hermano de Napoleón Bonaparte y a quien este había proclamado como rey de Holanda durante el auge del Primer Imperio francés.
Asimismo, Luis Napoleón era el único heredero legítimo de los derechos dinásticos de los Bonaparte al momento de asumir como presidente de Francia, pues Napoleón II, hijo de Napoleón I y Maria Luisa de Austria, había muerto de tuberculosis en 1832.
A sabiendas del peso histórico que recaía sobre él debido a ser el heredero legítimo de Napoleón I, Luis Napoleón optaría por la demagogia como estrategia principal, pues así se ganaría el beneplácito del pueblo francés, un beneplácito que cobraría como deuda años más tarde.
Así pues, durante los primeros años de su mandato, Luis Napoleón aboliría la esclavitud en las colonias francesas, abogaría por la instauración de los derechos del trabajador e instalaría los talleres nacionales con la finalidad de estimular la economía francesa y generar más puestos de trabajo para la clase obrera de Francia.
El plan de Carlos Luis Napoleón Bonaparte
La aparente benevolencia y espíritu democrático de Luis Napoleón llegaría a su fin en 1851. Ello fue así porque se percató de que su mandato presidencial terminaría dentro de poco y de que, además, no podría optar a la reelección debido a que estaba prohibido en la constitución de la Segunda República francesa.
Luis Napoleón daría un golpe de Estado el 2 de diciembre de 1851, neutralizando a sus opositores y disolviendo el parlamento francés (poder legislativo), pues este último se había negado a modificar la constitución y concederle la reelección.
El plan de Luis Napoleón llegaría a su punto de clímax a finales de noviembre del año 1852, con un plebiscito en el que sería aprobado la proclamación del Segundo Imperio francés bajo el mandato de Luis Napoleón, quien asumiría el nombre de Napoleón III para su faceta imperial.
¿Por qué los franceses aprobaron el plebiscito de Luis Napoleón?
Parece contradictorio pensar que los franceses aprobaran la instauración de un nuevo Imperio que, a efectos prácticos, sería una monarquía luego de haber luchado contra el absolutismo del Antiguo Régimen durante la Revolución francesa de finales del siglo XVIII.
Sin embargo, para los franceses la figura de Napoleón Bonaparte era motivo de orgullo y, por tanto, siendo Napoleón III sobrino de este, resulta comprensible pensar que los franceses hubieran aprobado la instauración de su imperio, pues quizás pensaban que este nuevo imperio podría lograr lo que el Primer Imperio francés no pudo.
Etapas del Segundo Imperio francés
El imperio autoritario (1852 – 1860)
Napoleón III gobernaría durante sus primeros años sin oposición alguna, contando además con el beneplácito del ejército, la burguesía y el clero de la Iglesia católica.
Con el paso de los años, Napoleón III comenzaría a aumentar el nivel de su autoritarismo sociopolítico, tanto en su política interna como externa (aunque sería bastante liberal en lo económico).
Lo antes planteado se vería reflejado en el control policial absoluto, la censura de la prensa, el repunte económico de Francia y la modernización de la ciudad de París.
El imperio liberal (1860 – 1868)
Napoleón III perdería el apoyo de la burguesía y de la Iglesia. En el caso específico del clero, sucedería después de que apoyase la Unificación italiana en contra del Reino de Austria. Por tal motivo, se vio forzado a buscar en los sectores de izquierda el apoyo que había perdido en otros sectores de la sociedad.
Durante esta etapa del Segundo Imperio francés, Napoleón III concedería importantes reformas a los sectores de izquierdas, como el derecho de iniciativa del parlamento (1860), el control de presupuestos por parte de las Cámaras (1861) y el derecho de asociación y huelga (1864).
En 1867, luego del estrepitoso fracaso ocurrido tras la intervención en México y el intento de instauración de una monarquía como Estado cliente de Francia, Napoleón III afrontaría una severa crisis económica y social.
Así pues, este se vería forzado a conceder al Cuerpo Legislativo el derecho de interpelación y responsabilidad ministerial ante las Cámaras y, además, disminuiría en gran medida su autoritarismo, suavizando las leyes de prensa y censura de la libertad de expresión.
El imperio parlamentario (1868 – 1870)
Ya en 1869, los sectores opuestos a Napoleón III se habían fortalecido enormemente. Estos modificarían la Constitución, dando más poder al parlamentarismo y limitando las facultades constitucionales de Napoleón III en el proceso.
Todo ello de la mano del pueblo francés, el cual aprobó tales mociones en un plebiscito celebrado en mayo de 1870. Si bien los opositores internos de Napoleón III no fueron los encargados de dar el golpe de gracia al mismo, su participación y rol protagónico fue de suma importancia para lograr tal hazaña.
Caída del Segundo Imperio francés
Luego de que el 19 de julio de 1870 explotase la guerra entre Napoleón III y el Reino de Prusia de Guillermo I como consecuencia de la manipulación hecha por el Canciller de Hierro Otto von Bismarck al Telegrama de Ems, el Segundo Imperio francés comenzaría a desmoronarse.
Un Napoleón III que había confiado ciegamente en el poderío de su ejército, sería definitivamente derrotado por el Reino de Prusia y la Confederación Alemana del Norte tras la batalla de Sedán, a inicios del mes de septiembre de 1870.
El emperador Napoleón III se rendiría, sería capturado y, finalmente, abdicaría al trono de Francia. De esta manera, el Segundo Imperio francés llegaría a su fin, y con él todo rastro de monarquía e imperialismo en Francia.
Características del Segundo Imperio francés
Política interna
Como buen emperador, Napoleón III comenzaría su reinado con el beneplácito del pueblo francés. Mediante reformas y posturas sociopolíticas, conseguiría el apoyo tanto del ejército como de la burguesía y el clero.
Sin embargo, al igual que durante su faceta republicana, comenzaría a aumentar paulatinamente su autoritarismo, censurando cada vez más la libertad de prensa y expresión.
Durante la etapa liberal del Segundo Imperio francés (entendiendo por liberal la antigua izquierda social surgida tras la Revolución francesa de 1789), Napoleón III implementó importantes reformas en el sector social, como, por ejemplo, el derecho a la asociación y huelga.
Política externa
Si bien Napoleón III era consciente de que no poseía, ni de cerca, el liderazgo y el apoyo militar con el que contó su tío, Napoleón I, se dedicaría a expandir su imperio de manera discreta pero eficaz.
Durante sus primeros años, Napoleón III continuó la conquista de Argelia, se expandió por los actuales Senegal y Gabón, en África, adquirió la Nueva Caledonia, en Oceanía, y la Conchinchina, en la parte sur de Vietnam, en Asia.
Asimismo, convertiría a Camboya en un protectorado francés en 1863. Para aquel entonces, Napoleón III ya poseía territorios en los cinco grandes continentes.
En cuanto respecta a la política externa en el continente europeo, Napoleón III había intentado erigir nuevamente a Francia como una potencia pujante. Para ello, se involucró en la guerra de Crimea (1853 – 1856), mostraría su apoyo a la Unificación italiana en contra de Austria y, además, apoyaría a Reino Unido durante la segunda guerra del opio (1856 – 1860).
En América, Napoleón III también intervendría, especialmente en México, luego de que el gobierno de Benito Juárez anunciara la suspensión de pagos de la deuda externa.
Este tomaría la osadía del gobierno mexicano como la excusa perfecta para invadir dicho país e intentar establecer en México una monarquía que fuese un Estado cliente de Francia. No obstante, dicho proyecto fracasaría y, en 1867, Napoleón III se vería obligado a retirar sus tropas de México.
Materia económica
El Segundo Imperio francés abogaba abiertamente por el capitalismo moderno y el libre comercio (Laissez Faire) como método principal para el crecimiento económico de Francia, lo cual traería consigo un importante auge de la economía francesa durante la primera década de mandato de Napoleón III (1852 – 1862).
Napoleón III se rodearía de los mejores economistas y técnicos franceses del movimiento sansimoniano y liberal, como, por ejemplo, Barthélemy Prosper Enfantin, Michel Chevalier, Emile Pereira e Isaac Pereira, y, por tanto, aplicaría sin dudar la doctrina de Saint-Simon durante su mandato imperial.
Asimismo, Napoleón III acogería sin rechistar a la Revolución Industrial, y dotaría a Francia de mayor infraestructura y urbanismo. Por si fuera poco, fortalecería aún más la economía del país a través de la creación de la Banca Hipotecaria, en 1852, la Sociedad General de Crédito Industrial y Comercial, en 1859, y la Credit Lyonnais, en 1863.
Consecuencias del Segundo Imperio francés
Estas son algunas de las consecuencias derivadas del Segundo Imperio francés:
Modernización de muchas ciudades francesas
Esto sucedió de manera especial en la ciudad de París, la cual obtuvo grandes obras de infraestructura y múltiples mejoras en el aspecto sanitario, para lo cual se construiría una extensa red de alcantarillados y acueductos con el fin de abastecer a la ciudad con agua potable.
Asimismo, se iluminaron las calles con lámparas de gas, se mejoró el mobiliario urbano y las zonas verdes en parques de la ciudad y la periferia.
Fortalecimiento de la economía francesa
Ello fue así gracias a la expansión monetaria y a la estimulación de los negocios derivada de los descubrimientos de oro en California y Australia.
Asimismo, la creación de la red de bancos de negocios permitió atraer el dinero de los pequeños ahorradores y fortalecer aún más la economía francesa.
Aumento de la red de ferrocarriles
La red de ferrocarriles pasó de 3.000 kilómetros, en 1850, a 17.500 kilómetros, en 1870.
Nacimiento de la Tercera República francesa
Se proclamó el 4 de septiembre de 1870.
Periodo de paz en Europa
La derrota de Napoleón III en la batalla de Sedán contra la Confederación Alemana del Norte y sus aliados (guerra franco-prusiana) traería consigo un periodo de paz y relativa calma al continente europeo
Referencias:
- El 2do Imperio francés en 10 minutos (resumen). El Mapa de Sebas.
- Segundo Imperio francés. Wikipedia.
- Napoleón III Bonaparte. Wikipedia.
- Luis XVIII de Francia. Wikipedia.
- Segundo Imperio francés. Lifeder.
- Sitio de París (1870-1871). Wikipedia.
- Batalla de Sedán. Wikipedia.
- Revolución de 1830. Wikipedia.
- Guerra franco-prusiana. Wikipedia.