El siglo XIX sería el punto de inflexión de nuestra historia a partir del cual una lluvia de invenciones inundarían a Europa y a la incipiente América que recién comenzaba a emanciparse. Bajo este contexto, en 1802 surge, en Inglaterra, el primer modelo de ferrocarril a vapor. Un invento que sentaría un precedente sin igual en los antiguos sistemas de transporte.
Así pues, es la intención de este artículo exponer con sumo detalle las respuestas a las preguntas más comunes que se relacionan con la invención del ferrocarril: quién lo inventó, cuándo se inventó, cuáles fueron sus antecedentes, en qué contexto histórico surgió y cómo influyo su invención en la historia.
¿Quién inventó el ferrocarril?
El inventor del ferrocarril fue Richard Trevithick.
¿Cuándo y dónde se inventó el ferrocarril?
El primer modelo de ferrocarril fue creado por el inventor e ingeniero inglés Richard Trevithick en el año 1802, en Inglaterra.
Antecedentes del ferrocarril
Al igual que la mayoría de inventos modernos y contemporáneos, el ferrocarril no fue un invento inédito stricto sensu. Sí, el modelo de locomotora que empleaba una máquina de vapor como fuerza motriz, a quien Richard Trevithick dio vida en 1802, fue el primer modelo de ferrocarril funcional. Sin embargo, ya en la antigua Grecia se empleaba el concepto de ferrocarril, aunque de forma primitiva.
El diolkos griego
Ante la problemática que enfrentaban los barcos al intentar cruzar el estrecho de Corinto, en el siglo VI a. C. los griegos darían vida al diolkos, el antecedente más antiguo del ferrocarril.
Este prototipo primitivo del ferrocarril consistía en un vagón o carromato enorme cuyas ruedas circulaban por surcos que habían sido cavados previamente en caminos de piedra.
James Watt y la máquina de vapor
Entre los años 1763 y 1775, con el apoyo de Matthew Boulton, James Watt desarrollaría la que sería la primera máquina de vapor práctica de la historia.
Si bien, en un sentido estricto, James Watt no fue el inventor absoluto de la máquina de vapor, su diseño, en contraste con las máquinas anteriores, era mucho más eficiente y, por tanto, su producción, más tentadora para los empresarios.
La minería y el uso de vagones
A inicios de la Edad Moderna, el concepto de ferrocarril se encontraba en Europa ya relativamente avanzado en contraste con su uso primitivo en la antigua Grecia.
En el sector minero, usualmente, vagones que se desplazaban por raíles de madera eran empleados como medio de transporte de las pesadas cargas de minerales. Sin embargo, dada la naturaleza de los minerales, los raíles de madera solían colapsar ante el gran peso de las cargas.
En este sentido, el ferrocarril surgiría, en primera instancia, como una máquina enfocada principalmente a aumentar la productividad del sector minero, específicamente la productividad de las minas de carbón en Inglaterra.
Tal vez su creador, Richard Trevithick, ignoraba cómo estás maquinas revolucionarían a la incipiente industria del transporte terrestre.
Origen y evolución del ferrocarril
El origen y los inicios del ferrocarril
La aparición de la máquina de vapor de James Watt en 1769 marcó un punto de inflexión en la historia de Inglaterra y, al mismo tiempo, la convirtió en la cuna de una de las más grandes revoluciones tecnológicas de la historia de la humanidad: la Primera Revolución Industrial.
Para el momento de la aparición de la máquina de vapor de Watt, ya se hacía uso de railes de hierro, traviesas de madera y vagones tirados por caballos en Inglaterra.
Sin embargo, las limitaciones inherentes a dicho método de transporte, aunado a la gran potencia y eficacia de la ya mencionada máquina de vapor, sentarían las bases para el surgimiento del ferrocarril.
Así, en 1802, el inventor e ingeniero inglés Richard Trevithick construiría en las fundiciones y forjas de Coalbrookdale, Inglaterra, el primer modelo de locomotora a vapor de la historia.
Dos años más tarde, en 1804, la locomotora de vapor de Richard Trevithick recibiría su primer uso práctico; su destino, las minas inglesas de carbón de piedra, en Gales del Sur.
En las minas de Gales del Sur se había construido un tendido de raíles de hierro colado sobre el cual avanzaría la locomotora de vapor de Trevithick. No obstante, este primer prototipo aún era muy pesado y los raíles no soportaban su peso, por lo que su uso sería descartado.
Blücheren, The Rocket y los Stephenson
Durante la primera década del siglo XIX, el concepto de ferrocarril como medio de transporte comenzaba a recorrer las calles de Inglaterra. Ante ello, una terrible oposición por parte de la prensa, reconocidos intelectuales europeos y, por supuesto, la opinión pública se erigiría como el más grande obstáculo que deberían enfrentar los potenciales inventores del ferrocarril.
A pesar de la opinión pública, George Stephenson continuó el desarrollo de su locomotora, la Blücheren, y, en 1815, consiguió terminarla. Ese mismo año, puso a prueba su invento en la mina Killingworth, situada en el condado de Northumberland, Inglaterra, donde esta fue capaz de arrastrar ocho vagones con cargas que podían alcanzar hasta 30 toneladas a una velocidad de siete kilómetros por hora.
La Blücheren de George Stephenson había marcado el inicio de la era del ferrocarril, por lo que no pasaría mucho tiempo para que esta fuera reemplazada por prototipos más rápidos, ligeros y eficientes en términos generales.
En octubre de 1829, distintas versiones de locomotoras serían puestas a prueba en las Pruebas de Rainhill. Aquel día, The Rocket, la locomotora de George Stephenson y su hijo, Robert Stephenson, sería la única en completar la prueba, por lo que sería declarada la vencedora.
La victoria de los Stephenson en Rainhill les otorgó el privilegio de construir todas las locomotoras que fuesen necesarias para el desarrollo del Ferrocarril de Liverpool y Mánchester (FL&M) y convirtió a Robert Stephenson and Company en una de las compañías inglesas más exitosas de la época.
La consagración del ferrocarril como método de transporte
El 15 de septiembre de 1830, el Ferrocarril de Liverpool y Mánchester fue inaugurado, convirtiéndose en la primera línea de pasajeros de la historia.
A esta línea ferroviaria le seguirían otras, como la línea Londres-Wolverton, en Inglaterra, y la línea Lieja-Namour, en Bélgica. En esta última se pondría a prueba por primera vez la locomotora de Thomas Russell Crampton, la 6-2-0 Liverpool, la cual estableció un nuevo récord de velocidad máxima al alcanzar los 127 km/h.
Con el pasar de los años, las líneas ferroviarias se extenderían por gran parte de Europa y América (de hecho, su desarrollo en los Estados Unidos había ocurrido casi en paralelo al desarrollo de las mismas en Inglaterra), añadiéndose nuevas mejoras, como, por ejemplo, iluminación con lámparas de gas, en 1858, y la aplicación del concepto del vagón restaurante, en 1863. Este mismo año se inauguraría, en Londres, el primer ferrocarril subterráneo.
En 1881, gracias al ingenio de Werner von Siemens, los ferrocarriles darían un enorme salto cualitativo al prescindir de las locomotoras de vapor como fuerza motriz y optar por la electricidad; alternativa motriz a la que se irían acoplando las principales compañías ferroviarias desde entonces y que, actualmente, se erige como la más popular y eficiente de todas.
Importancia del ferrocarril
Al exponer y listar las principales contribuciones que determinada invención ha otorgado a nuestra historia, somos capaces de comprender la importancia real de las mismas, al mismo tiempo que somos conscientes de cuán fusionado se encuentran en las civilizaciones de hoy en día y qué tan imprescindible es su uso actualmente.
Partiendo de la premisa anterior, se expondrán algunas de las consecuencias positivas que trajo consigo la invención y el continuo desarrollo de los ferrocarriles al mundo contemporáneo:
Es un medio de transporte ecológico
En contraste con el alto nivel de emisión de gases de efecto invernadero que emiten los vehículos por carretera, el nivel de emisión de gases de efecto invernadero de los ferrocarriles es ínfimo; de hecho, en la Unión Europea alcanza tan sólo un 1% en comparación al 70% que alcanzan los vehículos por carretera.
Es un medio de transporte económico
El ferrocarril, por metros cuadrados de vehículo, plazas o toneladas brutas, es el método de transporte público que tiene el menor consumo energético de todos; no consume neumáticos, ni tampoco hidrocarburos como combustibles y el mantenimiento de las vías es, en todo momento, más económico que el de las carreteras.
Es un medio de transporte seguro
Según los responsables del Parlamento Europeo, el ferrocarril es el método de transporte que asegura un menor número de pérdidas por accidentes, ya sean tanto humanas como económicas, en comparación a otros métodos de transporte.
Está exento de atascos de tráfico y similares
No hay mucho que desarrollar sobre este punto: el ferrocarril no sólo es veloz, seguro, ecológico y económico, sino que está libre de las turbulencias del aire, de las tormentas del mar abierto y de los atascos de tráfico de las autopistas, avenidas y carreteras.
Favorece el intercambio cultural
El ferrocarril es el método de transporte más asequible y eficiente en cuanto a viajes interestatales e, incluso, internacionales respecta. Esto favorece las relaciones comerciales, así como el intercambio cultural y el turismo.
Referencias:
- Historia del tren – Inventor y evolución. Curiosfera.
- Historia del ferrocarril. Historiando.
- Máquina de vapor de Watt. Wikipedia.
- Pruebas de Rainhill. Wikipedia.
- The Rocket. Wikipedia.
- Robert Stephenson and Company. Wikipedia.
- Locomotora eléctrica. Wikipedia.
- Siete razones para utilizar más el tren. Consumer.
Me interesa contactar organizaciones o grupo de raifans en cualquier parte del mundo, con la intención de presentarles propuestas de acercamiento a la ferrovida en Colombia, apelando a un turismo responsable y sostenible.
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HOLA saludos al amigo LUIS FELIPE ULLOA- espero escuchar su concepto sobre su conocimiento su actitud como lo anuncia en este mensaje sobre FERROVIAS perdon FERROVIDA en COLOMBIA GRACIAS por respuesta y estamos attentos ORLANDO MANTILLA TORRES- BOGOTA COLOMBIA- 26/06/24