El Mesolítico, también conocido como Edad Media de la Piedra, arranca en el año 10.000 a.C. y termina en el año 7000 a.C. (los historiadores no se ponen de acuerdo con las fechas, pues varían según el continente del que hablemos). Es un período posterior al Paleolítico y se integra dentro de la prehistoria.
Características del Mesolítico
Aunque los humanos continúan siendo nómadas, establecen asentamientos durante el invierno y el verano. De hecho, se tiene constancia de que algunas culturas vivieron de una forma más sedentaria al encontrar recursos suficientes para subsistir.
Así, levantaban chozas en la orilla de los ríos, y fabricaban trineos y canoas con la ayuda de cortezas de árboles y pieles de animales.
Dado que concluye la etapa glacial, el clima se vuelve más templado y esto permite un incremento en el número de praderas y luego bosques (aunque también propició que se inundaran numerosas zonas costeras).
Por supuesto, esto afecta a la fauna del planeta. Los grandes animales que poblaban las tierras del Paleolítico comienzan a extinguirse (aunque ello también se debe en parte a la caza indiscriminada que practica el hombre).
Los bisontes se desplazan hacia latitudes situadas más al norte, mientras que empiezan a proliferar criaturas forestales (es el caso de los jabalíes o de los ciervos).
Surgen los microlitos, es decir, pequeños utensilios que se emplean para las nuevas formas de consumo (abrir moluscos, por ejemplo). Esto también es visible en la evolución de las puntas de las flechas, cuyas formas son mucho más variadas que en épocas anteriores.
Dado que resultaba más difícil cazar animales, el ser humano tuvo que aprender a alimentarse de otras formas. Así, comía carne de mamíferos más pequeños y de pájaros, por no mencionar que se incrementó la recolección de raíces y frutos o que se consumían caracoles y conchas.
Se observan las primeras formas de agricultura y ganadería. Son muy básicas, cierto, pero nacen debido al incremento de vegetales y frutas. Además, los asentamientos temporales favorecen la convivencia con animales.
En el arte predomina lo abstracto y lo geométrico, estando su significado asociado a un contenido mágico o simbólico. No obstante, también se encuentran pinturas que representan escenas en movimiento, bien sean de caza, lucha o danza.
Recordad que al concluir este período empieza lo que conocemos como el Neolítico.