Absolutismo

Existen distintos sistemas políticos y de gobierno donde el poder se divide de varias maneras. A lo largo de la historia, estos se han ido desarrollando y evolucionando en otros con mayor representación de la sociedad o con leyes que rigen a la población sin importar de quién se trate.

Uno de estos sistemas, por el contrario, era el absolutismo, donde el poder se concentraba en una figura que podía ejercer o regir sin rendir cuentas. Este sistema empleado durante siglos concentró el poder en los monarcas y caracterizó la época del Antiguo Régimen.

Definición de absolutismo

Como absolutismo se denomina a un régimen o sistema político e ideológico en el cual el poder reside en la figura de una única persona que tiene la capacidad de ejercer un gobierno absoluto en el que no rinde cuentas a un parlamento o a la población, únicamente ante Dios, que además se considera que ha elegido a dichas personas para gobernar.

Aunque el concepto es amplio, suele usarse principalmente para referirse a las monarquías absolutas europeas que existieron hasta la Revolución francesa.

En el absolutismo todos los poderes emanan del monarca. Las decisiones legislativas, administrativas y jurídicas debían pasar en última instancia por el rey, pues concentraba todos los poderes y tenía la última palabra.

Significado de absolutismo

La palabra viene del latín, sus componentes léxicos son el prefijo ab (separación del exterior de un límite) solutus (suelto; participio de solvere=soltar) e ismo (doctrina).

Además de su relación con el verbo absolver, su origen también se encuentra en la expresión latina princeps legibus solutus est, que significa el príncipe no está sujeto a la ley. Posteriormente, la expresión poder supremo y absoluto del príncipe también se hizo popular entre las monarquías europeas, independientemente de su verdadero poder a la hora de reinar.

Características del absolutismo

El rey como figura principal

El absolutismo se caracteriza principalmente por el rey, que es quien toma las decisiones. Figuras como el congreso y senado no existían, salvo consejos que aun así tenían un poder inferior.

Origen divino

El poder tiene un carácter divino, tanto en su origen como en el ejercicio. Lo que da a entender que fue Dios quien puso a esa persona a gobernar. El rey tenía derecho sobre las iglesias nacionales.

Función secundaria de la nobleza y de la iglesia

Ni la nobleza ni la Iglesia tenían tanto poder como el rey, y su función se limitaba a cuestiones como allegar bienes, impuestos y reservas para el servicio exclusivo del rey.

Inexistencia de la división de poderes

No existe división de poderes ni autonomías en estos, pues independientemente de todo se encontraban delegados en la figura del rey.

Economía mercantilista

La economía bajo este sistema solía ser mercantilista y estar marcada por el intervencionismo del monarca.

Origen del absolutismo

A finales de la Edad Media, cuando el Estado y las instituciones comenzaban a evolucionar y tomaban forma para ser lo que serían los Estados modernos, los monarcas reemplazaron en cierta medida al papado, pues, producto del desprestigio de esta institución, los reyes comenzaron a concentrar en ellos el poder absoluto, incluyendo la legitimidad divina.

La corte del rey Luis XIV de Francia, el origen del absolutismo
Luis XIV es el principal ejemplo de un rey absolutista. Imagen de un cuadro anónimo de la corte de este monarca.

Sin embargo, sería en Francia donde este sistema surgiría en su forma plena y se expandiría al resto de Europa. En concreto, Luis XIV de Francia dio forma al modelo y suyas son las palabras el Estado soy yo.

Así, instauró un gobierno personal que pasaba por arriba de todo lo existente, nombró a los ministros de su preferencia y concentraba los poderes junto a una gran burocracia. El absolutismo regio regiría toda una época.

Límites del poder absolutista

Aunque la autoridad del monarca era absoluta, existían ciertos límites que, si bien no se expresaban de forma explícita, enmarcaban un poder real al que el rey estaba sometido, al menos en teoría. Principalmente, la ley divina. Aunque el rey había sido elegido por los cielos para gobernar, este era un ser humano más ante Dios, por lo que estaba sometido a la figura del Creador, a la Iglesia y a sus leyes morales.

Hay partes del derecho que se consideran naturales, es decir, parte de la cultura y de la convivencia y lógica común de la población. Por ejemplo, el derecho privado de los ciudadanos, como las propiedades, herencias y mayorazgos, no eran consideración del rey, pues este solo desplazó las vinculadas al ejercicio directo de su gobierno.

Por otro lado, los reinos gozan de una larga tradición e historia que con el pasar de los siglos se ha formado y heredado por los mismos. Esta historia política da forma a las leyes que debían ser respetadas, una especie de constitución intangible que en muchos casos ni siquiera estaban escritas, como el principio de legitimidad que estipula que cuando el rey muere la corona debe pasar a su sucesor, o la regencia en casos de minoría de edad o incapacidad del rey.

Final del absolutismo

La Revolución francesa puso término al Antiguo Régimen monárquico absolutista. Marcó el fin definitivo del sistema feudal y absolutista en el país, dando inicio a un régimen burgués que sentó las bases de la democracia moderna y de los derechos humanos.

Institución de la orden militar de Saint-Louis
Luis XIV, representantes del absolutismo, es retratado en el cuadro Institución de la orden militar de Saint-Louis, de François Marot (principios del siglo XVIII).

Las revoluciones burguesas se expandieron por toda Europa, imponiendo las bases del futuro sistema capitalista y poniendo fin al absolutismo país por país.

Sin embargo, no fue un proceso simple, pues hubo resistencia: tras el Congreso de Viena en 1814 y 1815, las monarquías intentaban regir con toda la fuerza y control posible. Finalmente se puso fin a los intentos contrarrevolucionarios de retener el poder en 1848, cuando se abolió la Santa Alianza y se deshizo el retorno del absolutismo.

Exponentes y ejemplos del absolutismo

  • Francia: su mayor exponente fue el monarca francés Luis XIV, que dio origen al absolutismo pleno con su frase el Estado soy yo.
  • España: Fernando VII seria el último monarca absolutista.
  • Gran Bretaña: destacaron monarcas como Jacobo ll o Carlos ll.
  • Suecia: Carlos XII.
  • Rusia: Pedro I. A diferencia de otros lugares, en este país el sistema absolutista fue capaz de perdurar hasta principios del siglo XX, cuando la Revolución rusa hizo que llegara a su fin el régimen zarista de Nicolás ll, caracterizado por la teocracia.

Referencias:

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