Resumen de los fenicios
- Fecha: 5000 a. C. – 539 a. C.
- Época histórica: Edad de los Metales, Edad Antigua.
- Lugar: Levante Mediterráneo.
- Capitales: Biblos, Tiro.
- Superficie: 20.000 km² (1000 a. C.).
- Gobierno: ciudades-Estado.
- Religión: cananea.
- Idiomas principales: fenicio, púnico.
- Población: 200.000 habitantes alrededor del año 1200 a. C.
- Hechos importantes: creación de la aldea de Gebal por los cananeos (5000 a. C.) | Gebal se convierte en Biblos, el centro comercial de los fenicios (1200 a. C.) | Tiro pasa a ser la ciudad predominante (814 a. C.) | Fundación de Cartago por parte de emigrantes fenicios (814 a. C.) | Conquista de Fenicia por parte de Ciro II el Grande (539 a. C.).
Cuando se habla de mercaderes y comerciantes en la antigüedad, parece imposible no mencionar a los pueblos fenicios, quienes, sin duda, eran auténticos maestros en el arte de comerciar.
Es la intención de este artículo exponer la historia de los fenicios, quienes pasarían de ser un pequeño pueblo de pescadores a convertirse en los reyes del comercio marítimo en Europa, Asia y África.
Origen y significado de los fenicios
Si bien en términos históricos se suelen establecer diferencias entre los fenicios y el resto de pueblos procedentes de la etnia semita de los cananeos, lo cierto es que, para los fenicios, tal diferencia nunca existió, pues ellos se consideraban a sí mismos kenaʿani o bin kenaʿan, es decir, cananeos o hijos de Canaán.
Tomando en cuenta lo antes planteado, se puede establecer el origen de los primeros asentamientos cananeos en la franja costera del actual Líbano hacia el V milenio a. C.
Siendo este grupo de cananeos los que, siglos después, serían llamados por los griegos phoinikes (fenicios), que significa púrpura, debido al tinte púrpura que estos comerciaban.
Fin de los fenicios
Es importante aclarar que los fenicios nunca fueron un Estado unificado, sino más bien un conjunto de tribus comerciantes asentadas en distintas ciudades de una misma región y que, además, compartían una cultura similar aunque no idéntica, pues cada una de las ciudades fenicias poseía sus propios dioses.
Así pues, con el pasar de los siglos y el surgimiento de otros Estados potencia cercanos a la costa del mar Mediterráneo, la mayoría de tribus fenicias irían desapareciendo.
Cartago fue la última tribu de origen fenicio en desaparecer tras enfrentarse y perder contra la República romana en la tercera guerra púnica en el año 146 a. C.
Ubicación geográfica de los fenicios
Inicialmente, los fenicios establecieron distintas ciudades dentro de una estrecha franja costera de unos 40 kilómetros de ancho por unos 300 kilómetros de largo.
Dicha franja costera se extendía a lo largo de la costa oriental del mar Mediterráneo, específicamente desde la desembocadura del río Orontes al norte, hasta la bahía de Haifa al sur, abarcando áreas de los actuales Palestina, Líbano, Siria e Israel.

Sin embargo, hacia el año 825 a. C., Elisa, la hija del rey Matán de Tiro, huyó de su hermano, Pigmalión I, y se asentó en la costa africana de la actual Túnez tras obtener unas tierras del rey Jarbas de la tribu libia de los gétulos, fundando así la ciudad de Cartago en el año 814 a. C.
En contraste con los fenicios asentados en la costa oriental del mar Mediterráneo, quienes poseían un espíritu más comerciante, los cartagineses optarían por políticas expansionistas e imperiales, a pesar de conservar gran parte de la cultura y religión de su ciudad de origen, Tiro.
Así pues, los cartagineses, también conocidos como púnicos, extenderían su poderío por gran parte de la franja costera mediterránea de África, desde el Protectorado español de Marruecos hasta el golfo de Sidra, en Libia, estableciendo, además, colonias en la Península ibérica y en las islas de Córcega y Cerdeña.
Etapas de los fenicios
Los inicios de Fenicia (5000 a. C. – 1400 a. C.)
La historia de los fenicios da comienzo cuando un grupo de cananeos pescadores decide crear una pequeña aldea, a la que llamarían Gebal, en las adyacencias de la costa oriental del Mediterráneo, alrededor del año 5000 a. C.
Estas tribus cananeas, que, años más tarde, serían llamadas phoinikes (fenicios) por los griegos, se convirtieron en maestros del comercio en la Edad Antigua y se distinguirían del resto de tribus comerciantes y mercaderes gracias al múrice.
Este es un molusco gasterópodo marino que segregaba una sustancia de color púrpura, y que era aprovechada por los fenicios para teñir ropas y objetos decorativos como vidrios y joyas.
Fue, precisamente, la comercialización del tinte púrpura del múrice la que les dio el nombre de fenicios a las tribus cananeas asentadas en el Líbano, ya que fenicios (phoinikes) significa púrpura.
La gran habilidad que los fenicios poseían para el comercio puede que se deba a la hostilidad, en términos geográficos, del lugar donde estos vivían, ya que estaban rodeados de montañas y desierto, por lo que se verían obligados a adaptarse al medio marino y desarrollar buenos sistemas de navegación y de comercio.
A pesar de la hostilidad geográfica donde vivían, los fenicios fueron buenos agricultores: cultivaron trigo, vid, olivos, higueras y dátiles. Además, pastoreaban cabras y ovejas.
Todo ello lo combinarían con su capacidad para el comercio, habilidad que cautivaría a los faraones egipcios, quienes se convertirían en uno de sus clientes predilectos. Así pues, los fenicios obtendrían hojas de papiro a cambio de darles madera de cedro a los faraones.
Gebal se convierte en Biblos
Con el pasar de los años, la pequeña aldea de Gebal se convertiría en una gran ciudad y, además, en el único gran centro comercial del Levante mediterráneo donde se pudiese adquirir hojas de papiro: un medio indispensable para la escritura.
Tal proeza le haría merecedor de un nuevo apodo por parte de los griegos, quienes llamarían Biblos a la ciudad de Gebal, siendo ello la raíz etimológica de palabras como biblia y biblioteca.
En la ciudad de Biblos no sólo disponían de hojas de papiro, también se podía adquirir metales, telas, incienso, aceites, resinas, vasijas, arte antiguo, vino, pescado y, por supuesto, el característico tinte púrpura de los fenicios.
Los fenicios y el viaje marítimo
Los fenicios no solo eran auténticos maestros del comercio, sino que, además, eran expertos navegantes marítimos, lo cual fue posible gracias a sus modernos barcos birremes y su adelantado conocimiento astronómico.
En aquel entonces, aún no se había inventado la brújula, por lo que para poder adentrarse en las aguas del mar Mediterráneo sin perderse era necesario guiarse por una estrella polar.
Los fenicios poseían su propia estrella polar, Alfa Draconis, aunque ellos la bautizarían como la estrella fenicia.
A pesar de su conocimiento astronómico, los fenicios tenían estrictas rutas marítimas, por lo que casi siempre viajaban bordeando la franja costera mediterránea de África y Europa.

Asimismo, los fenicios crearían puertos, almacenes, bazares y pequeños mercados a lo largo de sus rutas de viajes, lo cual les sirvió para expandir su fama como civilización comerciante por todo el Mediterráneo.
Ugarit, Sidón y Tiro
Biblos, la antigua ciudad de Gebal, no fue la única ciudad que los fenicios fundarían en la costa oriental del mar Mediterráneo.
Con el pasar de los años, nuevas ciudades serían fundadas, siendo estas las siguientes:
- Ugarit.
- Arvad.
- Sidón.
- Tiro.
Cada una de estas ciudades eran independientes entre sí, pues poseían su propio rey y su propia cultura religiosa.
El auge de Sidón y Tiro (1400 a. C. – 814 a. C.)
Auge y caída de Sidón
El daño colateral causado por los enfrentamientos de los faraones egipcios del Reino Nuevo en contra de los hititas y mitanos causó que muchas ciudades fenicias, como Ugarit, Biblos, Tiro o Arvad, quedaran devastadas.
El reino de Sidón sobreviviría y se encargaría de reconstruir muchas de las ciudades que habían perecido bajo el daño colateral de la guerra, y, además, daría vida a nuevas ciudades, como, por ejemplo, Beritus, actual Beirut.
Si bien los conflictos bélicos eran recurrentes en el Levante mediterráneo, Oriente Próximo, Europa y África, los fenicios supieron aprovechar las oportunidades que la guerra les ofrecía, pues para ellos cada beligerante era un potencial comprador, es decir, una nueva oportunidad de comercio.
Así pues, los fenicios se adentrarían en terreno hostil en búsqueda de nuevos productos y ofertas, importando esclavos y productos como especias, vinos, aceites, perfumes, telas, oro, papiros, pieles, plumas de avestruz, incienso, marfil, estaño, plata, hierro, lana, ganado y distintos tipos de cereales.

En el año 1200 a. C, un conjunto de pueblos de origen desconocido, al que los egipcios llamarón pueblos del mar, desatarían el caos en Oriente Próximo, provocando la caída de los hititas, el asentamiento de tribus arameas en Siria y el fin de la hegemonía de la ciudad fenicia de Sidón.
Auge de Tiro y el esplendor de Fenicia
Tras la caída de la ciudad de Sidón provocada por el arribo de los pueblos del mar, la hegemonía de Sidón sería traspasada a la ciudad de Tiro.
El reino de Tiro era bastante fácil de defender, pues había sido construido en una isla frente a la costa, por lo que sitiarla con las tropas de infantería de la época sería prácticamente imposible.
Es precisamente en este punto de la historia, bajo el reinado del rey Hiram I de Tiro, que comienza el mayor esplendor de Fenicia.
El comercio fenicio se expandió a nuevos mercados gracias a las colonizaciones de territorios más lejanos y a la invención del alfabeto fenicio, el cual daría origen a otros alfabetos como el griego, el latino, el hebreo, el arameo y el árabe, haciéndoles merecedores de una gran fama por todo el Mediterráneo.
Auge y caída de Cartago (814 – 146 a. C.)
Pigmalión, Elisa y Siqueo
En el año 831 a. C., Pigmalión I, hijo de Matán, se alza como rey de Tiro.
Si algo caracterizaba a Pigmalión era su gran codicia, la cual le empujaría a obligar a su hermana, Elisa, a casarse, convenientemente, con Siqueo, un comerciante cuya fortuna le había hecho muy famoso.
El plan de Pigmalión consistía en utilizar a Elisa como un medio para llegar a la fortuna de Siqueo, pero esta se le adelantaría huyendo de Tiro junto a su séquito y su hermana, Ana, en el año 825 a. C.
Si bien Elisa lograría escapar con éxito, e incluso fundar una nueva ciudad, Cartago, en la costa africana de la actual Túnez, su esposo Siqueo no contaría con su misma suerte, pues moriría a manos de un furioso Pigmalión.
El nacimiento de Cartago
En el año 814 a. C., Elisa levantaría la fortaleza de Birsa y fundaría la ciudad de Cartago en la costa africana del Mediterráneo.
Los cartagineses, gentilicio de los habitantes de Cartago, eran idénticos en términos culturales a los fenicios de Tiro, aunque en términos políticos sí se diferenciaban bastante.
Los fenicios cartagineses, mejor conocidos como púnicos, expandieron rápidamente su territorio, influencia y poder por el Mediterráneo.
Conquistaron la zona tunecina, y allí fundarían Útica. También consolidaron su poder en Mauritania, actual Marruecos, y en la región de Numidia, la zona norte de la actual Argelia.
En cuanto a su habilidad para el comercio, los púnicos demostraron ser verdaderos descendientes de los fenicios del Levante mediterráneo, pues eran bastante hábiles para establecer negociaciones comerciales con reinos vecinos.
Uno de estos serían los etruscos, con quien los púnicos se aliarían en varias ocasiones.
La caída de Tiro
En el año 701 a. C., el rey Luli de Tiro se rendiría tras cinco años de asedio por parte del asirio Senaquerib, quien lograría acabar con el poderío fenicio del Levante mediterráneo.

Aunque la verdadera caída de Tiro comenzaría en el año 589 a. C., año en el que Nabucodonosor II, rey de Babilonia, iniciaría el asedio de Tiro, un asedio que se extendería por trece años y que lograría acabar con el poderío fenicio en el Levante mediterráneo.
A inicios del siglo IV a. C, los persas se harían con el control del Levante mediterráneo tras acabar con la hegemonía de los asirios, lo cual permitiría renacer a los fenicios de la ciudad de Tiro y recuperar gran parte de la prosperidad que habían perdido.
La dicha del renacimiento del reino de Tiro duraría poco, pues, en el año 332 a. C., Alejandro Magno los conquistaría tras construir un puente de tierra entre la costa y la isla donde se encontraba la ciudad para poder emplear sus armas de asedio.
Los etruscos y los romanos, aliados de Cartago
A lo largo de sus más de 600 años de existencia, el reino de Cartago establecería multiples alianzas con distintas civilizaciones del Mediterráneo, dentro de las que destacan los etruscos e, incluso, los romanos, de quienes adoptarían su sistema de gobierno (una especie de oligarquía aristocrática regida por un senado bajo el mando de dos jueces, los cuales eran escogidos anualmente).
Los púnicos no solo se limitarían a adoptar el sistema de gobierno de los romanos, sino que, además, lucharían codo a codo para enfrentarse a un enemigo en común: Grecia. A este rival lo lograrían derrotar tras batalla de Benevento en el año 275 a. C.
Las guerras púnicas
Con el fin de la hegemonía helena en el Mediterráneo tras la batalla de Benevento, Cartago y Roma se habían erigido como los Estados más influyentes de la zona, por lo que el conflicto entre ambos era inexorable.
Los conflictos bélicos entre Cartago y Roma no estallarían una, sino tres veces:
- La primera vez, entre los años 264 y 241 a. C.
- La segunda, entre los años 218 y 201 a. C.
- La tercera y última vez, entre los años 149 y 146 a. C. Este último enfrentamiento concluiría con victoria romana y la anexión de los territorios metropolitanos de Cartago a la República romana.
La sucesión de conflictos bélicos entre Cartago y Roma recibirían el nombre de guerras púnicas y marcarían el final definitivo de la historia de los pueblos fenicios, siendo Cartago el último reino de origen fenicio en ser derrotado.
Características de los fenicios
Características económicas de los fenicios

- A lo largo de la costa oriental del mar Mediterráneo, los fenicios establecieron ciudades-Estado independientes, colonias y factorías en las que se podía adquirir todo tipo de alimentos, metales, obras de arte y materiales indispensables de la época.
- Gracias a sus conocimientos astronómicos y a sus veloces y agiles birremes, los fenicios se convirtieron en grandes comerciantes marítimos, exportando e importando productos por todo el Mediterráneo.
- Durante varios milenios de años, los fenicios utilizaron el trueque como su sistema económico principal. No sería hasta inicios del siglo VI a. C. que el uso de la moneda se afianzaría por todo el Mediterráneo, por lo que, naturalmente, los fenicios adoptarían su uso.
Características políticas de los fenicios
- Los fenicios nunca formaron un gran Estado unificado, sino que estaban organizados en distintas ciudades-Estado independientes.
- Aunque no siempre fue así, el poder político de los fenicios estuvo constituido por un rey y un consejo de comerciantes. No sería hasta inicios del siglo IV a. C. que los fenicios de Cartago (cartagineses o púnicos) adoptarían un sistema de gobierno similar al de los romanos, es decir, una república parlamentaria.
Características sociales y culturales de los fenicios
- Si bien los fenicios no inventaron la escritura alfabética, lo cierto es que sí fueron los responsables de simplificar los alfabetos ya existentes (el cuneiforme, el jeroglífico, el hierático) a través de la invención del alfabeto fenicio.
- El conocimiento de los fenicios sobre el comercio, la navegación marítima y la astronomía era heredado y ejercido a través de dinastías familiares.
- Los grandes comerciantes y navegantes eran quienes conformaban la oligarquía aristocrática de Fenicia, mientras que los artesanos, agricultores, pescadores y pequeños comerciantes poseían un menor poder político.
Religión de los fenicios
Los fenicios no tuvieron una religión homogénea, sino que cada ciudad fenicia poseía sus propios dioses y cultos de adoración. Una de estas prácticas de adoración contemplaba el ofrecimiento de sacrificios.

Los dioses fenicios más destacados fueron:
- Astarté: diosa guerrera, patrona de los navegantes, diosa de la caza y de la fecundidad.
- Eshmún: deidad sanadora.
- Baal: dios de la lluvia y de la guerra. Era considerado el dios más importante del panteón fenicio.
- Anat: diosa de la guerra y de la fertilidad, así como también esposa de Baal.
- Reshef: amo y señor de las calamidades.
- Chusor: venerado como el primero de los navegantes de la humanidad y por ser el primero en descubrir la pesca y las construcciones navales. Asimismo, se le consideraba el dios de herreros y armeros.
- Hadad: dios de la tormenta, el aire, la lluvia y los relámpagos.
- Melkart: dios protector de la ciudad de Tiro.
- Bes: dios protector de la infancia, la vida y la casa.
- Dagón: dios de la agricultura.
- Paam: deidad a la que los fenicios le ofrecían ritos de prostitución con la finalidad de honrarlo.
- Moloch: dios supremo y protector de los púnicos.
Referencias: