Persia fue uno de los grandes imperios de la Antigua Mesopotamia, por lo que habría que situarlos dentro de la Edad Antigua. Sucedieron a los asirios, estando conformado por varias dinastías (destacando la aqueménida).
¿Cuándo comenzó y cuándo terminó el Imperio Persa?
Sus inicios se establecen en el año 559 a.C., fecha en la que Ciro se hace con el trono. Su conclusión se produce en el año 651 d.C. momento en el que los musulmanes entran en la zona.
Orígenes del Imperio Persa
Persia se situó en lo que hoy conocemos como Irán. Elam fue el primer reino destacado de este territorio, donde se mantuvo desde el año 3000 a.C hasta el 646 a.C., cuando fue aniquilado por los asirios.
No obstante, había otros pueblos en la zona. Es el caso de los medos, que llegaron desde las estepas rusas y que se aliaron con los babilonios para derrotar a los asirios en la Batalla de Harran (609 a.C.).
Los persas eran otro de los pueblos iranios que habían llegado a Mesopotamia desde tierras indoeuropas. Su nuevo asentamiento estaba situado junto a Elam y muy próximo a Babilonia.
Etapas del Imperio Persa
Dinastía Aqueménida
Años 559-330 a.C. Los aqueménidas eran una de las tribus de Persia. Cuando Ciro II se hace con el trono, cambia completamente su relación con los medos. Hasta ese momento, los persas vivían como vasallos de los medos. Ciro II los conquistó, haciendo también lo mismo con Babilonia (donde liberó a los israelitas), Siria y Asia Menor.
Ciro II el Grande fue un monarca indulgente que no aplastó a sus enemigos. Levantó una nueva capital para Persia llamada Pasargada, siendo allí donde se le enterró tras fallecer. Le sucedió su hijo Cambises II, que conquistó Egipto.
A continuación, Darío I se hace con el poder y crea una nueva capital para el imperio: Persépolis. El imperio continúa expandiéndose y, debido a ello, se producen las denominadas guerras médicas (los griegos consideraban que sus atacantes eran medos, por eso reciben ese nombre).
Y es que en el año 492 a.C., Darío I envía a su ejército a conquistar Grecia. Tanto Atenas como Esparta descartan la rendición ante los persas. Sin embargo, en el año 490 a.C. éstos llegan a Maratón, una ciudad situada muy cerca de Atenas. Es por ello que los atenienses enviaron a su mejor corredor, llamado Filípides, a que pidiera ayuda a Esparta.
El problema es que los espartanos se negaron a prestar auxilio, si bien se consiguió derrotar a los persas. Filípides partió entonces de Maratón para regresar a Atenas, donde murió tras dar a conocer la noticia de la victoria.
Poco después, en el año 480 a.C., Jerjes I, hijo de Darío I, envía un ejército aún mayor contra Grecia, pero finalmente es retenido en la batalla de las Termópilas por espartanos y otros guerreros de distintas ciudades griegas.
Tras la victoria, los persas llegan a Atenas y saquean e incendian la ciudad. Sin embargo, las pequeñas y ágiles embarcaciones atenienses derrotan a los grandes barcos persas en la batalla naval de Salamina. Debido a esto, Jerjes I se ve obligado a retirarse y su ejército en tierras griegas es destruido un año después en la batalla de Platea.
El imperio queda muy debilitado a causa de estos fracasos, de ahí que a partir de entonces se sucedieran numerosas revueltas internas.
Posteriormente se produjo la guerra del Peloponeso (431-404 a.C.), donde los persas se alíaron con los espartanos en la habitual lucha de estos últimos contra los atenienses.
Darío III fue el último monarca de la dinastía aqueménida, quien huyó ante la llegada de Alejandro Magno.
Dinastía Seléucida
Años 312-248 a.C. Tras la temprana muerte de Alejandro Magno, su imperio se dividió entre sus generales. Los griegos, sin embargo, no duraron mucho en la zona y pronto fueron derrotados por los partos.
Dinastía Partia
Años 247 a.C-224 d.C. El Imperio Parto también es conocido como el Imperio Arsácida, puesto que Arsaces I fue su fundador. En su momento álgido, se extendía desde el centro-este de Turquía hasta el este de Irán.
Aunque los partos fueron uno de los principales enemigos de Roma, su caída se debió a las divisiones internas. Así, Ardacher I se rebeló contra Artabano IV y lo mató en el año 224 d. C.
Dinastía Sasánida
Años 224 d.C.-651 d. C. Con Ardacher I se inició el Imperio Sasánida, que llegó a comprender la zona este de Turquía, Irán, Irak, Afganistán, Egipto y parte de Pakistán (entre otros territorios). Se enfrentaron a los romanos y fueron derrotados por los musulmanes en el año 651, teniendo la cultura islámica diversas influencias de los sasánidas.
Características del Imperio Persa
Organización política
- Rey absolutista: el rey lo controlaba todo, aunque no se le consideraba un dios.
- Sátrapas: elegidos por el rey, se encargaban de controlar las provincias, bien fuera recaudando impuestos o estableciendo guarniciones que luego se integraban en el ejército cuando había alguna guerra. Gozaban de cierta autonomía, aunque eran vigilados por los inspectores reales.
Organización social
De forma general, la sociedad se dividía en guerreros, sacerdotes y campesinos. También existían cargos de la administración real, que normalmente ocupaban integrantes de las familias de la aristocracia que gozaban del favor del rey. En la época aqueménida no existía la esclavitud, aunque sí hay evidencias de la venta de soldados de los ejércitos derrotados.
Economía
Las sólidas infraestructuras persas facilitaban el comercio entre las distintas zonas del imperio (el Camino Real Persa permitía que los mensajeros recorriesen 2700 kilómetros en pocos días, algo esencial para el éxito del sistema postal creado por Darío I).
Otro aspecto a destacar sobre la economía persa es que las monedas que se utilizaban eran el dárico (moneda de oro) y el siclo (moneda de plata).
Educación
Según cuenta el historiador Heródoto, hasta los 5 años los niños pasaban el tiempo con su madre. Desde los 5 hasta los 20 años se enseñaba a montar a caballo y a utilizar el arco. Además, se les dejaba bien claro la importancia de la verdad.
Religión
Se practicaba el mazdeísmo, religión fundada por Zaratustra. Los hombres debían llevar una vida pura y de buenas acciones para que así el bien (el dios Ormuz o Ahura-Mazda) se impusiera al mal (el espíritu Arimán).
Idiomas
Las lenguas que se emplearon fueron el persa antiguo, el elamita y, sobre todo, el arameo. Otros idiomas sólo se utilizaban de forma local, tal y como sucedía con el griego y el egipcio.
Leyes
En las leyes del Imperio persa, la mentira era considerada un pecado capital, de tal modo que había casos en los que incluso se castigaba con la pena de muerte.
Arquitectura
Destacan los palacios reales, siendo abundantes los relieves y los bajorrelieves (no así las esculturas).
Fuentes:
- Atlas ilustrado de la historia del mundo en mapas. John Haywood, Brian Catchpole, Simon Hall, Edward Barrat.
- Persia Antigua 1: Elam, Medos y Aqueménidas (Documental Historia). Pero eso es otra Historia.
- Persia Antigua 2: Partos y Sasánidas (Documental Historia). Pero eso es otra Historia.
- Imperio Persa. Wikipedia.
- Los nueve libros de la Historia. Heródoto.
Muy valioso