Pueblos del mar

En el siglo XII a. C., cuando el mundo era dominado por la hegemonía egipcia, un inexplicable enemigo saldría de la nada para poner en peligro a muchas ciudades y reinos. Estos serían los llamados pueblos del mar, un conjunto de diversos pueblos que lanzarían incursiones y obtendrían grandes victorias.

Existen muy pocos registros de quiénes fueron estos pueblos, por lo que prevalece como uno de los grandes misterios de la historia. Lo que sí es cierto es que, a pesar de la escasa información existente, dejaron una gran marca, siendo considerados por algunos estudiosos como los responsables de la desaparición del Imperio hitita y de la civilización micénica.

¿Por qué se llamaban pueblos del mar?

Este término fue utilizado a mediados del siglo XIX por el egiptólogo francés Emmanuel de Rougé para referirse a distintos pueblos que fueron registrados en las inscripciones del templo de Medinet Habu. El faraón egipcio Merenptah se refirió a ellos como «países extranjeros» o «pueblos de la mar» en la inscripción de Karnak.

Esta agresiva confederación de navegantes y guerreros se denominaron así porque muy probablemente procedían en su mayor parte de Grecia y de otras islas del Mediterráneo que atacaban en oleadas y tenían nexos comunes.

Orígenes de los pueblos del mar

El origen de los pueblos del mar no está del todo claro, aunque se han sugerido varias teorías para explicar su expansión y de dónde procedían. Como vimos antes, la más aceptada es la que dice que provendrían de las islas del Egeo y el Mediterráneo.

Hacia el final de la Edad del Bronce, en el Egeo comenzaron a aparecer pueblos migratorios que realizaban incursiones en la zona. Posteriormente se asentaban y terminaban asimilados por los pueblos que conquistaron.

Algunos autores atribuyen su expansión a causas climáticas, desastres naturales o a los hititas, que impusieron un embargo comercial en la zona oriental del Mediterráneo y la población comenzó a dedicarse a la piratería.

¿Cuáles fueron los pueblos del mar?

Aunque no sabemos concretamente quiénes eran, los egipcios dejaron varios registros donde citaban sus nombres producto de sus incursiones. Algunos de los pueblos y sus hipotéticos orígenes son los siguientes:

Denyen

Este pueblo fue uno de los que más daño causó, ya que estuvo relacionado con el fin de la civilización micénica. La semejanza con el nombre dánaos los relaciona con los aqueos, posiblemente originarios del Peloponeso.

Pelesets

La teoría más aceptada es que eran los filisteos, que son nombrados en el Antiguo Testamento, donde se les sitúa procedentes de Kaftor, que podría ser la isla de Creta. Fueron los herederos de la cultura cananea y asolaron el antiguo Egipto durante el reinado de Ramsés lll.

Weshesh

Uno de los pueblos más discutidos, pues su origen se suele vincular a la ciudad de Troya. Llena de leyendas, podrían ser restos de habitantes de la ciudad que, tras su destrucción, comenzaron a lanzar incursiones. El nombre podría provenir de Wilusa, que era como se llamaba a la ciudad de Troya en hitita.

Tjeker

Algunos autores sitúan su origen en la península de Anatolia y otros al sur del Monte Carmelo. Los relieves egipcios los representan con una indumentaria similar a la de los pelesets. También existe el relato legendario que les asigna un origen entre los seguidores de Teucro, un legendario arquero aqueo que luchó contra Troya.

Shardana

El único pueblo que parece no tener un origen oriental, asignándoles su procedencia en la isla de Cerdeña. De hecho, la cultura sarda de los nuraga utilizaba armaduras similares a las mostradas en grabados egipcios.

Lukka

Se cree que son originarios de Licia, al sudoeste de Anatolia. Los hititas los consideraban un verdadero Estado marítimo, pues vivían de sus potentes flotas realizando ataques de piratería e incursiones, principalmente en las costas de Chipre y el sur de Anatolia.

Ekwesh

También llamados akawasha, podrían ser del reino ahhiyawa mencionado por los hititas, aunque también se habla de los aqueos, micénicos o griegos establecidos en el occidente anatolio. El principal problema para establecer su origen reside en el hecho de que practicaban la circuncisión.

La lista parece no tener fin, ya que las fuentes egipcias suelen ser confusas. La escasa información conlleva a especulaciones que podrían no tener sentido en la realidad histórica.

Hazañas de los pueblos del mar

En Egipto, durante el reinado de Merenptah, se registró el primer ataque por parte de los aqueos desde el mar, lo que podría considerarse el inicio de las incursiones. Los ataques piratas aumentaron y muchas ciudades fueron arrasadas. El rey de Ugarit manifestó lo siguiente en una carta:

Los barcos enemigos ya han estado aquí. Han prendido fuego a mis ciudades y han causado grave daño en el país.

Los hititas sufrirían grandes ataques que algunos autores señalan como causa de su desaparición alrededor del 1200 a. C. Movilizaron gran cantidad de tropas para hacerles frente, dejando zonas desprotegidas que fueron arrasadas, como las ciudades costeras de la actual Siria.

La cultura micénica fue la más importante del final de la Edad del Bronce y estaba formada por ciudades-Estado con grandes guerreros. Desapareció hacia el año 1100 a. C. y los motivos no están claros, aunque se cree que los pueblos del mar tuvieron mucho que ver al interrumpir con sus ataques y saqueos su próspero comercio en el Mediterráneo oriental.

Los egipcios fueron capaces de resistir y derrotarlos a un gran coste. A pesar de muchos reveses, durante el reinado de Ramsés lll los pueblos del mar se aliaron con las tribus libias y avanzaron contra Egipto, que carecía de una gran fuerza naval para hacerles frente. Finalmente, los egipcios los emboscaron en la boca de los ríos en lo que fue conocido como la batalla del Delta, una victoria total.

A pesar de vencer a la confederación, Egipto pagaría un alto precio: fabricar una fuerza naval para enfrentarlos crearía problemas financieros a largo plazo; además, Egipto perdió su influencia en la zona sirio-palestina.

¿Qué pasó con los pueblos del mar?

Algunos de los pueblos fueron reubicados en los territorios fronterizos de Egipto a modo de vasallos, mientras que otros se incorporaron al ejército para finalmente mezclarse entre las poblaciones locales. Este asentamiento, ligado a la victoria, evitó la necesidad de más incursiones al haber podido establecerse en un lugar, por lo que la marea humana llegó a su fin.

Referencias

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