Historia de la brújula

Desde tiempos inmemoriales, la navegación marítima ha estado profundamente relacionada con términos como valentía, incertidumbre, miedo, desesperación o superstición. Esto es totalmente comprensible, pues aventurarse a viajar de un lugar a otro atravesando la inmensidad de los océanos, aun poseyendo herramientas de ubicación y guía, es muy peligroso.

Los antiguos marineros, quienes en un principio se guiaban con las constelaciones o haciendo uso de algunas aves, se vieron en la necesidad de inventar un objeto que les permitiese identificar el norte, especialmente cuando la estrella polar no fuese visible o cuando las aves guías no cumpliesen su función. Precisamente a continuación te contamos la historia de la brújula, cuya invención se produjo en el Imperio chino en el siglo IX.

Definición de brújula

La brújula es un instrumento de orientación que, mediante el uso de una aguja imantada, permite identificar a su usuario el norte magnético terrestre. Dicha aguja imantada es sensible al campo magnético terrestre, siendo esa la razón de que este instrumento apunte en la dirección del polo norte magnético.

¿En qué lugares del planeta la brújula no funciona?

En el hipotético caso de que una persona se encuentre en alguna de las zonas polares del planeta, norte o sur, notaría cómo su brújula perdería totalmente su funcionalidad. Y es que, en dichos lugares, la convergencia de las líneas de fuerza del campo magnético terrestre inutiliza los instrumentos de orientación.

¿Cuál son los orígenes de la brújula?

Los orígenes de la brújula, o al menos los primeros de los que se tienen registros y suficiente evidencia histórica en la actualidad, se remontan al siglo IX en China.

Chino sosteniendo una brújula antigua
Se cree que la brújula se extendió al resto del mundo desde China. Imagen de Aula 365

La brújula surge bajo la necesidad de poder determinar las direcciones en mar abierto, pues no en todo momento existían las condiciones ambientales requeridas para contemplar los astros o bien utilizar aves guías y, de esta manera, poder guiarse correctamente.

En sus inicios, la brújula consistía simplemente en un recipiente lleno de agua con una aguja imantada flotando sobre su superficie, la cual, debido al magnetismo terrestre y su sensibilidad hacia al mismo, señalaba el polo norte magnético del planeta.

¿Cómo se difundió el uso de la brújula desde China hacia el resto del mundo?

Cuando se intenta analizar la migración de algún invento o desarrollo científico de la antigüedad, aventurar hipótesis parece la única solución, pues no existe la cantidad de información necesaria que permita conocer la ruta exacta que siguió la brújula desde China hacia el resto del mundo. En este orden de ideas, os presentamos tres posibles teorías sobre la difusión de la brújula:

  1. Desde China hasta Oriente Medio a través de la Ruta de la Seda (la misma que recorrería Marco Polo siglos más tarde), y de allí a Europa.
  2. Desde China hacia Europa, y de allí a Oriente Medio.
  3. La brújula china no viajó a Europa, sino que fue creada de manera independiente en Occidente y de allí viajaría a Oriente Medio.

Cabe destacar que cada una de las teorías posee su propia evidencia histórica, lo que dificulta aún más establecer un consenso sobre la difusión de la brújula.

Menciones del uso de la brújula a inicios del segundo milenio

La primera mención del uso de la brújula en Europa se puede encontrar en De naturis rerum (Las cosas naturales), obra escrita por Alexander Neckam en el París de 1190. En ella se habla de la utilización de una aguja magnetizada por parte de los marineros europeos de aquella época, lo cual sin duda es una referencia al uso de una brújula, aunque seguramente haya sido un prototipo de la misma.

En cuanto al uso de la brújula en Oriente Medio, aparece en la obra de Baylak al-Kibjki, El libro tesaurus de los mercaderes, escrito en El Cairo, Egipto, en 1282. Este menciona cómo los marineros usaban una brújula como instrumento de orientación en un viaje marítimo que había emprendido cuarenta años atrás.

La brújula y la superstición en la Edad Media

Si bien es cierto que, desde inicios del segundo milenio, las propiedades magnéticas de la magnetita eran aprovechadas a través de la brújula en gran parte de Europa y Asia, ello no quiere decir que las personas de aquel entonces comprendiesen por qué dicha aguja apuntaba siempre al norte.

Brújula casera
Aunque hoy en día es muy fácil hacer una brújula, en la antigüedad se creía que su funcionalidad provenía de la magia. Imagen de Cienciabit

La ignorancia respecto al magnetismo terrestre hizo que algunas personas atribuyesen el movimiento de la brújula a fuerzas paranormales. De dicha creencia nacería su nombre, el cual es un diminutivo de la palabra bruja.

A finales de la Edad Media, la funcionalidad de la brújula dejaría de relacionarse con fuerzas paranormales, pues se comenzó a creer que esta apuntaba hacia una gigantesca montaña de hierro o magnetita ubicada en una supuesta isla del Polo Norte llamada Rupes Nigra.

Evolución de la brújula a lo largo de la historia

La brújula, al igual que la mayoría de inventos que cambiaron significativamente la historia de la humanidad, fue en sus inicios un prototipo bastante tosco e improvisado (aunque su funcionalidad, en términos generales, seguía siendo la misma).

Los marineros comprendieron que intentar mantener una vasija de agua perfectamente estabilizada (sin movimiento) en pleno viaje marítimo seria poco práctico e improductivo. De esta manera, la vasija de agua sería reemplazada por un eje rotatorio, el cual, junto a una rosa de los vientos, les permitió ubicarse a los marineros de mejor manera en el mar abierto.

Brújula sobre un mapa
La brújula se ha convertido en uno de los instrumentos de orientación más importantes de la historia. Imagen de Track Lander

Con la aparición de la era tecnológica, la brújula recibiría nuevas mejoras, las cuales no tenían como finalidad alterar su funcionalidad, sino, por el contrario, facilitarla u optimizarla. Dentro de dichas mejoras podemos encontrar las siguientes:

  • Liquido (aceite, queroseno, alcohol, etc.) que impida la oscilación indefinida de la aguja alrededor del polo norte magnético.
  • Transportador que permita tomar medidas exactas de los ángulos de navegación.
  • Escalas que otorguen la capacidad de tomar medidas de distancia en mapas.
  • Iluminación que permita usar la brújula en condiciones de poca luminosidad.

Referencias:

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