Es probable que alguna vez hayas interactuado con un mercader o comerciante. Usualmente, las personas acuden a los mercaderes en busca de algún bien de calidad o un servicio. De esta manera, el intercambio entre el bien o servicio que ofrece el mercader y el comprador, específicamente su dinero, ocurre de forma voluntaria, pero… ¿cuándo se originó esta modalidad? Conoce, a continuación, la historia de los mercaderes.
Definición de mercader
Un mercader es aquella persona que ofrece bienes de calidad o algún servicio a cambio de una compensación monetaria, la cual es acordada entre ambas partes (vendedor y comprador).
En pocas palabras, un mercader es aquella persona que posee la cualidad de vender algo que alguien más desea y está dispuesto a comprar.
Relación entre los conceptos mercaderes y comerciantes
Un mercader es también un comerciante, pues ambos vocablos son sinónimos. Desde un punto de vista histórico, se suele emplear este término cuando hacemos referencia a comerciantes de la antigüedad (la palabra mercader es de uso menos frecuente en la actualidad).
Origen y auge de los mercaderes en la Edad Media
Origen de los mercaderes
Desde que la Edad Antigua finalizó con la caída del Imperio romano de Occidente y las épocas más hostiles del feudalismo fueron quedando en el pasado, los mercaderes empezaron a ganar importancia en la sociedad.
En el siglo XII, el aumento demográfico, la paz temporal en Europa y el incremento de la producción agrícola permitió el pulular de mercaderes y el crecimiento del comercio en la Edad Media.
El concepto de que la guerra a veces es buena para los negocios nació en esta época. Las Cruzadas entre musulmanes y católicos no solo generaron muerte, guerra y sufrimiento, sino que también permitieron el nacimiento de nuevas rutas comerciales, terrestres y marítimas, entre Oriente medio y Europa, lo que se tradujo en un aumento en la calidad de vida de muchísimas personas.
A pesar de las continuas guerras y de las muertes que estas iban dejando a su paso, el crecimiento demográfico en Europa continúo su tendencia alcista. Según un consenso entre historiadores, la población europea era de unos 48 millones de habitantes en el año 1100; dos siglos después, la población europea había crecido en un 50%. Mayor población se tradujo a mayor necesidad de alimentos, vestidos y viviendas.
Fueron, precisamente, estos tres mercados de productos y servicios (alimentos, vestidos y viviendas) los más demandados (de hecho, el sector alimenticio creció de forma exponencial durante los siglos XII y XIV en Europa).
Evolución de los mercaderes
El mercader emergió como un benefactor social en tiempos de apremio; habían observado una necesidad en su prójimo, una que podía ser saciada a través del producto que ellos poseían. No obstante, los primeros mercaderes fueron errantes aventureros, sin un lugar fijo o puesto en específico, pero lograron ir creciendo y ganando cada vez más importancia hasta constituir un importante estrato social.
A inicios del siglo XII, la vida de los antiguos mercaderes era similar a la de los hombres primitivos; iban vagando de aquí hasta allá. Esta conducta nómada tenía como finalidad ir en una búsqueda de potenciales clientes en lugares donde hubiese mucha afluencia de personas (ferias o eventos especiales), por lo que los antiguos mercaderes entendían perfectamente conceptos actuales de mercadotecnia:
Descubre qué es lo que necesita un sector determinado de personas y ofréceselo, mediante un acuerdo voluntario, a cambio de dinero.
Debido a la conducta nómada de los mercaderes, las personas de aquella época les otorgaron el apodo de los pies polvorientos. Fue en la primera década del siglo XIV cuando los mercaderes, luego de haber ganado el suficiente prestigio y poder económico y social, decidieron asentarse y abandonar su conducta nómada; y con ella, su antiguo apodo.
Derechos y obligaciones de los mercaderes
Los mercaderes gozaban de los mismos derechos que cualquier persona ordinaria en la Edad Media. Sin embargo, la extorsión de bandidos, o del mismísimo señor feudal, les afectaba en gran medida.
De esta manera, el señor feudal, o cualquiera de sus representantes, en el mejor de los casos les cobraban altos impuestos si llegaban a entrar a su territorio; en el peor de los casos, simplemente les confiscaban la mercancía.
Características de los mercaderes
Para finalizar, y en aras de sintetizar este artículo, se puede establecer una lista de características principales y datos importantes acerca de los mercaderes:
Primeros banqueros de la historia
Los mercaderes empezaron como personas provenientes de zonas rurales y, dos siglos después, terminaron convirtiéndose en los primeros banqueros de Europa (gracias a sus primitivas casas de cambio, el nacimiento de los bancos fue posible).
Primeros empresarios de la historia
El mercader de la Edad Media es la versión primitiva del emprendedor o pequeño empresario de hoy día.
Clases de mercaderes
El mercader podía ser de tipo sedentario, nómada o mayorista; lo que significaba que podían vender un producto final (materia prima procesada y transformada en un producto), vender mercancía de forma ambulante o vender en grandes cantidades (mayorista y/o b2b).
Riesgos de los mercaderes
Los mercaderes eran extorsionados por soldados o recaudadores del señor feudal, además de ser asaltados por bandidos durante el traslado de sus mercancías a través de las rutas comerciales.
Buena posición social
El mercader gozaba de un nivel de oratoria superior al de los ciudadanos ordinarios, por lo que poco a poco fue ganando importancia y constituyendo una clase social de gran prestigio.
Referencias:
- Mercader. Wikipedia.
- El comercio en la Edad Media. Mi Historia Universal