Fernando VII de España sucedió a Carlos IV como monarca, viéndose interrumpido su reinado a causa de Napoleón Bonaparte, quien dispuso a su hermano José I Bonaparte como rey tras la invasión de España por parte del Imperio napoleónico. Fernando volvió a sentarse en el trono tras la derrota de los franceses en la guerra de la Independencia española.
Nombres de Fernando VII
Se le bautizó con los nombres de Fernando, María, Francisco de Paula, Domingo, Vicente Ferrer, Antonio, Joseph, Joachîn, Pascual, Diego, Juan Nepomuceno, Genaro, Francisco, Francisco Xavier, Rafael, Miguel, Gabriel, Calixto, Cayetano, Fausto, Luis, Ramón, Gregorio, Lorenzo y Gerónimo.
Respecto a sus apodos, se le conocía como el Deseado o el rey Felón.
¿Cuándo nació Fernando VII?
Su nacimiento aconteció el 14 de octubre de 1784.
¿Dónde nació Fernando VII?
Tuvo lugar en el palacio de El Escorial, situado en San Lorenzo de El Escorial (un municipio de la actual Comunidad de Madrid, en España).
¿Cuándo murió Fernando VII?
La muerte de Fernando VII se produjo el 29 de septiembre de 1833 en la ciudad de Madrid.
Familia de Fernando VII
Padre de Fernando VII
Su progenitor y antecesor fue Carlos IV de España.
Madre de Fernando VII
Su progenitora fue María Luisa de Parma.
Hermanos de Fernando VII
Fue el noveno de catorce hermanos, aunque sólo siete de ellos, incluido él mismo, llegarían a la edad adulta.
- Carlos Clemente Antonio (1771–1774).
- Carlota Joaquina de Borbón (1775–1830).
- María Luisa Carlota (1777–1782).
- María Amalia de Borbón (1779–1798).
- Carlos Domingo Eusebio (1780–1783).
- María Luisa de Borbón (1782–1824).
- Carlos Francisco de Paula (1783–1784).
- Felipe Francisco de Paula (1783–1784).
- Carlos María Isidro de Borbón, también conocido como don Carlos (1788–1855).
- María Isabel de Borbón (1789–1848).
- María Teresa (1791–1794).
- Felipe María Francisco (1792–1794).
- Francisco de Paula de Borbón (1794–1865).
Esposas de Fernando VII
Fernando VII se casó en cuatro ocasiones. A continuación os mencionamos quiénes fueron sus mujeres y cuánto duraron sus matrimonios:
- María Antonia de Nápoles: era su prima y se casaron el 4 de octubre de 1802 en Barcelona. Sufrió dos abortos y murió de tuberculosis el 21 de mayo de 1806 (cuando apenas contaba con 21 años).
- María Isabel de Braganza: contrajo matrimonio con su sobrina en 1816. Fernando VII no le prestaba mucha atención y prefería centrarse en sus amantes. Los médicos creyeron que había muerto durante el fallido alumbramiento de una niña, aunque en realidad había perdido el conocimiento. Le practicaron entonces una cesárea, despertándose después de un grito debido al dolor que sentía por la operación. Nada se pudo hacer por su vida y feneció ese día, que era 26 de diciembre de 1818 (por cierto, también con 21 años).
- María Josefa Amalia de Sajonia: su matrimonio tuvo lugar en 1819, muriendo en 1829 a los 25 años de edad.
- María Cristina de Borbón-Dos Sicilias: era otra sobrina de Fernando VII, y se casaron el 11 de diciembre de 1829 en Aranjuez.
Descendencia de Fernando VII
La ausencia de hijos de Fernando VII se convirtió en todo un problema sucesorio, como veremos más adelante. Y es que no tuvo ningún vástago varón, aunque sí varias hijas:
- María Luisa Isabel Fernanda: nació el 21 de agosto de 1817, pero murió el 9 de enero de 1818. Su madre fue María Isabel de Braganza.
- Isabel II: nació el 10 de octubre de 1830, convirtiéndose en su heredera y, por tanto, en reina de España. Su madre fue María Cristina de las Dos Sicilias.
- María Luisa Fernanda de Borbón: nació el 30 de enero de 1832, siendo hermana de Isabel II.
Infancia y juventud de Fernando VII
Con apenas un mes de edad se convirtió en príncipe de Asturias, ya que su hermano mayor Carlos falleció con tan sólo un año y dos meses de vida.
Su salud fue delicada ya desde pequeño, pues a los tres años sufrió una grave enfermedad. Era un niño callado y reservado, encargándose de su educación el padre Felipe Scio, un culto e inteligente religioso de la Orden de San José de Calasanz.
Gracias a él aprendió a leer y a escribir, obteniendo conocimientos también de la gramática latina. En 1795, el padre Felipe Scio fue nombrado obispo de Sigüenza, sustituyéndole como preceptor Francisco Javier Cabrera. Este canónigo de la catedral de Badajoz, que también acababa de ser preconizado obispo de Orihuela, fue propuesto por Manuel Godoy.
Entre sus planes de estudios se incluían la profundización en el latín y el aprendizaje de las lenguas que así considerara el rey. Otras de sus asignaturas eran Historia de España, Geografía, Cronología y Religión.
Otros de sus profesores fueron el canónigo ilustrado Fernando Rodríguez de Ledesma y el canónigo Juan Escoiquiz (ambos le enseñaron Geografía e Historia), el pintor Antonio Carnicero (Dibujo) y el sacerdote Cristóbal Bencomo y Rodríguez (Latín y Filosofía). Este último y el mencionado Escoiquiz fueron los maestros que más apreció Fernando VII y, de hecho, ejercieron una gran influencia sobre su persona.
Contexto histórico de Fernando VII
Fernando VII contra Manuel Godoy
El por aquel entonces príncipe de Asturias no era muy partidario de Manuel Godoy, el hombre fuerte en la sombra de su padre, el rey Carlos IV. Varios nobles se unieron a su causa, e incluso al joven heredero no le importaba desprestigiar a Godoy o a su propia madre con tal de hacerse con el trono antes de tiempo.
El futuro Fernando VII no dudó entonces en aproximarse al propio Napoleón Bonaparte para que así se pusiera de su parte en su disputa con Godoy. Incluso se dio a conocer una intriga del heredero en el proceso de El Escorial (1807), un juicio en el que Fernando pidió perdón a su padre por sus conspiraciones. Para obtenerlo, tuvo que delatar a los nobles y militares que iban a ayudarle a hacerse con el trono. Aunque el tribunal los absolvió, el rey ordenó su exilio.
Tras la entrada de los franceses en España a raíz del Tratado de Fontainebleau, Fernando vio que aquella era su oportunidad de acabar con Manuel Godoy. El pueblo estaba en contra de esta invasión, por lo que los partidarios de Fernando VII aprovecharon este hecho y dirigieron a la multitud hacia el palacio en el que estaban los reyes. Godoy se escondió e incluso el propio Fernando intercedió por su vida. Al final, Carlos IV abdicó en favor de su hijo en lo que se conoce como el motín de Aranjuez.
Fernando VII y Napoleón Bonaparte
Sin embargo, los franceses ya habían tomado Madrid, la capital de España. Napoleón solicitó entonces la presencia en Francia de Carlos IV y de Fernando VII. Este último aceptó porque tenía la esperanza de que el emperador lo refrendara como nuevo rey de España.
Napoleón Bonaparte jugó con Carlos IV y su hijo Fernando VII para así darle la corona de España a su hermano José I Bonaparte. Tras la mencionada invasión de España por parte del Imperio napoleónico, aconteció la guerra de la independencia, creándose las Cortes de Cádiz y redactándose la Constitución de 1812.
A pesar de lo anterior, España estaba dividida entre liberales, que querían que se afianzaran las conquistas de la norma fundamental, y absolutistas. Estos últimos, también llamados serviles por los primeros, pretendían volver a la situación del Antiguo Régimen.
Etapas del reinado de Fernando VII
Tras el paréntesis napoleónico, el reinado de Fernando VII tuvo lugar entre los años 1814 y 1833. Las fases en las que se puede dividir son las siguientes:
Sexenio Absolutista (1814-1820)
Tras el término de la guerra, Fernando VII regresó de su exilio en el castillo de Valençay (Francia) en marzo de 1814. Fue recibido con entusiasmo por el pueblo español y mostró su preocupación por la situación de sus vasallos. El uso de este término preocupó a los liberales, puesto que lo lógico hubiera sido referirse a ellos como ciudadanos.
Los partidarios del absolutismo realizaban cada vez un mayor número número de declaraciones a favor de un regreso al pasado, contando además con el apoyo de buena parte del ejército y del propio pueblo.
Con el apoyo de los diputados partidarios del Antiguo Régimen, que firmaron el conocido como Manifiesto de los Persas, Fernando VII derogó la Constitución de 1812, disolvió las Cortes y restauró el absolutismo.
Así, a través de una serie de decretos se restablecieron los organismos políticos y administrativos que existían antes de la guerra de la Independencia española. Además, regresaron los privilegios de ciertas clases sociales y se limitó la autonomía de las colonias españolas en el continente americano.
Durante este Sexenio Absolutista existió una grave crisis económica y un inestable clima político:
- Por un lado, la contienda contra los franceses supuso la devastación de la agricultura y la ruina de la industria.
- Por otro, muchos liberales huyeron del país y se instalaron en Francia e Inglaterra (desde donde ideaban diversas conspiraciones y pronunciamientos). Respecto a los que se quedaron, Fernando VII los persiguió y los tildó de afrancesados y de antiguos colaboradores del régimen de José I Bonaparte.
Trienio Liberal (1820-1823)
El capitán general Rafael del Riego se alzó militarmente contra el régimen absolutista en lo que se conoce como el pronunciamiento de Riego de 1820. Su intención era obligar a que Fernando VII jurara la constitución y que se convocaran las Cortes. Además, pretendía que se liberara a los presos políticos.
A pesar de las diferencias que existían entre los propios liberales, con un sector moderado (doceañistas) y otro exaltado (veinteañistas), los primeros gabinetes pretendieron poner algo de orden en la administración de la Hacienda (tarea que finalmente no llevaron a cabo con éxito).
Salieron adelante numerosas leyes, pero la pugna entre moderados y exaltados era continua, acusando los primeros a los segundos de desestabilizar el país y alimentar la oposición de los absolutistas con sus excesos. Sin embargo, los segundos consideraban que los primeros impedían la aplicación de un verdadero programa reformista.
En 1822, los gobiernos moderados fueron sustituidos por otros exaltados, produciéndose una época de radicalización de las posturas (incluso hubo enfrentamientos con partidas realistas, que eran grupos de guerrilleros con ideología absolutista).
Fernando VII y los absolutistas no permanecieron de brazos cruzados. Así, en 1823 la Santa Alianza, una unión de países monárquicos que se creó tras el Congreso de Viena para frenar el creciente liberalismo que se adueñó de Europa tras la Revolución francesa y el aurge del Imperio napoleónico, envío tropas a España con la finalidad de que regresara el Antiguo Régimen.
Década Ominosa (1823-1833)
Los Cien Mil Hijos de San Luis, formados principalmente por un contingente francés al que se sumaron voluntarios españoles, consiguieron que Fernando VII volviera a ser el rey absoluto de España.
Esto dio paso a una época de represión contra los liberales, tal y como sucedió con Mariana Pineda o José María de Torrijos y Uriarte.
Asimismo, se inició una grave crisis interna en España (caso de las guerras de independencia hispanoamericanas). A ello habría que añadir también una profunda crisis económica, quedándose el país sin fondos.
No obstante, también se llevaron a cabo una serie de reformas, como la puesta en práctica de los presupuestos generales del Estado, la modificación del Banco Nacional de San Carlos (que pasó a denominarse Banco de San Fernando), la promulgación de la Ley de Bolsa y el establecimiento del Ministerio de Fomento.
Incluso al final de esta etapa se iniciaron los primeros intentos de industrialización, fundándose los altos hornos de Marbella y una factoría textil cerca de Barcelona. Poco a poco, España conseguía salir de la crisis económica en la que se había sumido tras la guerra de la Independencia española y la pérdida de las colonias americanas (de las que sólo se conservaron las Antillas españolas).
La sucesión de Fernando VII
En España regía la ley sálica, lo que impedía que una mujer fuera reina frente a un hombre. Dado que Fernando VII no tenía hijos varones, su hermano Carlos aspiraba a sucederle. Sin embargo, el rey absolutista promulgó la Pragmática Sanción, mediante la cual se anulaba la ley sálica (lo que permitía que su hija, la futura Isabel II, accediera al trono).
Curiosamente, los absolutistas no estaban de acuerdo con la decisión y apoyaron a Carlos, lo que condujo a que se produjeran las guerras carlistas. En ellas se enfrentaron los isabelinos (partidarios de Isabel y del liberalismo) y los carlistas (proclives a Carlos y al absolutismo).
Curiosidades de Fernando VII
Apariencia de Fernando VII
Era un hombre obeso y de estatura media (seguramente alrededor de 1.65 metros). Poseía una nariz y una frente prominentes, además de tener unos genitales excesivamente desarrollados (lo que provocó dificultades para consumar su relación con algunas de sus esposas).
Carácter de Fernando VII
Según diversos historiadores, se trataba de una persona cobarde, egoísta y vengativa. Era también campechano y le gustaban más las costumbres sencillas que la rigidez de la corte, aunque eso hacía que también fuera un tanto chabacano (empleaba con asiduidad expresiones soeces).
Aficiones de Fernando VII
Le gustaban la lectura, las manualidades, la pintura, la música, el billar y la tauromaquia.
Referencias:
- Los reinados de Fernando VII e Isabel II. UNED. Ana Clara Guerrero Latorre, profesora del Departamento de Historia Contemporánea.
- Fernando VII e Isabel II. UNED. Florentina Vidal Galache, profesora del Departamento de Historia Contemporánea, y Concepción Ybarra Enríquez de la Orden, profesora del Departamento de Historia Contemporánea.
- España en el siglo XIX – Unidad 5 – 4º ESO. Lecciones de Historia. Rosa Liarte.
- Fernando VII. Wikipedia.
El mastuerzo. Qué se puede esperar de un Borbón: cobardía, corrupción y retroceso