La Restauración es como se conoce al período de tiempo en el cual Europa regresó a la época del Antiguo Régimen, es decir, a un claro dominio de las monarquías absolutistas en todo el continente.
¿Cuándo comenzó y cuándo terminó la Restauración?
Su inicio se establece con la doble caída del Imperio Napoleónico (1814–1815), que a su vez pone fin a la puesta en práctica de las ideas de la Revolución Francesa. Su término se produce con las conocidas como Revoluciones de 1848.
Características de la Restauración
El Congreso de Viena (1814-1815)
En los años 1814 y 1815, los países que consiguieron derrotar a Napoleón se reunieron en el Congreso de Viena para restaurar el absolutismo en Francia (Luis XVIII) o España (Fernando VII). Se dejaron atrás, pues, todas las ideas revolucionarias.
Además, se procedió a la repartición del Imperio Napoleónico y, por tanto, a la delimitación de las nuevas fronteras europeas. Estos son los territorios que consiguieron las grandes potencias:
- Reino Unido: Matla, las islas Jónicas.
- Prusia: regiones germánicas.
- Rusia: Polonia, Finlandia, Besarabia (esta última en las actuales Moldavia y Ucrania).
- Austria: los Balcanes.
También se crearon Estados como los Países Bajos (Holanda, Bélgica) y Suiza para que sirvieran como barrera si surgiera un nuevo expansionismo francés.
Otra novedad fue la sustitución de la Confederación del Rin, que era napoleónica, por la Confederación Germánica.
Por último, se creó la Santa Alianza, un tratado mediante el cual estos países se ayudarían mutamente en el caso de que cualquiera de ellos se viera amenzado por alguna revolución liberal.
Consecuencias de la Restauración
El liberalismo y el nacionalismo se opusieron al regreso del Antiguo Régimen, desembocando sus protestas en las revoluciones liberales y nacionales.
Revoluciones de 1820
Fueron una serie de levantamientos liberales que apoyó la burguesía y que estuvieron liderados por militares. Su propósito era terminar con el absolutismo y recuperar la soberanía nacional. En general, la Santa Alianza las frenó, salvo en Grecia y en las colonias de América Latina.
Revoluciones de 1830
Tuvieron lugar en Europa central y occidental. Gozaron de apoyo popular, puesto que fueron insurrecciones que nacieron a causa de la crisis económica. Su liberalismo era conservador y limitaba las libertades públicas y establecía el sufragio censitario.
Triunfaron en España, Gran Bretaña, Francia, Polonia y Bélgica (que se separó de Holanda).
Revoluciones de 1848
Se las conoce como la Primavera de los Pueblos, afectando a gran parte de Europa. Las reivindicaciones no eran sólo liberales, sino también sociales.
De hecho, se acompañaron por ideales democráticos, caso del sufragio universal, la soberanía popular y la igualdad social, convirtiendo a los trabajadores en una gran fuerza política.
Fuentes:
- Las revoluciones políticas, liberalismo y nacionalismo – Unidad 2 – 4º ESO. Lecciones de Historia. Rosa Liarte.
- Congreso de Viena, liberalismo y nacionalismo en el siglo XIX (1814-1870): La cuna de Halicarnaso.
- Europa de la Restauración. Wikipedia.