Resumen de la Segunda República Española
- Fecha: 14 de abril de 1931 -1 de abril de 1939.
- Forma de gobierno: república.
- Presidentes del poder ejecutivo/Jefes de Estado:
- Niceto Alcalá-Zamora (11 de diciembre de 1931 – 7 de abril de 1936).
- Diego Martínez Barrio (en función interina desde el 7 de abril de 1936 hasta el 11 de mayo de 1936).
- Manuel Azaña (11 de mayo de 1936 – 3 de marzo de 1939).
- Presidentes del Consejo de Ministros/Jefes del gobierno español:
- Niceto Alcalá-Zamora (14 de abril de 1931 – 14 de octubre de 1931).
- Manuel Azaña (14 de octubre de 1931 -11 de diciembre de 1931 / 16 de diciembre de 1931 – 12 de septiembre de 1933 / 19 de febrero de 1936 – 10 de mayo de 1936).
- Alejandro Lerroux (12 de septiembre de 1933 – 3 de octubre de 1933 / 16 de diciembre de 1933 – 28 de abril de 1934).
- Diego Martínez Barrio (18 de julio de 1936 – 19 de julio de 1936).
- José Giral (19 de julio de 1936 – 4 de septiembre de 1936).
- Francisco Largo Caballero (4 de septiembre de 1936 – 17 de mayo de 1937).
- Juan Negrín (17 de mayo de 1937 – 5 de marzo de 1939).
- José Miaja (5 de marzo de 1939 – 28 de marzo de 1839).
- Capital: Madrid.
- Himno nacional: Himno de Riego.
- Lema nacional: Plus Ultra (en latín, más allá).
- Moneda de curso legal: peseta.
Dada la naturaleza controvertida y la relevancia política, incluso en tiempos actuales, de la Segunda República Española, resulta imprescindible escudriñar dicho periodo histórico si se desea tener un conocimiento completo sobre los acontecimientos posteriores a este en la España del siglo XX (especialmente si se desea conocer en profundidad cuáles fueron las causas que impulsaron el posterior régimen semifascista de Francisco Franco).
En contraste con la Primera República Española, la Segunda República se extendería por más tiempo (en total, por poco menos de ocho años). Durante dicho periodo, se suscitarían múltiples reformas, las cuales, a su vez, darían nacimiento a numerosas revueltas que culminarían con el estallido de la Guerra Civil el 17 de julio de 1936.
Luego de 2 años, 8 meses y 15 días, la guerra civil española llegaría a su fin y, con ello, la Segunda República Española. Sin embargo, esta historia no es tan corta y sencilla como aparenta.
De hecho, los protagonistas de la Guerra Civil serían sumamente variopintos (desde el clero de la Iglesia católica, pasando por distintos partidos políticos afines a ideologías de izquierda, como, por ejemplo, el sindicalismo, el socialismo y el comunismo, hasta llegar a naciones enteras como la URSS, México, el Tercer Reich Alemán, Italia y Portugal).
A continuación, te contamos la historia de la Segunda República Española (el último periodo de las dos etapas republicanas que ha experimentado España a lo largo de su historia).
Fecha de la Segunda República Española
La Segunda República Española, como periodo histórico, comprende desde la madrugada del 14 de abril de 1931, con la huida del rey Alfonso XIII hacia el exilio y la posterior proclamación de la república, hasta el 1 de abril de 1939, con el final de la guerra civil española.
Antecedentes y contexto histórico de la Segunda República Española
El declive de la monarquía (1917–1923)
En contraste con el reinado de Alfonso XII, el reinado de su hijo, Alfonso XIII, estuvo fuertemente marcado por una inestabilidad política que no se limitaba únicamente al territorio de la España peninsular. Magnicidios, guerras, gobiernos efímeros e inestables y un ambiente político y social cuasi anárquico fueron propios de dicho reinado.
Aunado a ello, el auge en España de los movimientos sociales, el anarquismo y el socialismo (la mayoría impulsados por la gran influencia recibida de la Revolución rusa), fue decisivo en el declive de la monarquía de Alfonso XIII, pues la presión que estos ejercían sobre el gobierno de España no tenía precedentes.
El último detonante del declive del reinado de Alfonso XIII ocurriría entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921, en el marco de la guerra del Rif. En aquellos días, España sufriría una grave derrota militar, la cual dejó un saldo de 12.000 soldados muertos en combate.
Dicho acontecimiento, recordado como el Desastre de Annual, involucró al mismísimo Alfonso XIII. La oposición aprovechó dicha oportunidad para asestar el golpe definitivo al rey de España y a su gobierno.
La dictadura de Primo de Rivera (1923–1930)
En la medianoche del 12 al 13 de septiembre de 1923, ante el aumento de la presión ejercida por la oposición y la exigencia de responsabilidades por lo ocurrido en Annual, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, da un golpe de Estado en España (todo ello, ante la mirada complaciente del rey Alfonso XIII y los grupos políticos afines al conservadurismo).
El golpe de Estado daría paso a una dictadura militar, de corte fascista, conocida como la dictadura de Primo de Rivera. Este periodo se extendería por poco más de seis años, siendo característico del mismo el autoritarismo, la censura, el castigo de la disidencia política y la centralización del poder político.
El 28 de enero de 1930, la dictadura de Primo de Rivera llegaría a su fin; el motivo, el agravamiento de la diabetes que padecía Primo de Rivera y la pérdida del apoyo de Alfonso XIII y una parte importante de los mandos militares.
La Dictablanda y la caída del reinado de Alfonso XIII (1930-1931)
Tras la renuncia de Primo de Rivera, el 28 de enero de 1930, un nuevo régimen militar le sucedería. Este sería conocido como la Dictablanda, siendo el general Berenguer el nuevo jefe de Gobierno.
La Dictablanda, pese a combinar elementos dictatoriales de Primo de Rivera con elementos democráticos de la Constitución de 1876, no fue lo suficientemente eficaz como para detener el desplome de Alfonso XIII.
Una muestra de esto último es su corta duración, pues el 13 de febrero de 1931 sería sucedido por el Gobierno del almirante Juan Bautista Aznar.
Mientras tanto, Alfonso XIII intentaba restablecer el orden democrático en España. No obstante, el rey ya no contaba con el apoyo de los sectores políticos democráticos, pues, al haber permitido complacientemente que el régimen de Primo de Rivera se extendiese por más de seis años, era considerado un cómplice más de la dictadura.
Así pues, el 14 de abril de 1931, tras conocerse los resultados de las elecciones municipales celebradas el 12 de abril de 1931, en las que los republicanos obtuvieron una amplia mayoría en las ciudades más relevantes (en términos de influencia política), el rey Alfonso XIII decidiría abandonar España y marchar hacia el exilio, proclamándose, ipso facto, la Segunda República Española en la madrugada de ese mismo día.
Causas de la Segunda República Española
A fin de resumir los antecedentes que han sido expuestos en el epígrafe anterior (que bien podrían ser considerados causas directas o indirectas de la proclamación de la Segunda República Española), la siguiente lista enumerará de manera específica cada una de las causas más relevantes del inicio de la Segunda República Española:
- La enorme dificultad que implicaba retornar a un régimen de monarquía constitucional tras más de seis años de dictadura de Primo de Rivera.
- El poco o nulo apoyo dado al rey Alfonso XIII por parte de los sectores políticos democráticos tras haber respaldado el régimen de Primo de Rivera.
- El 17 de agosto de 1930, una reunión promovida por la Alianza Republicana, a la que se la conoció como el Pacto de San Sebastián, acordó la ruta que habría de seguir la oposición para poner fin al reinado de Alfonso XIII y, posteriormente, proclamar el inicio de la Segunda República Española.
- El 12 de abril de 1931, fecha en la que se celebraron las elecciones municipales, los republicanos y los socialistas decidieron, inteligentemente, formar una alianza político-partidista y plantear una única candidatura en contra de los monárquicos. Dicha estrategia fue todo un éxito, pues los republicanos obtendrían la victoria en cuarenta y una de las cincuenta capitales de provincia, así como en Cataluña, Valencia y las cuencas mineras.
- La noche del 13 de abril de 1931, un rumor comenzó a recorrer las calles de España: Alfonso XIII había abandonado al país. Si bien esta noticia era falsa, fue suficiente como para motivar la salida de miles de españoles a las calles. El rey, que aún se encontraba en España, ordenó al ejército reprimir la algarabía española. Sin embargo, los militares no acataron las órdenes del monarca. Ante tal situación, Alfonso XIII decide abandonar el país en la madrugada del 14 de abril de 1931.
Etapas de la Segunda República Española
Gobierno Provisional (abril de 1931 – diciembre de 1931)
Proclamación de la Segunda República Española
El 14 de abril de 1931, ante el vacío de poder creado tras la huida de Alfonso XIII, los líderes de los sectores políticos que habían firmado el Pacto de San Sebastián proclamarían el inicio de la Segunda República Española.
Ese mismo día se formó un gobierno provisional, el cual fue presidido por Niceto Alcalá-Zamora y se constituyó, esencialmente, de republicanos, tanto de izquierda como de derecha, socialistas y nacionalistas.
El primer objetivo del Gobierno Provisional fue convocar a elecciones de Cortes Constituyentes. Sin embargo, para lograr tal proeza primero se preparó el terreno político mediante la realización de algunas reformas que no fueron bien recibidas por todos los sectores.
En consecuencia, el ambiente social se tensó con rapidez; el reinado de Alfonso XIII había caído, pero la crisis política y social permanecía intacta.
La separación de la Iglesia y el Estado
Fruto de la primera crisis política generada por el Gobierno Provisional, la Iglesia católica rompería relaciones con el nuevo régimen republicano de España; la respuesta no se hizo esperar.
En mayo de 1931, la tensión social llevó a la quema de iglesias y conventos por toda España, siendo los protagonistas de tal vandalismo los sectores anticlericales más radicales de la nación.
En junio de 1931 tendrían lugar las elecciones a Cortes Constituyentes, en las cuales el PSOE resultó victorioso; la derecha, por el contrario, quedó muy reducida y extremadamente fraccionada.
El objetivo de las Cortes Constituyentes recién electas fue la elaboración de una nueva constitución: la Constitución de 1931.
Esta nueva constitución se caracterizó por la adopción del concepto de soberanía popular y la declaración oficial del Estado como una república democrática de trabajadores de toda clase. Asimismo, se estableció el sufragio universal, primero el masculino y, después, el femenino.
Además, se amplió el compendio de derechos y libertades, entre los cuales se incluyeron, por ejemplo, el derecho al divorcio y a la educación laica. Por último, se proclamó a España como un Estado laico, haciendo oficial la separación de la Iglesia y el Estado.
Esto último trajo consigo la desaparición del presupuesto destinado al culto y al clero de la Iglesia, así como la prohibición de la educación religiosa y la implantación de la libertad de conciencia y de culto.
Bienio social-azañista (1931–1933)
El 15 de diciembre de 1931, tras la aprobación de la Constitución de 1931, daría inicio el segundo periodo de la Segunda República Española: el bienio social–azañista, también conocido como bienio transformador o bienio reformista.
Este nuevo gobierno estuvo constituido por una coalición de republicanos de izquierda y socialistas; todos, presididos por Manuel Azaña, como jefe de Gobierno (de ahí el nombre atribuido a este periodo) y representados por Niceto Alcalá–Zamora, como jefe de Estado y presidente de la República.
Reforma militar
Durante el bienio reformista, se llevaron a cabo una serie de medidas reformistas sin precedentes. En primer lugar, se realizó una reforma militar con el objetivo de profesionalizar las Fuerzas Armadas de la nación y asegurar la fidelidad de los principales líderes militares hacia el nuevo régimen republicano.
Esto último, debido a que Manuel Azaña era consciente de la tradición golpista que acarreaban los militares en la historia de España.
Reforma agraria
Otra de las reformas importantes llevadas a cabo por Azaña y compañía fue la reforma agraria aprobada en 1932. Esta tenía como objetivo modernizar el atrasado campo español y redistribuir las tierras entre los pequeños propietarios (hasta entonces se habían encontrado en manos de grandes propietarios y el clero de la Iglesia).
Reforma religiosa
La más polémica de todas las reformas abordadas por el gobierno del bienio reformista fue, quizás, la reforma religiosa. Manuel Azaña, consciente de la gran influencia política, social y cultural que tenía la Iglesia católica en España, decide hacer algo al respecto.
Así pues, implementa una sociedad laica con el objetivo de poner fin a la influencia religiosa en España. Algunas de las medidas que se llevaron a cabo durante el gobierno del bienio social-azañista para reformar esta influencia religiosa fue la legalización del matrimonio civil y del divorcio, así como la prohibición de las enseñanzas de las órdenes religiosas en la educación.
Los sectores más radicales y anticlericales de España aprovecharon el enfrentamiento Iglesia-Estado y llevaron a cabo una serie de actos, en extremo, vandálicos:
- Quemaron Iglesias.
- Destruyeron patrimonio histórico-artístico relacionado con la Iglesia.
- Y, además, asesinaron a sacerdotes y personalidades afines a la Iglesia católica.
Ante esto, el gobierno del bienio social-azañista tuvo grandes dificultades, pues apaciguar tal revuelta se convertiría en toda una hazaña.
Reformas sociales
El gobierno del bienio reformista también abordó reformas de índole social, siendo el objetivo de estas modernizar la educación e implementar mejoras laborales que trajesen consigo un aumento de la calidad de vida de los ciudadanos de la nación.
Sin embargo, las terribles consecuencias derivadas de la Gran Depresión se erigirían como un obstáculo ante la implementación de muchas de las reformas sociales de Manuel Azaña.
Reformas autonómicas
En 1932, el Gobierno de Manuel Azaña reconoció la autonomía de Cataluña, dando inicio en las Cortes al comienzo de la discusión de la cuestión autonómica de otras regiones como, por ejemplo, el País Vasco y Galicia.
Estas reformas autonómicas no fueron bien vistas por el conservadurismo de España, sector que, aunque debilitado y sumamente fraccionado, pudo asestar un golpe de Estado, el 10 de agosto de 1932, al gobierno social-azañista. No obstante, este solo triunfaría en la ciudad de Sevilla.
La caída del bienio reformista
A pesar de que durante el bienio reformista se llevó a cabo la implementación de las reformas más progresistas de la España del siglo XX, ante los ojos del sector más radical de la izquierda, dichas reformas fueron insuficientes.
Así pues, en enero de 1933, un hecho en específico, el levantamiento anarquista-campesino de Casas Viejas, traería como consecuencia la caída del gobierno social-azañista.
Tras ordenar la represión del levantamiento anarquista, Azaña perdería casi en su totalidad el apoyo de los sectores políticos más influyentes de España. Ante tal situación, decidió dimitir de su cargo y propuso la celebración de nuevas elecciones, las cuales se llevaron a cabo en noviembre de 1933.
En esta oportunidad, la coalición española de partidos políticos y de derechas, más conocida como CEDA, junto a los republicanos radicales, serían los vencedores de los comicios electorales. Esto último marcó el final del bienio social-azañista y dio paso a un nuevo bienio: el bienio radical-cedista.
Bienio radical-cedista (1934–1936)
El bienio radical-cedista, también conocido como bienio conservador, estuvo presidido por Alejandro Lerroux García, el máximo líder y fundador del Partido Republicano Radical. Su gobierno anuló la mayoría de las reformas llevadas a cabo durante el bienio social-azañista (como era de esperarse, la tensión social no haría sino avivarse aún más).
Fruto de la crisis política y social de España nacería un nuevo partido político: la Falange Española (FE), fundado y presidido por José Antonio Primo de Rivera (hijo de Miguel Primo de Rivera), y de ideología fascista.
La Falange encontraría en los partidos políticos y personalidades afines a las ideologías de extrema izquierda sus rivales políticos más importantes, por lo que los enfrentaría en las calles sin reparo alguno.
Ante el viraje de la Segunda República Española hacia el conservadurismo, el régimen republicano comenzó a perder su popularidad, mucho más de la que perdió durante los sucesos del levantamiento anarquista de Casas Viejas. En 1934, el sector de la izquierda, que hasta ahora había permanecido neutral, comenzaría a radicalizarse.
En octubre de 1934, los socialistas convocarían una huelga general. Esta no sería cualquiera, sino que incluso se convertiría en una auténtica revolución contra el régimen republicano en regiones como Asturias y Cataluña. En esta última, por ejemplo, se proclamaría el Estado Catalán de la República Federal Española, el 6 de octubre de 1934.
Para instaurar el orden y apaciguar el descontento social, el gobierno conservador utilizó a las fuerzas militares. Sin embargo, ello no sería suficiente, por lo que se verían obligados a convocar nuevos comicios electorales, en febrero del año 1936.
Frente Popular (1936–1939)
Consciente de la oportunidad que se le presentaba en la celebración de nuevos comicios electorales, Manuel Azaña se propuso conquistar, nuevamente, el poder para sí mismo y su ideología, por lo que aglutinó a todas las vertientes políticas afines a la izquierda, desde la izquierda más radical hasta la izquierda más republicana, en un único partido político llamado Frente Popular.
Como era de esperarse, el Frente Popular obtendría la victoria, por lo que Manuel Azaña volvería al poder, poniendo en marcha, nuevamente, el programa de reformas que había quedado suspendido durante el gobierno del bienio conservador.
No obstante, la tensión social parecía encontrarse en un punto de no retorno. Esto último encontraría su clímax tras el asesinato del líder de la derecha republicana José Calvo Sotelo, el 13 de julio de 1936, a la edad de 43 años.
El 17 de julio de 1936, cuatro días después del asesinato de Calvo Sotelo, estallaría la guerra civil española. En esta última se enfrentarían dos grandes bandos:
- Bando republicano: constituido por el Frente Popular.
- Bando sublevado o bando nacional: constituido por la Falange Española, los carlistas, los alfonsinos y gran parte de los sectores más conservadores y de derechas.
La guerra civil española tuvo múltiples facetas, pues enfrentó una gran variedad de ideologías opuestas (propietarios versus proletariado, religiosos versus anticlericales, centralistas versus regionalistas, autócratas versus democráticos, revolucionarios versus contrarrevolucionarios, fascistas versus comunistas).
La Guerra Civil se extendió por 2 años, 8 meses y 15 días, concluyendo con la victoria del bando nacional y la posterior implementación de la dictadura de Francisco Franco el 1 de abril de 1939. Esto último supuso el final de la Segunda República Española.
Características de la Segunda República Española
Características generales de la Segunda República Española
- La Segunda República Española tuvo una duración de 7 años, 11 meses y 18 días (14 de abril de 1831 – 1 de abril de 1939).
- La capital de la Segunda República Española fue la ciudad de Madrid.
- Fueron trece los jefes de Gobierno que asumieron la conducción de España durante la duración de la Segunda República Española. Estos fueron: Niceto Alcalá Zamora, Manuel Azaña, Alejandro Lerroux, Diego Martínez Barrio, Ricardo Samper, Joaquín Chapaprieta, Manuel Portela, Agustín Barcia Trelles, Santiago Casares Quiroga, José Giral, Francisco Largo Caballero, Juan Negrín y José Miaja.
- La Segunda República Española se rigió por la Constitución de 1931.
Características políticas y económicas de la Segunda República Española
- Se estableció una república democrática y no confesional mediante la promulgación de la Constitución de 1931. Para ello fue necesario el establecimiento de un compromiso sincero entre socialistas y republicanos de izquierda.
- Como consecuencia de la adopción de la Constitución de 1931 como marco legislativo, la Segunda República Española recogió una amplia declaración de derechos y libertades, como, por ejemplo, el establecimiento de:
- El sufragio universal masculino.
- El sufragio universal femenino.
- El matrimonio civil.
- El divorcio.
- El derecho a la educación primaria obligatoria, laica y gratuita.
- A pesar de que durante los múltiples gobiernos de la Segunda República Española se respetó la propiedad privada, esta, en realidad, estaba supeditada a los intereses generales de la nación. Es decir, siempre y cuando fuese necesario, el gobierno podía intervenir la propiedad privada.
- Se oficializó la separación entre el Estado y la Iglesia, dejando de recibir esta última todo tipo de financiación pública.
- En cuanto a la división de poderes, el poder legislativo recaía sobre las Cortes, las cuales estaban constituidas por una única cámara (el Congreso de los Diputados), cuyo poder sobre el gobierno y capacidad legislativa era sumamente amplio; por su parte, el poder ejecutivo recaía sobre el jefe de Estado y el jefe de Gobierno, mientras que el poder judicial estaba basado en la independencia profesional de los tribunales.
- Se reconoció el derecho de algunas provincias a conformar un régimen autonómico, los cuales estaban supeditados y regulados mediante la aprobación de estatutos.
Características sociales y culturales de la Segunda República Española
- A lo largo de los casi 8 años de duración de la Segunda República, la sociedad española estuvo sumergida en una profunda crisis social y política.
- España quedo dividida, en términos sociopolíticos, en distintos bandos opuestos entre sí:
- Propietarios versus proletariado.
- Religiosos versus anticlericales.
- Centralistas versus regionalistas.
- Autócratas versus democráticos.
- Republicanos versus sublevados.
- Fascistas versus comunistas.
- Al encontrarse relacionada la Iglesia católica con los antiguos regímenes monárquicos y todo lo referido a este sistema, un fuerte sentimiento anticlerical azotó a España durante la Segunda República. Esto sucedió de manera especial durante el gobierno provisional y el bienio social-azañista, en los cuales tuvieron lugar numerosos actos vandálicos en contra de templos y patrimonio histórico-artístico relacionados con la Iglesia o sus personalidades.
Consecuencias de la Segunda República Española
La victoria del bando sublevado durante los acontecimientos de la guerra civil española supuso el final de la Segunda República Española y trajo consigo la instauración del régimen semifascista de Francisco Franco.
Este nuevo régimen pretendió emular a los autócratas fascistas de la Europa de aquel entonces, siendo, quizás, la Italia de Benito Mussolini el modelo a imitar por excelencia.
Contrario a los regímenes que pretendió emular, el régimen franquista no desaparecería tras el final de la Segunda Guerra Mundial, sino que se extendería hasta el 20 de noviembre de 1975, fecha en la que su máximo líder, Francisco Franco, moriría a la edad de 82 años.
Esto último supuso el final del periodo de la España Franquista y dio paso a la tercera restauración de la monarquía de los Borbones, periodo que aún permanece vigente en España.
Referencias:
- Tema 17.2. Causas de la proclamación de la II República. Crisis del 29. Podium Podcast.
- LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-1936) | Resumen fundamental del periodo. La Cuna de Halicarnaso.
- LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-1936) | Tema 11 EBAU Historia de España. La Cuna de Halicarnaso.
- Anexo: Jefes de Estado de España que no fueron monarcas. Wikipedia.
- Anexo: Presidentes del Consejo de Ministros de España. Wikipedia.
- Anexo: Reyes de España. Wikipedia.
- La II República. Revolución de 1934. Memorias de un Tambor.
- La Segunda República y Guerra Civil española. UNED.
- Juan Bautista Aznar. Wikipedia.
- Pacto de San Sebastián. Wikipedia.
- Segunda República Española. Wikipedia.
- Confederación Española de Derechas Autónomas. Wikipedia.
- Proclamación del Estado Catalán de 1934. Wikipedia.
- Guerra civil española. Wikipedia.
- Dictadura de Francisco Franco. Wikipedia.
Está lleno de medias verdades que es lo mejor para desinformar sobre un asunto de tanto calado como fue el nacimiento y desarrollo de la Segunda República.
Cómo que mi comentario había sido publicado antes? Hombre, si no se puede hacer comentarios, decidlo y me callo. Digo que es un artículo lleno de verdades a medias y de la ocultación de algunos datos, parece que hubiera sido escrito de manera interesada.
Perdón por los inconvenientes, pero los comentarios se aprueban manualmente para evitar aquellos que puedan contener descalificaciones. Tú has enviado dos mensajes, aunque no se hayan publicado hasta ahora, y el sistema automáticamente lo detecta como publicado.
Si puedes especificar más aquello que te disgusta del artículo y qué datos se ocultan, te lo agradeceríamos mucho. ¡Un saludo!