Dictadura de Primo de Rivera

El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, lideró un golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Manuel García Prieto. A partir de entonces, Primo de Rivera inauguraría un régimen político autoritario en España, el cual sería recordado, posteriormente, como la dictadura militar más relevante de la Restauración borbónica.

Ante tal situación, y contrario a toda reacción prevista, el gobierno de García Prieto no tomó acciones particularmente relevantes a favor del restablecimiento del orden constitucional; al contrario, este se disolvería voluntariamente al día siguiente de la sublevación.

Según palabras de Miguel Primo de Rivera, el alzamiento militar tenía como finalidad única la salvación de la Patria, España, de las manos de los profesionales de la política, siendo la dictadura militar el único medio disponible para cumplir dicho objetivo.

Así, pues, con el beneplácito silente de Alfonso XIII, el entonces rey de España, el 15 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera asumió poderes legislativos, decretando, tras ello, la suspensión de las garantías constitucionales, el establecimiento del Estado de Guerra y la disolución inmediata de las Cortes de España.

¿Qué fue la dictadura de Primo de Rivera?

Se conoce como dictadura de Primo de Rivera al régimen político establecido en España por el entonces capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, entre el 15 de septiembre de 1923 y el 28 de enero de 1930.

Dada la naturaleza autoritaria, intervencionista, hostil y antidemocrática de su régimen, Miguel Primo de Rivera es considerado un autócrata por la historiografía española, independientemente de los posibles logros económicos, militares y sociales logrados durante su periodo de gobierno.

Causas de la dictadura de Primo de Rivera

Manuel García Prieto, el gobierno liberal y la triple crisis  de España

Manuel García Prieto
Fotografía de Manuel García Prieto (alrededor del año 1900).

En medio de una profunda crisis general (militar, parlamentaria y social) del Estado español, inherente al sistema canovista de la Restauración, y, por tanto, inseparable del mismo, el establecimiento de un gobierno coercitivo y autoritario de corte militar se manifestó como una posible y rápida solución a la anarquía imperante en la nación española, la cual parecía mermar cada vez más los valores tradicionales de la Patria (religión, disciplina social, honor militar, jerarquía, etc.).

Esta posible alternativa, sin embargo, no era contemplada por sus futuros impulsores como una revolución en sí misma, sino como la purificación de un gobierno y un conjunto de políticas específicas.

Este, en concreto, era el gobierno liberal de Manuel García Prieto (diciembre 1922-septiembre de 1923), el cual se caracterizó por la no resolución de problemáticas sociales realmente apremiantes (guerra del Rif, atentados sociales, defensa del orden público, reforma de la antigua política agriaría).

El gobierno liberal y su relación con los jefes militares

A mediados de 1923, la relación entre el gobierno y el Alto Mando del Ejército se encontraba seriamente desgataba.

Como es usual, los militares, al ser sociológicamente tradicionalistas y poco favorables a la casta política civil, se mostraron reacios a la marginación sistemática a la que fueron sometidos por el gobierno liberal de García Prieto, así como a la intromisión del mismo en la tradición militarista de Cataluña.

En este sentido, el descontento del ejército, aunque considerable, no estaba dirigido hacia el Estado español, sino hacia el gobierno de turno.

Esta crisis militar alcanzaría su cénit luego de que el ejército fuese privado de su rol represivo en la defensa del orden público, puesto que esto último no hizo sino aumentar el enorme desprestigio que recaía sobre los militares.

Orden público, agitación social y anarquía

Atentado anarquista en Barcelona
Ilustración de un atentado anarquista en Barcelona.

Entre enero y septiembre de 1923, España enfrentaría una de las peores crisis sociales de su historia, reflejándose en los más de 800 atentados terroristas que sufrió el país, y con especial ahínco la provincia de Barcelona, durante dicho periodo.

Lejos de ser una situación excepcional, los atentados sociales ocurridos durante el gobierno liberal fueron, en su mayoría, responsabilidad directa de grupos anarquistas de corte revolucionaria.

Si bien estos atentados habían ocurrido desde principios del reinado de Alfonso XIII (incluso el mismismo rey fue víctima de uno de ellos durante su ceremonia de boda, el 31 de mayo de 1906), la frecuencia de los atentados había aumentado de manera exponencial, pasando de un centenar al año, durante el periodo de 1819 y 1822, a más de 800, entre enero y septiembre de 1923.

Ab-del Krim y la guerra de Marruecos

La política civilista y abandonista del gobierno del Protectorado español de Marruecos, aunada a la humillante gestión de las demandas del líder de la sublevación rifeña Abd el-Krim tras su victoria en Annual, contribuyó a la profundización de la crisis militar en la España continental durante el gobierno liberal de García Prieto.

Golpe de Estado del 13 de septiembre de 1923

Antes de que tuviese lugar el golpe de Estado del 13 septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera, en su calidad de capitán general de Cataluña, había advertido al rey de una posible sublevación militar en contra del gobierno liberal.

Por extraño que parezca, el rey Alfonso XIII decidió ignorar su responsabilidad como jefe de Estado español e irse a San Sebastián a disfrutar de unas breves vacaciones de verano.

Ante tan cuestionable actitud por parte del monarca español, Miguel Primo de Rivera permaneció firme en su formación militar tradicionalista.

De hecho, la misma noche del golpe de Estado, Primo de Rivera llamó al rey para informarle de todo lo ocurrido en la guarnición de Barcelona, permitiéndose, además, sugerirle determinadas acciones gubernamentales de cara a la situación.

Como habría de esperarse, al día siguiente, el rey se vio obligado a regresar a Madrid y tomar una decisión respecto a la sublevación militar.

Anuncio en Madrid del gobierno de Primo de Rivera
Anuncio en Madrid del gobierno de Primo de Rivera (año 1923). Imagen de Wikipedia.

Para sorpresa de unos pocos, Alfonso XIII ordenó a García Prieto no emprender represalias en contra de los sublevados, aceptando, de esta manera, las demandas exigidas por los lideres del pronunciamiento catalán.

El 15 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera fue declarado presidente del Directorio Militar (de facto, jefe de Gobierno de España) por real decreto del rey Alfonso XIII. Desde entonces, rey y dictador compartirían complicidad en los aspectos positivos y negativos del incipiente régimen dictatorial.

Etapas de la dictadura de Primo de Rivera

Dentro del estatismo e intervencionismo económico, político, social y cultural propio de los regímenes autocráticos, durante la dictadura de Primo de Rivera es posible distinguir dos fases o etapas bien diferenciadas:

Directorio Militar (19231925)

Durante esta primera etapa de la dictadura militar, Miguel Primo de Rivera ordenó la disolución de las Cortes y decretó el estado de guerra en España, dejando así suspendidas las garantías constitucionales establecidas en la Carta Magna de 1876.

De esta manera, el Cirujano de Hierro pudo llevar a cabo reformas políticas, sociales, militares y económicas mucho más radicales e impopulares que las que habría realizado en el marco de un gobierno democrático.

Precisamente, una de las medidas más impopulares de la dictadura militar fue la prohibición de las actividades de los sindicatos y partidos políticos, así como también las fuertes medidas represivas ejercidas en contra de grupos separatistas, comunistas y anarquistas, especialmente en contra de estos últimos, en aras de reestablecer el orden social perdido desde el Desastre de Annual (22 de julio-9 de agosto de 1921).

Fotografía del Directorio militar
Fotografía del Directorio militar, con Primo de Rivera (izda.) y Alfonso XIII (centro) en primera fila. Imagen de Wikipedia.

En cuanto al gobierno local respecta, Primo de Rivera ordenó la disolución de los ayuntamientos, así como su posterior sustitución por las llamadas Juntas de Vocales Asociados.

A través de este nuevo sistema, cuyas semejanzas con el caciquismo de la Restauración eran innegables, la dictadura militar pudo ejercer una mejor influencia y dominio social y político en España.

Más allá de los éxitos sociales y políticos anteriormente descritos, la mayor hazaña de la dictadura de Primo de Rivera fue el éxito del desembarco de Alhucemas: la operación militar hispano-francesa realizada más importante y trascendental de la guerra del Rif.

Luego del éxito del desembarco de Alhucemas, Abd el-Krim, el máximo líder de la sublevación rifeña, se vio obligado a rendirse ante las fuerzas hispano-francesas.

Directorio Civil (19251930)

Tras la pacificación del Protectorado español de Marruecos y el restablecimiento temporal del orden social en España, Primo de Rivera abandonó el carácter militarista de su gobierno en pro del civismo y la democracia.

Con esta medida, Primo de Rivera pretendía extender su permanencia en el poder, sacando así el máximo provecho posible a las debilidades de los regímenes democráticos, justo como Bennito Mussolini lo hizo en Italia al principio de su carrera política.

Desde 1924 —o quizás desde un principio—, Primo de Rivera era consciente del carácter antidemocrático y autoritario de su gobierno.

Por tal motivo, ese mismo año fundó la Unión Patriótica: un grupo político ultranacionalista cuya función principal era conseguir, a toda costa, la materialización de un importante apoyo popular para la dictadura, bien fuera empleando elementos propagandísticos o desinformativos.

Miguel Primo de Rivera
Fotografía de Miguel Primo de Rivera (finales del año 1921). Imagen de Wikipedia.

En 1926, Primo de Rivera dio el siguiente pasó en la construcción de su proyecto político personal mediante la convocatoria de la Asamblea Nacional Consultiva.

Este nuevo organismo, constituido por representantes del Estado y la Unión Patriótica, lejos de favorecer la descentralización del poder político en España, se convertiría en una nueva extensión del alcance político del régimen.

Más allá de las cuestiones políticas, es menester destacar las características económicas y sociales del régimen durante su etapa final.

En cuanto a las cuestiones económicas, Primo de Rivera supo capitalizar la coyuntura expansiva del periodo conocido como los veinte dorados a través de la aplicación de políticas económicas proteccionistas en algunos sectores de la industria nacional española.

El intervencionismo estatal de la economía nacional de la dictadura de Primo de Rivera se caracterizó principalmente por el fomento de obras públicas y la creación de monopolios de titularidad pública, dentro de los que destacan la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (CAMPSA) y la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), la cual aún permanece vigente en España.

En el ámbito social, la dictadura de Primo de Rivera trajo consigo una disminución importante de los cientos de atentados sociales anarquistas, de los cuales el mismísimo rey Alfonso XIII había sido víctima un par de décadas atrás.

Si bien para lograr tal proeza fue necesario el empleo de fuertes medidas represivas, las políticas sociales paternalistas también jugaron un papel fundamental en el apaciguamiento de los sectores de la izquierda radical española.

El Fin de la dictadura de Primo de Rivera (28 de enero de 1930)

Por extraño que parezca, el fin del dictadura militar no vendría de la mano de una revolución, revuelta social o sublevación del ejército en particular, sino a través de la dimisión del mismísimo Miguel Primo de Rivera el 28 de enero de 1930.

En cuanto al porqué de esta decisión, es importante destacar las siguientes causas:

  • El delicado cuadro de salud de Primo de Rivera, uno estado especialmente agravado por la diabetes.
  • La pérdida progresiva del apoyo por parte de sus compañeros de armas, principalmente debido a la aprobación por parte del gobierno de la normativa que reformaba el procedimiento de ascenso por antigüedad.
  • La feroz oposición política presentada por parte de los intelectuales, periodistas y republicanos.

Consecuencias de la dictadura de Primo de Rivera

A continuación, os mostramos las principales consecuencias derivadas de la dictadura de Primo de Rivera:

Aspectos positivos de la dictadura de Primo de Rivera

Podríamos mencionar los siguientes:

  • El éxito resonante del desembarco de Alhucemas que puso fin a las interminables campañas en Marruecos.
  • El paréntesis abiertos en la guerra social con la supresión tajante de los atentados y el pistolerismo imperante en las calles de Barcelona.
  • El impulso económico facilitado por la oleada de prosperidad mundial que precedió a la crisis de 1929.
  • El innegable despliegue de obras públicas, incluso, y pese al choque de Primo de Rivera con los intelectuales, uno de los principales elementos responsables de su futura dimisión.
  • El rastro dejado en las clases medias, que vieron en aquella experiencia política una tregua alentadora.

Aspectos negativos de la dictadura de Primo de Rivera

A continuación os dejamos un listado con los elementos negativos de esta etapa de la historia de España:

  • La exacerbada valoración dada a la Unión Patriótica y a sus políticas tecnócratas como único medio para la salvación de la economía y los valores tradicionalistas de España.
  • La contradicción ideológica existente entre la naturaleza anticonstitucional inherente a un sistema dictatorial y el deseo del autócrata por preservar los principios del parlamentarismo liberal.
  • El estímulo involuntario del republicanismo revolucionario en algunos sectores de la sociedad española. Si bien esto último, en sí mismo, no constituye un acto ilegal o inmoral, dado los objetivos políticos del autócrata, quien quería preservar a toda costa la Corona española, se consideró un rotundo fracaso político.
Referencias
¿Cómo citar este artículo?

Suárez, L. M. (2022, diciembre). Dictadura de Primo de Rivera. MuchaHistoria. https://muchahistoria.com/dictadura-de-primo-de-rivera/ | Última actualización: 4 de junio de 2023.

2 comentarios de “Dictadura de Primo de Rivera”

  1. El documento es interesante, deberían dejar como citar el articulo. falta fecha de elaboración.

    1. Joaquín R. Fernández dice:

      Hola, Roberto, muchas gracias por tu comentario. En breve queremos implementar a nuestros nuevos artículos la forma en la que se puede realizar la citación (con la fecha incluida). En este caso, el artículo se publicó por primera vez el 13 de diciembre de 2022, siendo su última actualización el 15 de febrero de 2023. Espero que te sirva de ayuda. ¡Un saludo!

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