Capitalismo

El capitalismo es un sistema económico que se expandió hasta tener vertientes en los espacios políticos y sociales. Se ve caracterizado por tener al capital como su centro y su objetivo principal. Además, se da en un contexto de libre mercado, en donde los precios son determinados por la oferta y la demanda. En la actualidad, se encuentra en la gran mayoría de los mercados de todo el mundo.

Definición de capitalismo

¿Qué es el capitalismo? Se podría definir como un sistema económico que se basa en tres ideas principales: la propiedad privada de los medios de producción, la relevancia del capital como fuente de riqueza y la libertad de mercado.

Significado de capitalismo

A la hora de hablar de la etimología del capitalismo, habría que decir que la palabra kapitalism, cuya traducción textual es capitalismo, fue utilizada por primera vez por el filósofo, economista y sociólogo prusiano Karl Marx. Lo hizo para referirse al sistema que había empezado a regir en gran parte de Europa desde el siglo XVIII.

El término fue empleado por este intelectual para mencionar a una economía en donde la propiedad privada de los medios de producción posee un papel fundamental.

Origen del capitalismo

El feudalismo

El capitalismo nació a raíz de la crisis del feudalismo. Algunos sectores sociales habían comenzado a agrupar grandes fortunas de manera individual y sin tener necesariamente relación con la nobleza o los títulos. Es por ello que, además de tener una connotación económica, el capitalismo también atiende a una clase social emergente: la burguesía.

La fisiocracia

Por otra parte, se basó en eventos históricos para tomar fuerza. Uno de ellos fue la corriente fisiócrata que apareció en Francia.

Adam Smith

El capitalismo también proviene del liberalismo económico, en concreto de uno de sus principales autores: Adam Smith (conocido como el padre de la economía moderna). Este filósofo estableció los siguientes principios:

  • El motor de la economía es la búsqueda del máximo beneficio posible.
  • Los precios se adaptan a las leyes de la oferta y de la demanda.
  • El Estado no debe intervenir en el comercio, lo que se conoce como librecambio.

La Revolución Industrial

El capitalismo también tiene una relación estrecha con la Revolución Industrial del siglo XVIII. Incluso podría decirse que ambos se promovieron mutuamente.

Por un lado, la creciente accumulación de capital dio paso a la búsqueda por maximizar procesos a través de maquinarias que sustituyesen a la mano de obra humana.

Por el otro, una vez desarrollados estos inventos y puestos en marcha, el capital continuó haciéndose más grande, pues se producía más en menor tiempo y con menos recursos. 

En el capitalismo industrial encontramos la propiedad privada de la producción, formada por las fábricas, la maquinaria y el inventario, y los trabajadores u obreros, que realizan sus tareas a cambio de un salario.

Bancos

Los bancos resultaron cruciales para el desarrollo del capitalismo, ya que servían como intermediarios de aquellos ahorradores que ingresaban sus ahorros en depósito y los industriales que precisaban de capital para invertir en sus negocios.

Por esto mismo es por lo que también nacieron las sociedades anónimas, fraccionando el elevado capital de las empresas en acciones, lo que permitía que se pudieran aportar grandes cantidades de dinero. Dichas acciones se podían vender en unas instituciones creadas a tal efecto y que se conocen como bolsa de valores.

Características del capitalismo

Libre mercado

El capitalismo se da en una economía de libre mercado, es decir, sin injerencia del Estado. Hoy en día entendemos por Estado al gobierno de un país, pero en sus inicios este era representado por las monarquías de la época.

El libre mercado se refiere a un medio regido principalmente por la oferta y la demanda, esto es, sin medidas impuestas.

Propiedad privada

Así mismo, el sistema capitalista es un promotor de la propiedad privada de los medios de producción. En sus inicios este fue un cambio de paradigma que transformaba radicalmente la forma de entender el mundo en un tiempo en donde las riquezas y las tierras eran propiedad de la realeza.

Movilidad social

Esta realidad va desapareciendo con el capitalismo, el cual además permite movilidad social, pues una persona que se encuentra en una clase social proletaria puede así mismo convertirse en propietario sin que haya leyes o normativas que lo impidan.

Clases sociales

Esto último, las clases sociales, son otra de las características del capitalismo. A través de su puesta en marcha, se crean dos clases principales y que, aunque dependientes una de la otra, son opuestas. Los burgueses y los proletarios se necesitan mutuamente, pero se encuentran en estados muy distintos.

Competencia

Otra característica es que promueve la competencia entre diferentes actores económicos y a su vez reconoce la libertad del trabajo. Sin lugar a dudas, estas ideas tuvieron una gran importancia en la historia del mundo y en la forma en la cual el ser humano se desarrollaba.

¿En qué consiste el capitalismo?

Si bien es de reciente data (no posee más de 300 años), el capitalismo como sistema ha mutado a lo largo de su historia. Esto se debe a los cambios en las formas de mercado y a las interacciones sociales que han ido ocurriendo a lo largo del tiempo.

En este sentido, no es el mismo tipo de capitalismo el que se encontraba en plena Revolución Industrial (siglo XVIII), que el que encontramos en la actualidad. Ambos, si bien guardan una base, se han adaptado a la realidad del mundo.

En el sistema capitalista, según Marx, se encuentran en interacción constante dos clases sociales que, a su vez, tienen una relación económica.

  1. Una de ellas es la burguesía, compuesta por grupos de poder que se encargan de concentrar el capital y los medios de producción. Es decir, en este sector se hallan los dueños de tierras, fábricas, maquinarias, etc, quienes acumulan grandes cantidades de dinero gracias a su actividad.
  2. La otra clase social es el proletariado, que se compone por los trabajadores. Estos son la gran mayoría de la sociedad y no poseen pertenencias de ningún tipo, de ahí que para sobrevivir lo único de lo que disponen para vender es su fuerza de trabajo, por la cual se les paga un salario. El trabajo pasa a ser también «mercancía» que se compra y se vende.

Sin embargo, la teoría marxista sostenía que este salario no corresponde al valor del trabajo que se realiza. Por el contrario, explicaba que una parte del mismo, a la cual llamó plusvalía, quedaba en poder del propietario.

Siguiendo esta dinámica se daba pie a la acumulación del capital, mientras que los trabajadores sólo lograrían abastecer sus necesidades mínimas, como alimento, vestimenta y no mucho más que eso.

Al momento de elaborar estos estudios, efectivamente ocurría esta realidad en Europa. Los obreros trabajaban por largas jornadas en condiciones inhumanas y a cambio recibían retribuciones ínfimas.

Crisis económicas del capitalismo

Las crisis económicas del capitalismo, como la Gran Depresión, se repiten de forma cíclica a causa de su falta de planificación. Ello se debe a que la oferta aumenta de forma más rápida que la demanda, provocando la quiebra de la empresa al acumularse el inventario que no puede vender y, por tanto, dejando a los obreros sin trabajo.

Fuentes:

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