La educación espartana (agogé): disciplina y formación militar

La educación en la antigua Esparta, conocida como agogé, es uno de los sistemas formativos más emblemáticos de la historia. Diseñada para forjar ciudadanos-soldados, la agogé no solo moldeaba el cuerpo y la mente de los espartanos, sino que encarnaba los valores de disciplina, obediencia y servicio a la comunidad que definían a esta singular sociedad lacedemonia.

Este artículo explora en profundidad los fundamentos, las etapas y las características de este sistema educativo, así como su impacto en la formación de los legendarios guerreros espartanos.

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Introducción: una educación al servicio del Estado

En Esparta, la educación no era un fin en sí misma, sino un medio para fortalecer el Estado. La agogé, término que significa crianza o conducción, era un sistema integral que subordinaba al individuo a las necesidades colectivas, preparando a los ciudadanos para la guerra y la defensa de la polis.

Desde el nacimiento hasta la edad adulta, cada espartano era moldeado bajo la tutela de la comunidad, en un proceso que combinaba rigor físico, disciplina mental y ritos ancestrales.

A diferencia de otras ciudades griegas como Atenas, donde la educación fomentaba el desarrollo intelectual y artístico, en Esparta el enfoque era eminentemente práctico y militar.

Plutarco, en su Vida de Licurgo, describe la agogé como un sistema que buscaba crear ciudadanos que no vivieran para sí mismos, sino para el bien común, comparándolos con abejas que trabajan unidas en torno a sus líderes.

Jóvenes espartanos entrenando

La agogé desde el nacimiento: un proceso selectivo

La vida de un espartano estaba bajo el control del Estado desde su primer aliento. Tras el nacimiento, los ancianos de la comunidad examinaban al recién nacido para determinar si era apto para vivir.

Los bebés considerados débiles o con defectos físicos eran abandonados en el monte Taigeto, en un acto que reflejaba la implacable selección natural que imperaba en Esparta. Este proceso, conocido como exposición, aseguraba que solo los más fuertes sobrevivieran para convertirse en ciudadanos.

Durante los primeros siete años, en la etapa conocida como anatrophé, los niños permanecían bajo el cuidado de sus madres, aunque incluso en este período se fomentaba la resistencia física y la austeridad.

Las madres espartanas, célebres por su fortaleza, criaban a sus hijos con la idea de que debían servir a la polis por encima de todo.

Una mujer y un niño espartanos pasean por una calle

Las etapas de la agogé: forjando al guerrero

A partir de los siete años, los niños espartanos eran separados de sus familias e integrados en un sistema educativo colectivo que duraría hasta la edad adulta.

Este proceso se dividía en varias fases, cada una diseñada para endurecer el cuerpo, agudizar la mente y reforzar los lazos de camaradería.

1) De los 7 a los 12 años: educación colectiva

En esta primera etapa, los niños, organizados en grupos de edad llamados leskiai o agelas, comenzaban su formación bajo la supervisión de un paidónomos, un educador encargado de guiarlos.

La educación incluía nociones básicas de lectura y escritura, pero estas materias eran secundarias frente al entrenamiento físico y militar.

Los niños aprendían música, especialmente cantos corales que exaltaban los valores espartanos, y practicaban gimnasia para desarrollar fuerza y agilidad.

La vida en esta etapa era austera: los jóvenes dormían en camas de juncos que ellos mismos recolectaban, vestían una única túnica durante todo el año y recibían raciones limitadas de comida.

Se les animaba a robar alimentos para sobrevivir, pero si eran descubiertos, recibían severos castigos, no por robar, sino por ser torpes. Esta práctica buscaba fomentar la astucia y la autosuficiencia, cualidades esenciales para un guerrero.

2) De los 12 a los 20 años: endurecimiento y entrenamiento militar

A partir de los doce años, la formación se intensificaba. Los jóvenes, ahora bajo la supervisión de los eirenes (jóvenes mayores que actuaban como vigilantes) y de los mastigophoroi (portadores del látigo), tenían que enfrentarse a un régimen aún más riguroso.

El entrenamiento militar ocupaba el centro de la educación: los chicos aprendían el manejo de armas, tácticas de combate y estrategias de formación, como la famosa falange espartana.

La disciplina era férrea, y los castigos corporales, comunes. Los jóvenes soportaban privaciones extremas, como caminar descalzos, soportar el frío y el calor, y resistir el hambre.

Plutarco relata cómo los espartanos eran educados para no desear una vida individual, sino para estar siempre al servicio de la comunidad, como un enjambre unido.

Un muchacho espartano entrena con una pequeña lanza

3) Ritos y pruebas: la forja del carácter

Uno de los elementos más distintivos de la agogé eran los ritos iniciáticos, diseñados para probar la resistencia y el valor de los jóvenes.

Entre ellos destacaba la ceremonia ante el altar de Artemisa Ortia, un brutal ritual en el que los adolescentes eran azotados frente al altar mientras intentaban proteger unos quesos sagrados. Plutarco describe cómo algunos morían bajo los látigos, demostrando hasta qué punto se valoraba la resistencia al dolor como virtud.

Otro evento significativo eran las Gimnopedias, festivales en los que los jóvenes participaban en danzas, cantos y ejercicios físicos bajo el sol abrasador, demostrando su fortaleza y disciplina. Estas pruebas no solo endurecían el cuerpo, sino que reforzaban el sentido de pertenencia a la comunidad y la disposición a sacrificarse por Esparta.

4) La Criptía: la prueba final

Al final de la adolescencia, los jóvenes más destacados eran seleccionados para participar en la Criptía, una institución secreta que marcaba la transición hacia la edad adulta.

Durante un año, estos jóvenes vivían aislados en los montes, sin provisiones ni ayuda, obligados a sobrevivir cazando, robando o utilizando cualquier medio a su alcance, siempre evitando ser vistos.

Su misión incluía atemorizar a los ilotas (la población esclavizada de Esparta), lo que servía tanto para mantener el control social como para perfeccionar sus habilidades de sigilo y combate.

Los que superaban la Criptía eran admitidos en los hippeis, un cuerpo de élite que actuaba como guardia real o policía secreta al servicio de los éforos.

Este período representaba el culmen del entrenamiento espartano, transformando a los jóvenes en guerreros completamente formados.

Etapas de la educación en Esparta

La vida del espartiata: ciudadano y guerrero

A los 20 años, los jóvenes completaban la agogé y eran reconocidos como espartiatas, ciudadanos de pleno derecho.

Recibían un cleros (lote de tierra) trabajado por ilotas, lo que les permitía dedicarse exclusivamente a la vida militar.

También se integraban en las sisitías, comedores comunales donde los guerreros compartían comidas frugales y reforzaban los lazos de camaradería. La participación en las sisitías era obligatoria y requería una contribución económica derivada de los ingresos del cleros.

Sin embargo, la plena ciudadanía no llegaba hasta los 30 años, cuando los espartiatas podían participar en la Apella (la asamblea popular) y establecer su propio hogar. Aun así, la vida familiar seguía siendo secundaria frente a las obligaciones con la comunidad, y los espartanos continuaban asistiendo a las sisitías al menos una vez al día.

El impacto cultural y legado de la agogé

La agogé no solo formaba soldados, sino que moldeaba una mentalidad colectiva basada en la disciplina, el sacrificio y la lealtad absoluta a Esparta. Este sistema educativo contribuyó a la reputación de los espartanos como los guerreros más temidos de Grecia, capaces de enfrentarse a ejércitos mucho más numerosos, como en la legendaria batalla de las Termópilas (480 a. C.).

Sin embargo, la agogé también reflejaba las limitaciones de la sociedad espartana. La falta de énfasis en las artes, la filosofía o las ciencias restringió el desarrollo cultural de Esparta en comparación con otras ciudades griegas.

Además, la brutalidad de sus métodos y la constante represión de los ilotas generaron tensiones internas que, a largo plazo, contribuyeron al declive de la polis.

Referencias
  • Fernández Uriel, P. (2014). Historia antigua universal II. El mundo griego. Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
  • Heródoto. (1977). Historias (C. Schrader, Trad.). Madrid: Gredos. (Obra original publicada ca. 440 a. C.).
  • Jenofonte. (2009). Constitución de Esparta; Constitución de Atenas. Ediciones Cátedra. (Obra original publicada ca. 360 a. C.).
  • Cartledge, P. (2002). Sparta and Lakonia: A Regional History 1300-362 BC. Routledge.

¿Cómo citar este artículo?

R. Fernández, J. La educación espartana (agogé): disciplina y formación militar. (2025, 24 de junio). MuchaHistoria. https://muchahistoria.com/esparta-educacion-agoge/ | Última actualización: 2025, 8 de julio.

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