Islam

El Imperio islámico aunó a todos aquellos territorios en los que el Islam era la principal religión y Mahoma su profeta. Se extendió rápidamente durante siglos gracias a la idea de la guerra santa, llegando incluso a penetrar en Europa desde su punto de partida en Arabia.

¿Cuándo comenzó el Imperio islámico?

Su arranque tuvo lugar en el año 622, justo cuando Mahoma organizó a sus soldados para así unificar la península arábiga. Se incluye dentro de la Edad Media.

¿Cuándo terminó el Imperio islámico?

Su fin aconteció en 1923, justo cuando desapareció el Imperio otomano. Tras la Primera Guerra Mundial, los revolucionarios abolieron el imperio y la figura del sultán, creándose la República de Turquía. Se prolongó, pues, hasta la Edad Contemporánea.

Ubicación geográfica del Imperio islámico

Durante su época de mayor extensión, que tuvo lugar durante el califato omeya, el Imperio islámico ocupaba Arabia, Persia, Egipto, el Magreb e Hispania.

Origen del Islam

Los árabes antes del Islam

Eran politeístas y, por tanto, creían en distintos dioses. Además, estaban divididos en múltiples tribus que luchaban entre sí (es decir, no había un poder central que las organizara).

Nacimiento de Mahoma

Mahoma nació en La Meca (Arabia) durante el año 570, concretamente en el seno de una familia de adinerados mercaderes. Fue el fundador del Islam, una religión monoteísta en la que Alá era su único dios.

Expansión del Islam

Alrededor de los 40 años, Mahoma comenzó a predicar su religión. Sin embargo, sus creencias no fueron bien recibidas por los jefes tribales de La Meca.

En el año 622 huyó a Medina con sus seguidores, un suceso que se conoce como la Hégira de Mahoma. Sus adeptos se fueron incrementando y, siete años después, regresó a La Meca y la conquistó.

Antes de morir, algo que ocurrió en el año 632, ya dominaba la península arábiga. Tras su fallecimiento, se eligió a Abu Bakr as-Siddiq como califa y continuador de Mahoma, convirtiéndose así en el nuevo líder político y religioso de los musulmanes.

Comenzó entonces la yihad o guerra santa, que se inició contra las ciudades vecinas. Posteriormente se conquistó el Imperio persa y los musulmanes se adentraron en el norte de África y la península ibérica, con la que se hicieron en el año 711.

Prosiguieron entonces hacia Francia, donde fueron derrotados por los francos, precursores del Imperio carolingio.

Etapas y cronología del Imperio islámico

Califato ortodoxo (632-661)

Fueron los sucesores del propio Mahoma, principalmente familiares y amigos | Capital: Medina.

Califato omeya (661-750)

La dinastía omeya estableció la sucesión hereditaria y el Imperio islámico alcanzó su máxima extensión | Capital: Damasco.​

Califato abasí (750-1258)

Tras una guerra, los omeyas fueron apartados del poder | Capitales: Kufa (750-762), Bagdad (762-1258) y El Cairo (1258-1517).

Califato fatimí (909-1171)

Capitales: Kairuán (909-973) y El Cairo (973-1171).

Califato de Córdoba (929-1031)

Sucedió al emirato independiente que estableció el príncipe omeya Abderramán I en el año 756, quien sobrevivió y escapó de la purga realizada por la dinastía abasí | Capital: Córdoba.

Imperio otomano (1299-1923)

Osmán I, líder de los otomanos, inició la expansión de su pueblo, convirtiéndolo en uno de los imperios más importantes de la historia. Capital: Estambul.

Características del Imperio islámico

Características políticas del Imperio islámico

Dado que los califatos poseían una gran extensión, los califas procedieron a fraccionar el territorio en distintas provincias. A cargo de ellas estaban sus representantes políticos, militares y administrativos, que eran los siguientes:

  • Visires: se asemejaban a unos ministros y se ocupan de administrar grandes territorios.
  • Emires: ejercían de gobernadores de las provincias, siendo su poder político y militar.
  • Sultanes: representantes del califa y soberanos de los reinos islámicos. Con el paso del tiempo, este título también se usaría para referirse al propio emperador.
  • Cadíes: eran los jefes de las ciudades, estando a su cargo la política local, la justicia y los ritos religiosos.

Características sociales del Imperio islámico

En las regiones del Imperio islámico existían unas clases sociales delimitadas de la siguiente forma:

  • Aristocracia: eran los gobernantes y los grandes terratenientes. Controlaban el poder político.
  • Notables: se trataba de una clase social muy amplia en la que se incluía a las familias adineradas de cada provincia. En este grupo estaban los terratenientes, los grandes mercaderes, los altos funcionarios de palacio y los artesanos.
  • Clases populares: eran la clase mayoritaria, destacando los agricultores y los colonos que trabajaban la tierra de los grandes terratenientes. Además, habría que mencionar a los pequeños artesanos, a los pastores y a los vendedores ambulantes.
  • Esclavos: se ocupaban de tareas del campo o de la casa de sus dueños.
  • Mujeres: estaban tuteladas por los hombres, bien fuera por el padre o por el esposo. Pemanecían en una parte de la casa denominada harén, y sólo podían salir acompañadas y con permiso. Su obligación era tener hijos, cuidarlos y atender el hogar familiar.

No obstante, también se podría hacer una distinción dependiendo de la religión y de los orígenes de las personas:

  • Musulmanes: los árabes y los sirios sólian acceder a los puestos políticos y eran grandes señores. Los bereberes, situados en el norte de África, llevaban una vida más humilde y solían ser pequeños señores. También habría que mencionar a los muladíes, que por lo general dejaban atrás el cristianismo y adoptaban el Islam como su religión.
  • Otras religiones: por un lado estaban los judíos y por otro los mozárabes, que eran los cristianos que vivían en al-Ándalus.

Características económicas del Imperio islámico

El comercio era muy relevante, de ahí que existiera un gran control sobre las rutas comerciales, tanto del Mediterráneo como de aquellas otras que se dirigían a Oriente. Mientras que en las zonas rurales predominaba la agricultura, en las ciudades destacaban las manufacturas (es el caso de la artesanía).

Arquitectura árabe

Las ciudades árabes poseían un trazado irregular y, en general, estaban amuralladas. El tamaño de las casas era pequeño, cubriéndose las ventanas con celosías que impedían que desde el exterior se pudiera observar lo que sucedía dentro. Respecto a las calles, eran estrechas y en algunos casos aparecían cubiertas de toldos.

Pero, ¿cuáles eran los edificios de mayor relevancia de las ciudades musulmanas? Los comentamos a continuación:

  • Alcázar: era el palacio en el que vivía la principal autoridad de la urbe. Solía situarse en un lugar elevado y estaba rodeado de murallas, acentuando así su carácter defensivo y de fortaleza. Todo este recinto era conocido como la alcazaba (ciudadela).
  • Mezquita: lugar en el que los fieles se reunían para orar. Para ello, se situaban mirando a la quibla, es decir, al muro que está orientado hacia La Meca. Destacar que también poseían un alminar o minarete desde el que se llamaba a la oración.
  • Zoco: era el mercado de la ciudad.
  • Baños públicos: tenían su origen en los baños romanos y eran conocidos por el nombre de hammam, tratándose además de un lugar de reunión social.
  • Alhóndigas: zona de almacenes en la que los mercaderes guardaban sus mercancías.
  • Arrabales: barrios periféricos que se encontraban más allá de las murallas.

Arte islámico

Los estilos del arte musulmán eran variados, puesto que, al estar acostumbrados a la vida nómada y del desierto, adaptaban sus técnicas a las diversas regiones que conquistaban.

No obstante, una característica común era que en los palacios y en las mezquitas había muy pocas esculturas y pinturas. Esto se debía a que algunas corrientes del Islam prohiben las imágenes de Alá, Mahoma e incluso de personas o animales.

No es de extrañar que en la decoración predominaran los temas geométricos y vegetales, que se pintaban en mosaicos o se diseñaban directamente en azulejos y yeserías. También se usaba escritura caligráfica, tal y como sucedía en los muros de las mezquitas.

Otro elemento a destacar eran las cúpulas decoradas de mocárabes, que se asemejaban a las estalactitas y se confeccionaban de yeso.

Cultura árabe

En la literatura destacó Las mil y una noches, una compilación de cuentos tradicionales del Oriente Medio que se cree que se llevó a cabo en el siglo IX (aunque algunas de estas historias se añadieron en siglos posteriores.

La filosofía también fue un campo en el que destacaron los árabes, siendo el cordobés Averroes uno de sus nombres más célebres (de hecho, contribuyó a difundir las ideas de Aristóteles).

Ciencia árabe

Los árabes realizaron grandes aportaciones a las matemáticas. Por ejemplo, adoptaron el sistema de numeración de la India, que luego se expandió a Europa por medio de al-Ándalus (sucedió lo mismo con distintas palabras matemáticas, caso de álgebra, cero o cifra).

Respecto a la astronomía, crearon observatorios y defendieron teorías como la de que los planetas giraban alrededor de un determinado punto.

En lo que a la medicina se refiere, habría que destacar a Avicena, quien escribió textos como El libro de la curación o El canon de medicina.

Otro aspecto a destacar es la relevancia que tuvieron como difusores de algunos de los grandes inventos de la historia, caso de la brújula, la pólvora, el astrolabio, las norias de agua o la seda.

Fundamentos del Islam

Qué significa el Islam

El Islam quiere decir obediencia a Dios, siendo sus practicantes los musulmanes. Para ellos, al igual que Abraham, Moisés o Jesús, Mahoma es el profeta de Alá.

Los pilares del Islam

  1. Profesión de fe (sahada): no hay más dios que Alá, siendo Mahoma su mensajero.
  2. Practicar el rezo cinco veces al día, a lo que se le conoce por el nombre de azalá.
  3. Ramadán: en esta época, que dura un mes, los musulmanes tienen que ayunar durante el día y sólo pueden comer al caer la noche. No obstante, están dispensandos de hacerlo los enfermos, los débiles y los viajeros (que pueden practicarlo en otra ocasión).
  4. Limosnas (zakat): deben realizarse para así ayudar a las personas más pobres de la comunidad.
  5. Peregrinación a La Meca (hayy): ha de completarse al menos una vez en la vida.

El Corán

El Corán es el libro sagrado del Islam. Según los musulmanes, contiene las palabras que Dios le dijo al propio Mahoma por medio del arcángel Gabriel, que se le apareció en la cueva de una montaña.

Se escribió tras su muerte y, por tanto, recoge las enseñanzas que transmitió este profeta. Sus preceptos indican que los fieles no deben comer cerdo o beber alcohol. De igual modo, se establecen las penas por las faltas o delitos cometidos y se permite la poligamia (la relación de un hombre con varias mujeres al mismo tiempo).

Está compuesto por 114 azoras o suras, es decir, capítulos, que a su vez se dividen en más de 6.000 aleyas (versículos).

Ramas del Islám

  • Suníes: son los seguidores de los primeros califas y consideran que Mahoma es su único líder espiritual. Actualmente representan al 90% de la población musulmana.
  • Chiíes: Ali Ibn Abi Tálib estaba casado con Fátima, la hija de Mahoma. Era, por tanto, el yerno de este último. Aparte de califa también fue el primer imán, siendo para los chiíes el legítimo sucesor del profeta. Es una rama minoritaria, pues hoy en día sólo la siguen el 10% de los musulmanes.

Referencias:

  • El Islam – Unidad 2 – 2º de ESO. Lecciones de Historia. Rosa Liarte.
  • El Islam en la Edad Media. Resumen fundamental del Imperio musulmán. La cuna de Halicarnaso.
  • Historia Universal. XXI capítulos fundamentales. David García Hernán.
  • Historia del Islam. Wikipedia.

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