En la actualidad, el cristianismo es una de las religiones más populares del mundo y que cuenta con más de mil millones de seguidores. Sin embargo, esto no siempre fue así.
La religión, que se originó hace unos 2000 años, comenzó teniendo una cantidad de seguidores muy limitada, pero gracias a que sus seguidores se encargaron de difundir el mensaje y predicarlo a todos, hoy en día el cristianismo se encuentra en todo el mundo.
En efecto, este proceso de enseñar y difundir se conoce como evangelización, un proceso que hizo posible la expansión del cristianismo y las conversiones religiosas.
Definición de evangelización
El proceso de evangelización se conoce como el acto de predicar el evangelio de Jesucristo con el objetivo de dar a conocer su mensaje y difundir el cristianismo.
Este es un proceso que es realizado por los fieles cristianos, que como creyentes deben trasmitir las buenas nuevas hacia las demás personas con el objetivo de ganar más adeptos y, por lo tanto, la salvación a través del mensaje cristiano.
Este acto es realizado por todos los cristianos de distintas denominaciones a través de diferentes maneras, pero siempre con la misma meta de difundir las enseñanzas de Jesús de Nazaret.
Significado de evangelización
Evangelista, es decir, la persona encargada de transmitir el mensaje, viene del griego koiné, una variante del idioma utilizada en el mundo helenístico y que sirvió como lengua franca.
Por otro lado, hay que mencionar la palabra εὐαγγέλιον (euangelos), donde εὔ significa bueno y ἀγγέλλω quiere decir aportador de buenas noticias o fundador de buenas nuevas. La expresión en este idioma para buenas noticias es ευάνγελιον (euangelion), y se utiliza para referirse a los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento.
Y es que, en efecto, los evangelistas son los autores de los cuatro Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) que tradicionalmente forman parte del mensaje cristiano.
Primeros evangelizadores
El acto evangelizador comienza con Jesús mismo, quien había sido enviado por Dios, su padre, para transmitir su mensaje. A su vez, Jesús contaba con discípulos, apóstoles que se encargaron de dejar registro de su testimonio y transmitir en primera instancia su mensaje.
Los principios del cristianismo y de la evangelización no fueron fáciles, pues los creyentes se encontraban en constante persecución, ya que se les consideraba una secta judía y posteriormente una amenaza para el Imperio romano.
A pesar de esto, los evangelizadores continuaron su enseñanza hasta el punto de ganar un gran número de adeptos, en la mayoría de los casos sacrificando su propia vida como santos o mártires con el fin de transmitir las buenas nuevas.
Finalmente, y ya con muchos adeptos en distintos centros de la cristiandad, la religión fue dominante en el Imperio romano, poniendo en segundo plano los antiguos cultos, esto seguido de un continuo proceso evangelizador en otras zonas externas donde prevalecían las religiones paganas.
Evangelización en el Nuevo Mundo
Con el descubrimiento del continente americano se priorizó transmitir el cristianismo a los nativos, quienes debían convertirse dejando atrás sus antiguas religiones chamanistas o animistas. Esta labor fue realizada por los misioneros católicos con el apoyo de los reyes de España y el papa.
El continente comenzó así a recibir distintas órdenes religiosas, entre las que se encontraban los dominicos, la Orden franciscana, la Orden de la Merced, la Orden de San Agustín, los carmelitas y los jesuitas. Gracias a esta labor de difusión, que se extendió por los siglos, hoy en día el cristianismo (en sus distintas denominaciones) es la principal religión del continente.
¿Cómo se evangeliza?
La metodología para dar a conocer el mensaje de salvación puede variar entre las distintas denominaciones cristianas. En base a las escrituras, el mensaje comienza con el anuncio del kerigma, es decir, el anuncio de la buena noticia de que Jesús ha resucitado y vencido la muerte.
En la actualidad, los métodos para transmitir la creencia se basan en la predicación, distribución de biblias, folletos, periódicos y revistas, además de dar a conocer el evangelio a través de las calles o casa por casa.
Las misiones cristianas se encuentran en todo el mundo. En la Iglesia católica el deber de evangelizar pertenece a todos sus miembros y en especial a la familia como núcleo del proceso. En años recientes, el aumento de posibilidades de viajar y de comunicaciones directas a través de internet han incrementado las posibilidades de transmitir el mensaje.
El trabajo misionero en las Iglesias evangélicas puede variar entre la distintas denominaciones. Principalmente se caracterizan por la evangelización a través de transmitir sus experiencias personales de conversión, acompañando a la persona en todo el proceso hasta que logre ser un miembro pleno de la comunidad.
Destacan denominaciones como los bautistas y los pentecostales, que tienen misioneros alrededor del mundo. Entre los países con más misioneros se encuentran Inglaterra, Estados Unidos y Corea del Sur.
Características de la evangelización
- Es un proceso sin tiempo definido: evangelizar es una tarea que no tiene fin, ya que transmitir las buenas nuevas es un proceso constante y cada persona en particular puede tomar su tiempo para consentir el mensaje.
- Es practicado por todos los cristianos: todos los cristianos, en sus distintas denominaciones, están en el deber de evangelizar en la manera que decidan participar. Este proceso varía según la denominación.
- Utiliza distintos métodos: la manera de transmitir el mensaje se ha adaptado a las tecnologías y herramientas disponibles a lo largo de la historia, y va desde panfletos hasta el uso de internet.
Caracteristicas de un evangelizador
Fe sólida
La principal característica de todo evangelizador es la fe, pues sin fe no se puede dar a conocer a Dios, a quien no se puede ver, pero sí sentir mediante sus obras.
Sin embargo, para poder ser capaz de comprender el modo de proceder y la voluntad de Dios, y además reflejarlo, es necesaria la fe. En este sentido, la fe de todo evangelizador debe ser sólida e inquebrantable, en tal magnitud que este sea capaz de reflejarla a todo aquel a quien intente evangelizar.
Coherencia de vida
Un evangelizador debe vivir una vida de cara al Evangelio, es decir, debe ser un verdadero discípulo de Cristo y, en este sentido, ser capaz de reflejar la acción santificadora de Cristo en su vida a todo aquel que desee evangelizar.
Humildad
Un evangelizador debe vivir bajo la verdad, es decir, debe reconocerse como hijo de Dios, pero también como pecador y, por tanto, como alguien que necesita de Dios.
En este sentido, un evangelizador debe reconocer que la acción santificadora, que puede ocurrir en la vida de quien evangeliza, no procede de él como evangelizador, sino de Dios como verdadera fuente de gracias. Dios es el artista y el evangelizador es el instrumento; aceptar y vivir bajo dicha verdad, es ser humilde.
Fidelidad en lo pequeño
Un evangelizador debe ser capaz de dar a conocer a Cristo (evangelizar) en lo pequeño, lo usual u ordinario. El amor y la relación personal que posee un verdadero discípulo de Cristo con él mismo no debe manifestarse únicamente en grandes obras, sino también en pequeñas acciones.
Es decir, ha de darse en las acciones cotidianas del día a día, como, por ejemplo, ceder el asiento en algún transporte público en caso de que alguien lo necesite más que uno mismo.
Vida interior sólida
La vida exterior, es decir, las acciones de todo ser humano, no son más que un reflejo de los pensamientos recurrentes del mismo. Por tanto, todo evangelizador debe poseer una vida interior sólida, una que viene dada por una íntima unión con Cristo, mediante la oración constante, la meditación de su palabra y la gracia dada por los sacramentos de la Iglesia.
¡Mucha alegría!
Si bien Cristo advierte en su palabra que todo aquel que quiera seguirlo debe tomar antes su cruz, haciendo alusión a que vivir el Evangelio no es tarea sencilla, ello no significa que un discípulo de Cristo deba vivir una vida triste y llena de sufrimiento.
Al contrario, vivir el Evangelio implica vivir el gozo de la salvación; Cristo ha muerto y resucitado y, además, ha abierto las puertas del cielo a toda la humanidad. Un verdadero evangelizador debe vivir la alegría de Cristo resucitado y, también, ser capaz de reflejarla a sus hermanos.
Formación continua e incesante
Santo Tomás de Aquino, doctor de la Iglesia católica, establecía que no debe haber conflicto entre la razón y la fe, sino armonía. Es por ello que un verdadero evangelizador no debe caer en dogmatismos o irracionalidades a causa de vivir su fe de espaldas a la razón, lo que significa que el evangelizador debe conocer muy bien su fe, dogmas, doctrina y, además, la tradición de su Iglesia.
Consecuencias de la evangelización
El trabajo evangelizador conlleva a que en todo el mundo existan personas encargadas de difundir la palabra. Su trabajo puede extenderse hacia todos los rincones del planeta, y es gracias a este proceso que el cristianismo cuenta con seguidores alrededor del mundo, ya que los evangelizadores han tenido éxito en transmitir el mensaje desde la aparición del cristianismo.
Críticas a la evangelización
Existe cierta controversia acerca de los métodos empleados para transmitir el mensaje. Muchas iglesias evangélicas utilizan espacios públicos para transmitir sus mensajes, lo que ha sido considerado por algunos detractores como proselitismo.
Algunas personas pueden tomar una actitud radical o invasiva con su objetivo de transmitir los Evangelios; esta conducta inapropiada afecta de manera negativa a toda la comunidad ligada a la religión, dando a entender a las personas que la evangelización es una tarea invasiva o forzosa, generando la creencia de que no serán aceptados si no forman parte de la comunidad.
NOTA: el apartado Características de un evangelizador fue redactado por Luis Miguel Suárez.
Referencias:
- Evangelism. Wikipedia.
- Evangelización. Wikipedia.
- Definición de evangelización. Definición.de.
- Las 7 características de un evangelizador. Catholic.