El Imperio español fue uno de los grandes imperios que existieron en la historia. Su capacidad de gobernar el vasto territorio que poseía fue gracias a su facultad de conquistar a los pueblos que hacían vida en estas zonas, pero para ello eran necesarios ejércitos capacitados que se encargaron de defender y mantener el orden durante el periodo que este país administraba sus territorios.
Sin embargo, una vez que surgieron los conflictos en Europa y comenzaron las pretensiones independentistas en América, aquellos soldados, bien fueran americanos o llegados de la península, se encargaron de hacer frente a los rebeldes, formando así en distintos territorios ejércitos realistas cuya finalidad era aplastar a los subordinados y mantener el orden con su lealtad hacia la metrópoli.
¿Qué es el ejército realista?
Aunque puede entenderse por ejército realista todas aquellas unidades del ejército español, este término se usa para referirse a aquellos soldados, tanto europeos como americanos, que se encargaron de defender los diferentes territorios españoles en los que estaban teniendo lugar las revoluciones independentistas hispanoamericanas. Con ellos se buscaba poner fin a los sublevados, demostrando su unidad y lealtad al rey de España.
Se puede diferenciar al ejército realista surgido a principios del siglo XIX del ejército colonial por su objetivo: mientras el realista buscaba restaurar el orden y vencer a los patriotas, el colonial tenía por objetivo defender los territorios de amenazas externas, especialmente las potencias enemigas.
Origen del ejército realista
Mientras Napoleón avanzaba en Europa y sometía a España, el rey Fernando VII cedió el trono al emperador francés y después éste se lo transfirió a su hermano José Bonaparte.
En un principio, los territorios mantuvieron su lealtad a la Junta Suprema Central, órgano que había sido establecido para manejar los poderes ejecutivo y legislativo, pero posteriormente comenzaron a aparecer pretensiones separatistas.
Rechazaron la soberanía europea, desobedeciendo así tanto al gobierno español como a los ocupantes franceses, estableciendo un autogobierno aprovechando la inestabilidad.
La radicalización de estas ideas conllevó a la proclamación de repúblicas, mientras que algunas provincias o zonas mantuvieron su lealtad a la Corona española, utilizando a los efectivos militares y voluntarios para intentar defender o restablecer el orden (marcando así el surgimiento de ambos bandos).
Historia del ejército realista
Debido a su gran extensión, el ejército realista tiene una historia y resultados muy variados, pues, dependiendo del país, los congresos constituyentes o declaraciones de independencia tuvieron lugar entre 1811 y 1825 (la Independencia de México y la Independencia de Argentina, por ejemplo).
El gobierno español rechazó la legitimidad de estas juntas de gobierno e incluso envió expedicionarios españoles a participar en los ejércitos realistas, aunque la mayoría de sus unidades eran de origen americano.
La fase inicial de estos conflictos estuvo constituida por enfrentamientos en las grandes ciudades, principalmente en las capitales de los distintos territorios.
Los primeros combates del ejército realista consistieron en escaramuzas y batallas con el objetivo de derrotar el ejército de las juntas, que en muchos casos contaban con antiguos soldados coloniales sublevados.
Lograron sofocar los movimientos insurgentes en el Perú, a su vez que enviaban auxilio a otras provincias. El éxito en los primeros años del conflicto fue inmediato, ya que los independentistas se encontraban desorganizados y muchos de sus miembros terminaban desertando.
Resaltan la Campaña de Reconquista de Monteverde, la victoria realista en la Campaña de Reconquista de Chile, la pacificación de Nueva España o las fallidas expediciones rebeldes del Río de la Plata.
Desde España se hacían esfuerzos para enviar expediciones a pesar de la crisis surgida tras la guerra de Independencia española. Para ello contaban con los fondos de la Comisión de Reemplazos de Cádiz, que buscaba hacer frente a los insurrectos.
Sin embargo, las múltiples guerrillas rebeldes y el cada vez mayor apoyo a los insurrectos dificultaban la situación, que empeoró con la proclamación del Trienio Liberal en España en 1820, punto desde el cual no se enviaron mas expediciones y se interrumpió el apoyo a los realistas.
Debido a la falta de refuerzos y al agotamiento, la situación, que de por sí ya era difícil, cambió drásticamente, quedando solo los realistas organizados en pequeños reductos y guerrillas al tiempo que los independentistas lograban su objetivo.
Al final, solo Puerto Rico y Cuba mantuvieron su fidelidad, y desde esta última Isidro Barrada Valdés intentaría lanzar una fallida expedición para reconquistar Nueva España en 1829.
Composición del ejército realista
El ejército realista estaba compuesto por unidades tanto europeas como americanas. Las unidades originarias representaban su mayor parte y provenían de distintas castas; incluso esclavos libertos e indígenas se sumaron a sus filas por diversos motivos.
Estas tropas americanas leales a España se veían reforzadas por contingentes venidos desde Europa, expedicionarios que se unieron al bando realista o que desde un principio se encontraban en el continente al inicio de las hostilidades.
Características del ejército realista
- Defendía a la monarquía española: en los distintos territorios, esta fuerza armada buscaba restablecer el orden manteniendo la unidad con España.
- Era étnicamente diverso: sus tropas poseían diversos orígenes y castas que luchaban por un objetivo en común.
- Surgió como una organización improvisada: no fue en España donde nació esta fuerza, sino que fue una reacción inmediata a las pretensiones independentistas.
- Impulsaron la intervención de la Corona española: tras su surgimiento y avance, desde la metrópoli se comprendió la necesidad de apoyar esta causa, por lo que se financiaron varias expediciones.
- Dependía del apoyo externo: a pesar de sus logros militares, dependía de las expediciones españolas para someter a los rebeldes, algo que tras el Trienio Liberal no pudo seguir recibiendo y entró en decadencia.
Lideres destacados del ejército realista
Santiago de Liniers (1753–1810)
A pesar de su origen francés, sirvió a la Corona española, hasta el punto de ser virrey del Río de la Plata entre 1807 y 1809. Tras la revolución de mayo en el país, se opuso a los rebeldes y fue parte de la fallida contrarrevolución de Córdoba.
José Fernando de Abascal y Sousa (1743–1821)
Fue virrey del Perú entre 1806 y 1816. Lideró con éxito las políticas contrarrevolucionarias en esta zona hasta el punto de garantizar la estabilidad y lealtad del Perú, sofocando incursiones y alzamientos.
Pablo Morillo (1775–1837)
Fue un marino y militar español que formó parte de las campañas de reconquista. Con sus expediciones fue capaz de restablecer el virreinato de Nueva Granada en 1819, además de detener el avance de Bolívar en Venezuela.
Félix María Calleja (1753–1828)
Destacó primeramente por su breve campaña contra los insurgentes de la Nueva España y posteriormente fue declarado virrey, donde además de reorganizar el gobierno logró mantener el orden derrotando a los rebeldes a su vez que aplicaba mano dura contra quienes les apoyaban.
Referencias:
- Ejército realista. Enciclopedia de Historia.
- Ejército realista. Mundo Antiguo.
- Ejército realista en América. Wikipedia.
- Guerras de independencia hispanoamericanas. Wikipedia.