Nómadas

El nomadismo fue una de las características principales de la humanidad durante la Prehistoria. Sin embargo, esta conducta también se evidenció en una gran variedad de tribus en la América Prehispánica. ¿Por qué en ambos casos eran nómadas si los contextos ocurrieron en épocas tan distantes? Pues porque tenían en común el mismo factor: desconocimiento sobre agricultura.

Definición de nómada

La palabra nómada viene del griego, lengua en la que significó «el que deja los rebaños en los pastos». Esta palabra pasó a usarse para referirse a aquellos pueblos, grupos o personas que no se asientan en un lugar en específico, sino que van de un territorio a otro por periodos de tiempo que, si bien pueden variar de extensión, no perdurarán para siempre. 

Características de los pueblos nómadas

Desconocimiento de la agricultura

Si bien es una conducta que puede ser indistinta a la época y a los contextos culturales, el nomadismo es característico de aquellos pueblos que carecen de conocimientos agrícolas. Al no saber cómo sembrar y cultivar alimentos, los hombres debían trasladarse de un sitio a otro en búsqueda de aquellos que se producían naturalmente.

El instinto les permitió descubrir cómo cosechar y consumir los alimentos. Sin embargo, estos pueblos eran incapaces de producirlos conscientemente y a voluntad.

Caza y pesca

También se dedicaban a la pesca y a la caza, pero al consumir los recursos de un área, partían hacia otra en búsqueda de nuevos.

El consumir únicamente los alimentos de una determinada zona geográfica condicionaba en gran medida su alimentación. Esta se adaptaba a lo que pudiesen encontrar en el ambiente en donde se asentaban momentáneamente.

Integrantes de sus tribus

Solían formar tribus o clanes compuestos por 20 o 30 individuos que estaban emparentados por lazos familiares.  En estos grupos los ancianos eran muy valorados por su experiencia.

Roles principales en los nómadas

En los grupos nómadas se encontraban tres roles principales concentrados en conseguir los alimentos necesarios para sobrevivir, estos eran los siguientes:

Recolectores

Se concentraban en, precisamente, recolectar las frutas y vegetales desde la naturaleza. Para ello subían árboles o identificaban aquellos alimentos que eran seguros de ingerir.

Cazadores

Se armaban con herramientas elaboradas de forma arcaica con palos y piedras filosas y cazaban animales para asegurar la porción de carne en su alimentación.

Pescadores

Al igual que los cazadores, elaboraban herramientas básicas y toscas pero que les permitían pescar en mares y ríos. También capturaban mariscos y crustáceos.

Nómadas en la Prehistoria

En la Prehistoria los pueblos eran nómadas, pero entendían el valor de un refugio que los protegiese. Por eso buscaban cuevas o cavernas en las cuales resguardarse del frío o de animales que fuesen una amenaza. En estos espacios se radicaban durante un tiempo variable.

Debido al frío, asimismo les era necesario cazar animales para tomar su piel y cubrirse con ellas. Este factor también lo tomaban en cuenta a la hora de asentarse en un nuevo territorio.

El hombre de la Prehistoria estaba muy desprotegido ante la naturaleza y por mucho tiempo no sólo desconocía la agricultura, sino otras acciones beneficiosas como producir fuego a voluntad.

Nómadas en la América Prehispánica

Muchos pueblos originarios del territorio que hoy conocemos como América también se caracterizaron por ser nómadas. Si bien existieron grandes civilizaciones con un importante avance, como la azteca, la maya y la inca, en la mayor parte del territorio prehispánico existían tribus que se movían de un lugar a otro aprovechando sus recursos.

Sin embargo, estos pueblos sí tenían recursos más avanzados que los hombres prehistóricos. Por ejemplo, sabían producir fuego, conocían cómo manejar los venenos a su beneficio, no habitaban en cuevas sino en estructuras que ellos mismos creaban y muchos lograron confeccionar vehículos de transporte fluvial, como canoas.

Pese a estos claros avances, continuaban siendo nómadas, pues no conocían cómo cultivar alimentos en la tierra y solo sobrevivían de lo que encontraban en su entorno. 

Transición de nómadas a sedentarios

Cuando el hombre de la Prehistoria «descubre» la agricultura, la historia de la humanidad tomará otro rumbo. A partir de entonces, el ser humano será capaz de generar sus propios recursos alimenticios conscientemente.

Ante esta nueva realidad, comenzará a ser contraproducente el moverse de un lugar a otro y preferirán radicarse en sitios en los que comenzarán a desarrollar aldeas, pueblos y finalmente, con el paso de los milenos, ciudades enteras.

La llamada revolución agrícola cambió la forma en la que los humanos vivían y, a medida que iba ampliando sus conocimientos sobre esta, sería menos necesario desplazarse a nuevos territorios. Nace, pues, el sedentarismo.

Fuentes:

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