Indígena o Nativo

En todo el mundo podemos encontrar distintos pueblos y culturas, algunas más nuevas y otras milenarias, que han estado presentes en la historia desde su asentamiento en algún lugar determinado.

Más allá del estilo de vida y cultura moderna que representa a un país, existen pueblos que han mantenido sus raíces, tanto étnicas como culturales y lingüísticas, que tienen una organización distinta que ha prevalecido a lo largo de un periodo de tiempo prolongado.

En efecto, los indígenas representan a los llamados pueblos originarios, que a día de hoy prevalecen y mantienen sus costumbres a pesar de la globalización.

Definición de indígena

Un indígena es aquel que es originario de un determinado país. Es decir, no sólo se trata de un habitante de un lugar concreto, sino que además es nativo de allí.

Significado de indígena

La etimología viene de dos palabras en latín: inde que significa de allí y gens, que quiere decir población. El término se ha usado desde la época romana para referirse, tal como indica, a nativos u originarios de un territorio, siendo empleado en registros de autores como Tito, Livio y Plinio.

Es común confundir o asociar la palabra con indio, debido a su similitud. Sin embargo, no existe relación entre ambas, ya que indio es el gentilicio de personas provenientes de la India.

Esta confusión viene del error de Cristóbal Colón de definir a los pueblos originarios de América como indios al confundirlos con estos, término que es utilizado hasta nuestros días.

Diferencia entre indígena, nativo y aborigen

Aunque suelen utilizarse como sinónimos, estas palabras tienen diferencias entre ellas. Un nativo puede ser cualquier persona originaria de un país o un lugar que haya nacido en un territorio, tenga o no un linaje indígena.

Tribu indígena de Botswana
Imagen de los integrantes de una tribu indígena de Botswana.

En el caso de indígena y aborigen, sí existe relación, pues más allá de la etimología de indígena, la de aborigen también viene del latín: ab (desde) y origine (origen). Es decir, personas que viven en un lugar desde el principio o su origen. Sus usos dependen del país; por ejemplo, en Australia se dice aborígenes australianos para referirse a los pueblos originarios.

Indígenas y la conquista de América

A la llegada de los europeos, América se encontraba habitado por distintos pueblos. El continente estuvo deshabitado hasta la última glaciación, cuando un puente de tierra permitió cruzar desde Siberia hasta Alaska en lo que se conoce como el puente de Beringia, hace unos 14.000 años. Por lo tanto, los pueblos en la región se encontraban bien arraigados en estas tierras desde hace miles de años.

Tras el descubrimiento de América en 1492, el panorama del continente cambió: los pueblos fueron evangelizados, muchos de los sistemas tribales locales fueron reemplazados por el modelo europeo, estando sujetos a la correspondiente potencia colonizadora.

Muchos pueblos se opusieron y se enfrentaron a los colonizadores (algunas veces apoyados por otros pueblos) en acciones militares en las que los recién llegados resultaron victoriosos y dieron forma al continente, como las guerras de conquista desatadas contra aztecas e incas.

Uno de los aspectos más caóticos que afectó a los indígenas durante la conquista de América fueron las enfermedades nunca vistas, como la viruela, el tifus, la gripe y la fiebre amarilla. Al no tener anticuerpos, no pudieron resistir y hubo una enorme reducción de la población local.

Hoy en día, los amerindios (como se les conoce también) representan minorías en los países del continente. Muchos de los grupos étnicos desaparecieron al ser exterminados o formar parte del proceso de mestizaje con los europeos y los africanos traídos.

El salvaje Oeste

Cuando los Estados Unidos comenzaron su expansión hacia los territorios que hoy ocupan el oeste del país, dichas tierras se consideraban inhóspitas y estaban habitadas por indígenas que hacían vida en esa zona poco conocida.

Con los pioneros avanzando, los conflictos no se hicieron esperar: el gobierno intentó adueñarse de sus tierras y envió al ejército, en una pugna que fue conocida como las guerras indias y que se extendió de 1870 a 1880. Conflictos que se extendieron por todo el siglo XIX e involucraron a pueblos como los navajos, los apaches, los cheyennes, los arapahos y los modoc.

A pesar de la férrea resistencia, los indígenas fueron mermados en batallas y masacres, siendo finalmente diezmados y muertos sus líderes, entre los que destacan jefes como Caballo Loco y Toro Sentado. En la actualidad, los indígenas en el país se encuentran reducidos a las llamadas reservas indias, territorio bajo su control.

Indígenas no contactados

Mientras la mayoría de los grupos originarios se encuentran en amplias zonas conocidas, los indígenas no contactados son aquellos que, debido a su ubicación, se encuentran en un constante aislamiento. Esto es debido a sus deseos de mantenerse alejados o de ubicarse en zonas de difícil acceso geográfico, como áreas selváticas. En estas áreas remotas son capaces de ser autosuficientes, produciendo todo lo que necesitan para vivir de su entorno.

Mujer indígena
Retrato de una mujer indígena sin identificar. Fotografía realizada entre los años 1880 y 1889.

Estos grupos se hallan en países selváticos con amplias zonas inaccesibles, como Brasil, Bolivia, Papúa Nueva Guinea o India, donde destacan los indígenas aislados de la isla Sentinel del Norte.

Indígenas en la actualidad

En el mundo moderno, los indígenas siguen intentando mantener sus costumbres y tradiciones a pesar de la globalización. Muchos pueblos e idiomas se han extinguido, y otros están en peligro crítico.

En muchos casos se enfrentan a pobreza extrema y discriminación en los distintos países, mientras que en otras legislaciones cuentan con derechos más sólidos, como el reconocimiento a su tierra y su lengua, que tiene un estatus oficial.

Se estima que en la actualidad unos 300 millones de indígenas habitan en el mundo distribuidos en aproximadamente 5.000 pueblos.

Derechos indígenas

Diversas organizaciones del mundo garantizan los derechos de los indígenas, desde organizaciones no gubernamentales, regionales e incluso las Naciones Unidas.

En su declaración, la ONU reconoce los derechos humanos y la integridad de los pueblos autóctonos, además de otros elementos como su cultura, religión, idioma y territorio.

La Organización Internacional del Trabajo reconoce los derechos a la propiedad de tierra, a la igualdad y a la libertad. Se debe consultar a los pueblos ante cualquier medida administrativa o legislativa que los afecte, como la explotación de recursos en el territorio que ocupen.

A pesar de esto, muchas veces sus derechos son violados por gobiernos nacionales, por lo que reivindicarlos es una lucha constante.

Referencias:

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