Desde tiempos inmemoriales han existido personajes que, sin duda, han marcado un antes y un después en la historia debido a su modo de proceder. Si bien la mayoría de ellos pueden ser considerados líderes carismáticos, lo cierto es que han obtenido un poder político y gubernamental de manera coercitiva, siendo el terror, el genocidio y el silenciamiento de todo aquel que se atreva a disentir de su ideología, la forma de mantener su liderazgo y la obediencia de sus seguidores.
Tiranía es el término que describe a la perfección lo antes planteado. Conoce, a continuación, su definición, significado etimológico, características principales y, por supuesto, los ejemplos más recordados —por desgracia— de gobiernos tiránicos en la historia.
Definición de tiranía
Se define como tiranía al régimen de poder absoluto instaurado por un tirano. Este es el gobernante que accede al poder político mediante la fuerza, la violencia y la coerción, valiéndose del apoyo popular o bien del militar, ya sea interno o externo, para derrocar así al gobierno de turno.
El tirano ejerce su poder político y gubernamental sin límites ni restricciones morales; es cruel, abusivo, represor y, para muchos historiadores, un demagogo por excelencia, pues es capaz de atraer, mediante sus discursos o acciones, a una gran cantidad de seguidores (personas que respaldan su ideología incluso con su propia vida, si es necesario).
Concepto de tiranía según Jean-Jacques Rousseau
Jean-Jacques Rousseau, quien fuese uno de los escritores y filósofos de mayor influencia durante la Revolución francesa, define al tirano de la siguiente manera en su libro El contrato social: o los principios del derecho político:
En sentido vulgar, un tirano es un rey que gobierna con violencia y sin respeto a la justicia ni a las leyes. Pero, tomándolo rigurosamente, un tirano es un particular que se arroga la autoridad real sin tener derecho a ella: así entendían los griegos la palabra tiranos, y la atribuían indiferentemente a los buenos y a los malos príncipes cuya autoridad no era legítima, en cuyo supuesto tirano y usurpador son dos palabras sinónimas.
Para dar diferentes nombres a cosas diferentes, yo llamaría tirano al usurpador de la autoridad real, y déspota al usurpador del poder soberano. El tirano es el que se mete contra las leyes a gobernar según ellas; y el déspota es el que se hace superior a las mismas leyes. Así, el tirano puede dejar de ser déspota; pero el déspota es siempre tirano.
Significado de tiranía
El termino tiranía posee su raíz etimológica en el latín tyrannus, que significa gobernante ilegítimo. Por su parte, el latín tyrannus procede del griego τύραννος [týrannos], cuyo significado va desde señor, amo y soberano hasta gobernante que ostenta el poder absoluto sin estar limitado por ninguna ley.
Características de la tiranía
Si bien el actual concepto de tiranía, incluso el ofrecido por el diccionario de la Real Academia Española, dista mucho de su concepto original —siendo este un sinónimo de usurpador—, lo cierto es que, a efectos prácticos, dicho concepto ha evolucionado hasta convertirse en un término que puede ser referido por antonomasia bajo las siguientes características.
Ilegitimidad
Esta es, quizás, la única característica que el concepto actual de tiranía comparte con la antigua percepción de los griegos de dicho término. El gobierno del tirano, ya sea este una buena o mala persona, o un buen o mal gobernador, siempre será ilegitimo, pues es la senda que este escoge para alcanzar la máxima autoridad política y gubernamental de una nación o bien para mantenerla.
Autoritarismo
El autoritarismo es una característica intrínseca en los regímenes tiránicos. Independientemente del origen del mismo, para mantenerse en el cargo el tirano siempre optará por la coerción y la violencia, tanto a leyes como a cualquiera que se atreva a disentir de sus ideologías.
Injusticia
El tirano, bajo la percepción actual del término, es la encarnación misma de la injusticia. Su gobierno es arbitrario, ilegitimo, excesivo y desmedido. Siendo el tirano aquel que ostenta la soberanía entera de una nación, ninguna ley o voluntad se encuentra por encima de él.
Represión
La represión, ya sea sistemática y sigilosa o abiertamente explícita, es una característica y cualidad de los tiranos. Estos prohibirán todo tipo de protesta o postura que difiera de la suya, y todo aquel que ose desafiarlo será silenciado.
Abusos
El tirano, al estar por encima de toda ley y voluntad ajena a la de él mismo, no se detiene a pensar si sus actos son justos o injustos, si son legítimos o ilegítimos, si son necesarios o innecesarios; simplemente los hace.
Al contemplar que sus acciones no derivan en represalias negativas para sí mismo y que, además, no existe nadie con la capacidad de detenerlo, comete abusos de poder constantemente contra personas, instituciones o comunidades.
Ad populum y colectivismo
El argumento populista conocido como ad populum es un sofisma bajo el cual se han erigido los regímenes tiránicos más atroces de la historia. El tirano casi siempre será un demagogo, pues justifica sus acciones con el bienestar común o el bienestar de quienes comparten su ideología (lo que no es más que una postura colectivista).
Lo cierto es que el tirano, en sí, es la encarnación de la voluntad popular, por lo que sus decisiones siempre serán las mejores para lo que él representa y nunca tendrá en consideración los derechos de sus detractores.
Esto se conoce como la tiranía de las mayorías, no solo porque las minorías no pueden hacer valer sus puntos de vista, sino porque ni siquiera pueden expresar su voz.
Ejemplos de tiranías a lo largo de la historia
Tiranías en la Edad Antigua
- Treinta Tiranos (Grecia): en el año 404 a. C, luego de que finalizase la guerra del Peloponeso, treinta magistrados, conocidos como los Treinta Tiranos, gobernaron por menos de un año en la ciudad de Atenas, Grecia. Durante su mandato, ejercieron un poder sin límites y asesinaron a un 5% de la población ateniense.
- Calígula: Cayo Julio César Augusto Germánico, mejor conocido como Calígula, fue un emperador romano que ejerció un mandato de terror y excesos. La mayoría de historiadores lo definen como sádico, perverso, extravagante, egocéntrico, cruel, demente, asesino y autoritario.
Tiranías en la Edad Media
- Gengis Kan: es el mayor conquistador de todos los tiempos y el padre fundador del Imperio mongol. Se hizo con el control de China (ver Imperio chino), Turquía, Turkestán, Irán, Irak y parte de Rusia. Dichas conquistas acabarían con la vida de casi 40 millones de personas.
Tiranías en la Edad Moderna
- Iván el Terrible: Iván IV de Rusia, quien fuese zar desde el 16 de enero de 1547 hasta el 28 de marzo de 1584, ejerció un mandato de terror. Torturaba animales por diversión, arrojaba perros al vacío desde las almenas del Kremlin, envío al príncipe Andréi Shuiski a una jauría de perros hambrientos, inculpaba de homicidio a inocentes e incluso asesinó a su propio hijo. Si bien Rusia surgiría como potencia gracias a su accionar, muchos personas perecieron por su culpa.
Tiranías en la Edad Contemporánea
- Adolf Hitler: proclamado, tanto por historiadores como por personas de todas las naciones, como uno de los peores tiranos de todos los tiempos, Adolf Hitler fue el máximo líder alemán del Tercer Reich. Sus políticas expansionistas traerían como consecuencia el inicio de la Segunda Guerra Mundial, el genocidio de la población judeo-europea y la muerte de más de dieciocho millones de personas.
- Iósif Stalin: a menudo eclipsado por la figura de su homólogo alemán, Adolf Hitler. Stalin fue el máximo líder de la Unión Soviética y ejerció un mandato de terror que se extendió por unos 30 años. Durante su mandato, acabó con la vida de entre 8,5 a 51 millones de personas (según El libro negro del comunismo).
- Mao Zedong: es, sin duda, el más digno ejemplar de lo que significa ser tirano. No existe punto de comparación alguno con los tiranos antes expuestos, pues es el responsable directo de la muerte de al menos setenta millones de personas. Se le considera el más grande asesino de todos los tiempos.
Referencias: