Sedentarismo

Desde un enfoque histórico, el sedentarismo se entiende como el paso de una comunidad de individuos desde el nomadismo hasta radicarse en un sitio determinado. Esto quiere decir que pasaron de movilizarse desde un sitio a otro y se establecieron en un territorio determinado al cual comenzaron a considerar como suyo. La razón principal de este cambio de paradigma se basó en que la humanidad pasó a tener control sobre la agricultura.

Definición de sedentarismo

El sedentarismo se refiere al modo de vida que adopta un grupo numeroso de personas al establecerse en un sitio en concreto y convivir como sociedad. Es la antítesis del nomadismo, conducta en la que los individuos se trasladaban de un sector a otro en búsqueda de recursos alimenticios.

¿Cuándo comenzó el sedentarismo?

Los historiadores sitúan la aparición del sedentarismo en el Mesolítico, aunque no se generalizaría hasta el Neolítico. De esta forma, estiman que los pueblos nómadas comenzarían a asentarse en un solo lugar hace aproximadamente 10.000 años.

Los primeros avistamientos de sociedades sedentarias se sitúan en lo que hoy en día reconocemos como Oriente Medio. Este estilo de vida se extendería hacia otras regiones hasta que se fueron formando las primeras ciudades.

Características del sedentarismo

Revolución agrícola

La denominada revolución agrícola es el proceso que promovió el cambio en el modo de vida en los pueblos nómadas. A partir de que estos comenzaron a dominar la agricultura lograron una estabilidad que antes no tenían, pues debían recorrer grandes distancias para poder consumir los recursos que se producían de forma natural.

Aparición de las sociedades

Además del desarrollo agrícola, una característica principal de los pueblos sedentarios es el paso de convivir en grupos relativamente pequeños a hacerlo en sociedades que iban en aumento. Con el transcurrir de los años, esto trajo consigo la formación de las primeras ciudades de la historia.

Población

En la antigüedad, los habitantes de los pueblos sedentarios solían nacer, crecer y morir en el mismo sitio. Naturalmente, en este tenían refugio, alimentos, seguridad y se hablaba la misma lengua, entre otros factores. Sí podían abandonarlo por motivos forzosos, como, por ejemplo, guerras, hambrunas, catástrofes u otros males.

Cambios por el sedentarismo

Avance tecnológico

Al establecerse en un mismo espacio por tiempo indefinido, los pueblos sedentarios lograron todos los avances tecnológicos y de vida que permitieron a la humanidad llegar hasta lo que es hoy. Sin este modo de vida, la historia del ser humano sería otra.

Nuevas construcciones

Un ejemplo de ello fue el cambio en la edificación de sus viviendas. Al estar en un solo sitio, centraron sus esfuerzos en construir edificaciones resistentes y de mayor tamaño, algo que no hubiese sido de interés para los nómadas. Con el paso del tiempo, las edificaciones se fueron haciendo más complejas y con motivos distintos a los de solo vivienda, como en el caso de los templos, por ejemplo.

Mayor longevidad

El sedentarismo también permitió alcanzar una vida más longeva, pues las personas dejaron de estar a merced de las adversidades de la naturaleza, como los depredadores, el frío, etc. Los nómadas debían exponerse constantemente a esto al transitar por territorios que les eran desconocidos.

Nuevos pueblos

En lo social, el sedentarismo dio paso a la formación de las primeras ciudades y, con estas, la identidad de pertenecer a un espacio y a una cultura específica. Esto permitió la formación de los primeros pueblos, pero desafortunadamente también trajo los enfrentamientos entre estos por tomar los recursos o territorios de otros.

Sociedades más complejas

Por otra parte, las sociedades se fueron haciendo más complejas y estratificadas, hasta el punto en el que, como en la actualidad, grupos de poder poseían influencia sobre otros grupos. En este sentido, con el paso del tiempo fueron apareciendo las primeras estructuras de gobierno que facilitaron el desarrollo del pueblo en cuestión.

La aparición de las ciudades

Los humanos eran nómadas por desconocimiento o control sobre la agricultura. Una vez esta fue dominada, comenzó otra etapa en su existencia. En el cambio del nomadismo al sedentarismo se alcanzó rápidamente un avance en el orden social y económico de la sociedad.

El punto máximo del avance por sedentarismo fue el surgimiento de las ciudades. A partir de ellas se comienza a distinguir un territorio de otro y se diferencian con énfasis que las personas que allí habitan guardan una identidad y costumbres específicas.

Gracias al surgimiento de las ciudades se evidencia un aumento en la acumulación de riquezas, alimentos y recursos. Además, la convivencia estable entre individuos permitió un desarrollo aún más grande y rápido.

Fuentes:

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