Hoy día, resulta difícil imaginar cómo podría ser la vida si los motores de combustión interna jamás hubiesen sido descubiertos.
¿Os habéis preguntado alguna vez cómo sería nuestra existencia sin automóviles, motocicletas, aviones, barcos y el resto de vehículos indispensables para la actual sociedad? Lo más posible es que aún empleásemos máquinas de vapor para trasladarnos; afortunadamente, la realidad del presente es otra.
Precisamente debido a su relevancia, consideramos que resulta indispensable que conozcáis la historia de la invención del motor de combustión interna.
Definición de motor de combustión interna
Un motor de combustión interna o motor de explosión es un tipo de máquina con la capacidad de generar energía mecánica a partir de la combustión interna de una mezcla de aire y combustible.
El agregado, combustión interna, se debe a que este, a diferencia de otros motores, como, por ejemplo, la máquina de vapor, realiza el proceso de combustión en su interior (específicamente, en la cámara de combustión).
¿Quién inventó el motor de combustión interna?
El motor de combustión interna, al igual que otros inventos, como, por ejemplo, el telégrafo o la máquina de escribir, no tuvo un único inventor. Es por ello que la interrogante que ha sido planteada no puede ser respondida citando un solo nombre junto a una única fecha.
Así pues, la siguiente lista expondrá los nombres de los inventores que presentaron su propia versión del motor de combustión interna, junto al año de su publicación, desde la primera patente conocida hasta el primer motor con relativo éxito comercial.
- Nicéphore Niépce (1807): Niépce obtuvo la patente de su motor Pyréolophore el 28 de julio de 1807 de las manos del mismísimo Napoleón Bonaparte.
- François Isaac de Rivaz (1807): el motor de Rivaz utilizaba una mezcla de oxígeno e hidrógeno como propulsor; la ignición era provocada por una chispa eléctrica.
- Samuel Brown (1823): el motor de Brown fue el primero aplicado a nivel industrial.
- Samuel Morey (1826): Morey obtiene una patente para un motor de combustión interna que usa gasolina o vapor sin compresión.
- William Barnet (1838): Barnet obtiene la patente para un motor de combustión interna con compresión (la primera patente para un motor de compresión en el interior del cilindro del motor de la que se tiene constancia).
- Jean Joseph Etienne Lenoir (1860): Lenoir construye el primer motor de combustión interna en ser fabricado en cantidades importantes.
Historia del origen del motor de combustión interna
De la máquina de vapor al motor de combustión interna
Como habrás de suponer, el motor de combustión interna nace como una evolución del motor de combustión externa por excelencia de inicios del siglo XIX: la máquina de vapor.
Sería precisamente por este motivo que el motor de combustión interna encontraría multiples barreras a nivel científico y social, pues ya la invención de la máquina de vapor había significado un salto tecnológico gigantesco.
En este sentido, para los científicos de la época resultaba difícil imaginar que existiese otro tipo de motor que fuese mucho más eficiente que la máquina de vapor.
A pesar de esto, en 1860 el inventor belga Etienne Lenoir se atrevería a construir un motor de combustión interna. Si bien apenas aprovechaba un 3% de la energía que producía, su invención marcaría un punto de inflexión en la historia y evolución de los motores de combustión interna.
En 1876, el alemán Nicolaus Otto implementaría el funcionamiento de ciclo de cuatro tiempos en su propia versión del motor de combustión interna.
El motor de Otto se encendía por chispa externa y disponía de pistones alternativos. Aunque representaba una mejora considerable respecto al motor de Lenoir, su gran peso imposibilitaba su implementación en vehículos.
Las contribuciones científicas del inventor alemán Nikolaus Otto permitieron expandir el conocimiento y la comprensión de los motores de combustión interna por toda Europa, por lo que las mejoras no se harían esperar. En 1878, el escocés Dugald Clerk inventaría el primer motor de combustión interna con un ciclo de dos tiempos.
Del primer vehículo con motor a gasolina al primero con motor diésel
En 1779, el inventor alemán Karl Benz patentaría un motor de combustión interna con ciclo de dos tiempos, basándose en la tecnología del motor de cuatro tiempos de Otto.
A partir de este, Karl Benz construiría un motor de cuatro tiempos que emplearía en su propio automóvil, recibiendo la patente alemana (#37 435) del primer automóvil con motor de combustión interna de cuatro tiempos en 1886.
El automóvil de Benz no tenía cuatro ruedas, sino tres, siendo más bien un triciclo. Su chasis era tubular y se impulsaba por un motor monocilíndrico de 954 cm³ y una potencia de 2/3 CV a 250 rpm.
La siguiente evolución del motor de combustión interna no tardaría siquiera un año en llegar gracias a Gottlieb Daimler, quien había colaborado con Nikolaus Otto en la invención de su mítico motor.
Gottlieb Daimler se convertiría en la primera persona en construir un automóvil de cuatro ruedas y dos velocidades de transmisión propulsado por un motor de combustión interna acoplado en posición central-vertical, de un solo pistón.
Para el año 1989, Gottlieb Daimler, en asociación con Wilhelm Maybach, logaría comercializar el primer automóvil propulsado por un motor de dos cilindros en V, y que, además, hacía uso de una caja de cambios de cuatro velocidades.
En 1892, el alemán Rudolf Diesel inventó un motor de combustión interna capaz de funcionar con combustibles pesados: el motor diésel. Este, a diferencia del motor de gasolina, era muy grande y ruidoso, y, por si fuera poco, implicaba altos costos de producción.
A pesar de ello, el motor diésel no sería descartado, sino que recibiría mejoras con el pasar de los años y sería empleado en vehículos de mayor tamaño.
Importancia del motor de combustión interna
Basta con salir y contemplar las ciudades, los grandes sembradíos e, incluso, los cielos para interiorizar cómo la aparición del motor de combustión interna a finales del siglo XIX se convirtió en un punto de inflexión en la historia de nuestra especie.
Desde el siglo XX hasta la actualidad, el motor de combustión interna ha sido el músculo que ha movido la mayoría de los sistemas de transporte existentes, sin importar el medio por el cual dichos vehículos se desplacen: tierra, mar o aire.
Sin embargo, el motor de combustión interna no ha tenido única y exclusivamente aplicaciones con fines filantrópicos. Cabe destacar que fueron precisamente estos tipos de motores los que dieron vida (y continúan dando) a los aviones, tanques, buques y demás máquinas que acabaron con la vida de millones de personas en las guerras y genocidios del pasado siglo (especialmente en la Primera Guerra Mundial y en la Segunda Guerra Mundial).
En la actualidad, los motores de combustión interna comienzan a perder relevancia debido a la crisis energética y a la aparición de nuevos motores híbridos, eléctricos y solares.
A pesar de ello, los motores de combustión interna siguen siendo la opción preferida de la mayoría de personas y empresas alrededor del mundo. Tal vez, en un futuro no muy lejano, surja un motor lo suficientemente eficaz como para reemplazarlo.
Referencias:
- Motor de combustión interna. Wikipedia.
- Historia del motor de combustión interna. Wikipedia.
- La historia del motor de combustión interna. Patio de Autos.
- El motor de combustión interna, el rey del transporte en el siglo XX. Blogthinkbig
Muchas gracias por la información
Dios te bendiga siempre