Acueducto de Segovia

La antigua Roma se caracterizó por sus maravillas arquitectónicas, algunas creadas con el objetivo de facilitar la vida de sus ciudadanos.

Mientras Roma se expandía, sus nuevos territorios no eran la excepción a estas construcciones, y la península ibérica tampoco lo fue, construyendo infraestructuras como los acueductos, sistemas de irrigación que permiten transportar el agua desde largas distancias.

Uno de los más imponentes acueductos se encuentra en la ciudad de Segovia, donde los romanos dejaron un legado que perdura a través de los siglos con esta monumental construcción.

¿Qué es el acueducto de Segovia?

Es un acueducto, es decir, un sistema de irrigación que permite transportar un grupo continuo de agua proveniente de alguna fuente (principalmente ríos) que se encuentra ubicado en la ciudad española de Segovia y que fue construido en tiempos del Imperio romano.

El mismo transporta agua desde el manantial de la Fuenfría, un paso que atraviesa la sierra de Guadarrama. Sus imponentes arcos y arcadas atraen a miles de turistas anualmente, principalmente a la plaza del Azoguejo, donde sus arcos alcanzan un máximo de 38 metros.

¿Dónde se encuentra ubicado el acueducto de Segovia?

Tal y como su propio nombre indica, se encuentra ubicado en la ciudad española de Segovia, capital de la provincia de igual denominación ubicada en el centro del país.

Acueducto de Segovia
Ilustración del acueducto de Segovia.

Segovia forma parte de la comunidad autónoma de Castilla y León y, en tiempos romanos, se integraba en la provincia Tarraconense; tras su división, pasó a formar parte de la provincia Cartaginense.

¿Cuándo se construyó el acueducto de Segovia?

Se estima que la obra se realizó a comienzos del siglo II, una época de gran esplendor en
Roma durante la dinastía Antonina.

La obra se levantó a partir de los años 112116, lo cual hubiese sido durante el periodo final del emperador Trajano o en los comienzos del reinado de Adriano.

¿Por qué se construyó el acueducto de Segovia?

Durante la época romana, el asentamiento de Segovia había crecido enormemente, pasando de ser una mansio (una parada junto a una calzada) a una parte importante de la Colonia Clunia Sulpicia, la principal ciudad de la que Segovia era convento jurídico.

La necesidad de contar con agua para la creciente población conllevó la creación de este acueducto, pues era necesario disponer de una infraestructura que pudiese traer el agua desde las fuentes cercanas sin la necesidad de recorrer la distancia para ir a buscarla.

Historia del acueducto de Segovia

Las fuentes históricas del acueducto son limitadas, y no hay mucha información sobre su periodo de construcción y su autor. A día de hoy se sabe que, en la parte más alta, había una cartela donde se constataba la fecha y el constructor; sin embargo, no perduró.

Ilustración del acueducto de Segovia
Grabado del acueducto de Segovia, obra de Jan Cornelisz Vermeyen (siglo XVI).

Esta obra fue construida durante uno de los periodos de mayor riqueza y prosperidad de Roma, específicamente en tiempos de la dinastía Antonina y dentro de la etapa conocida como los Cinco emperadores buenos.

Tras la caída de Roma, el acueducto continuó con su función a lo largo de los siglos, siendo un claro legado del pasado romano.

Sin embargo, en 1072 sufrió desperfectos en su estructura, pues los musulmanes dañaron parte de la misma. Esta fue reparada en tiempos de los Reyes Católicos entre los años 1484 y 1489, reedificándose 36 arcos respetando el diseño original; posteriormente, en el siglo XVI se colocaron las estatuas de la Virgen del Carmen y san Sebastián.

En el año 1985, el acueducto fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y, en 1992, los vehículos dejaron de circular entre sus arcadas, pues el constante movimiento y la contaminación estaba afectando a la estructura.

Importancia del acueducto de Segovia

Más allá de su función de facilitar el suministro de agua, el acueducto impulsó el desarrollo de la ciudad de Segovia y es un importante vestigio de la presencia romana en la península ibérica así como de sus avances arquitectónicos.

Si bien no es el único acueducto existente, su estado de conservación es excepcional, por lo que es uno de los más importantes aún en pie.

Fotografía del acueducto de Segovia
Fotografía del acueducto de Segovia. Imagen de Flickr.

La ciudad de Segovia en la actualidad todavía se beneficia de esta construcción de casi 2.000 años, pues la maravilla arquitectónica atrae anualmente miles de visitantes que favorecen la economía local con el turismo.

Características del acueducto de Segovia

Estos son los datos técnicos del acueducto de Segovia:

  • Altura: varía según la zona, pues en la parte más elevada alcanza una altura de 28 metros.
  • Longitud: tiene una extensión de unos 17 kilómetros, de los cuales 15 corresponden al trayecto antes de llegar a la ciudad.
  • Arcos: en total el acueducto cuenta con 167 arcos sostenidos por 120 pilares.
  • Material: fue construido con piedras talladas de granito (se usaron unos 20.400 bloques de piedra).
  • Suministro: a pesar de que el asentamiento en tiempos romanos era pequeño pero creciente, tenía la capacidad de suministrar agua a unas 20.000 personas, muy por encima del número de habitantes.
  • Trayecto: desde el manantial de la Fuenfría transporta agua hasta la ciudad de Segovia, terminando su trayecto en la zona donde se encuentra el alcázar, uno de los castillos más emblemáticos de la ciudad.
  • Ingeniería: los bloques de granito no están unidos por ningún tipo de material, sino que mantienen un equilibrio de fuerzas perfecto y sólido.

Leyenda del acueducto de Segovia

Una obra tan antigua como el acueducto de Segovia ha servido de inspiración para crear historias; una de las más populares guarda relación con la necesidad de su construcción.

La leyenda narra que una niña debía subir todos los días a la montaña para conseguir agua y, un día, cansada de esto, le pidió al demonio que construyera algún medio para que no tuviese que subir y bajar con su cántaro.

Esa misma noche se le apareció el demonio y se ofreció a construir un acueducto con la condición de que, si terminaba antes de que cantara el gallo, debía entregarle su alma.

Fotografía del acueducto de Segovia
Fotografía del acueducto de Segovia. Imagen de Flickr.

La niña aceptó y el demonio comenzó la construcción del acueducto. No obstante, a medida que avanzaba la niña se arrepintió de su deseo, pero para su suerte, justo cuando faltaba una piedra para terminar la obra, cantó el gallo, lo que hizo que el demonio fracasara y la niña pudo conservar su alma.

En aquel último hueco en el que faltó colocar la piedra, ahora está puesta la estatua de la Virgen de Nuestra Señora de la Fuencisla.

Referencias:

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