Enfermedades de la Edad Media

La Edad Media fue un período de tiempo en el que la humanidad se mantuvo en condiciones adversas. Un ejemplo de ello fue la mala salubridad que debieron enfrentar las sociedades de la época y con esto la proliferación de enfermedades que conllevaban la muerte de miles de personas.

Algunas de estas tuvieron un efecto tan destructivo que cambiaron significativamente el curso de la historia.

La salud en la Edad Media

La Edad Media fue el periodo de la historia comprendido entre el año 476 y los años 1453 ó 1492 (dependiendo de los historiadores). Se caracterizó por un estancamiento en el desarrollo social y cultural que afectó significativamente todos los aspectos de la vida de las personas.

En materia de salud no fue la excepción. Las enfermedades que hoy en día se contemplan como muy comunes y fáciles de curar, en aquel entonces eran causantes de muerte. Hasta un simple resfriado podía traer complicaciones y terminar con la existencia de las personas.

Este contexto se veía agravado por claras desigualdades sociales en las que la gran mayoría de la gente estaba desposeída de los resguardos más básicos tanto en salud como en una higiene adecuada, acceso a medicinas y cuidados médicos (los cuales también eran limitados).

Causas de las enfermedades de la Edad Media

Existen una gran cantidad de causas de por qué este periodo favoreció la proliferación de enfermedades en Europa, escenario protagónico de la Edad Media. A continuación, pasamos a enumerarlas:

Estancamiento intelectual

Una de esas causas, si no la principal, es el claro estancamiento intelectual que tuvo la sociedad a lo largo de muchos siglos. No por nada este período es conocido como el Oscurantismo, pues deliberadamente algunos sectores de las sociedades ejercieron presión para que los avances en materia científica se estancaran.

Causas sociales

Los factores sociales tuvieron gran responsabilidad en la salubridad deficiente y con proliferación de pandemias. Existía un gran aletargamiento social, económico y cultural. En las sociedades reinaba gran ignorancia y decadencia, además de mucha superstición en referencia a las enfermedades.

Cuando estas azotaban a una población, los monarcas y la Iglesia solían hacer caso omiso a menos de que esta alcanzara un nivel crítico, como fue el caso de la peste negra.

Algunas Enfermedades de la Edad Media

Peste negra

Hablar de las enfermedades de la Edad Media es hablar de la peste negra. Sin lugar a dudas una de las pandemias más terribles que ha vivido la humanidad -posiblemente la mayor- y que, de hecho, inmortalizó la realidad trágica de que: apenas había vivos para enterrar a los muertos.

Por carencia de desarrollo médico, biólogico  científico, nunca se logró investigar con precisión la causa de esta enfermedad ni cuál era su naturaleza exacta. Algunos historiadores especializados en medicina apuntan a que se trató de una vertiente de la peste bubónica, otros se encaminan a enfermedades distintas como el carbunco.

Otros teóricos explican a que provenía de las pulgas de las ratas negras y que su origen era de China, la cual fue traída a Europa por navegantes de Génova, en donde se esparció con una rapidez vertiginosa. Afectó a todo el territorio de Eurasia en el siglo XIV, alcanzando su punto crítico entre los años 1347 y el 1353.

Era una enfermedad que generaba bubones en las ingles, axilas y cuello. También afectaba a los pulmones y con ello a las vías respiratorias. Por último, y quizás lo más devastador, se generan hemorragias cutáneas con placas de color negro, característica que dio nombre a la enfermedad. Luego de estos síntomas, los afectados encontraban la muerte tras apenas una semana.

El efecto de esta pandemia causó la muerte de un tercio de la población de Europa, lo que cambiaría la historia de la humanidad entera.

La plaga de Justiniano

Esta fue una enfermedad pandémica que apareció en el Imperio Bizantino entre el año 541 y 542 durante el periodo en el que el emperador era Justiniano, quien incluso contrajo la enfermedad pero logró superarla con vida.

Muchos autores creen que, en efecto, se trató de la propia peste bubónica, pero de ello no hay certeza. Lo que sí se sabe es que, al momento de su aparición y clímax, un aproximado de 25 millones de personas perecieron por su efecto, cifra que se multiplicó por reapariciones del brote a lo largo de los dos siglos que continuaron.

La enfermedad afectó significativamente al Imperio romano de Oriente, pues las tropas de este se vieron diezmadas y, por consiguiente, la expansión del propio imperio.

Lepra

Si bien fue una enfermedad que no apareció en la Edad Media, debido a las casi inexistentes condiciones de salubridad y cuidados, la lepra proliferó hasta llegar a ser una de las enfermedades más mortíferas de la época.

Al ser considerada un castigo divino, la enfermedad traía la total marginalidad hacia el afectado. Este no solo debía sufrir los dolores y penas por padecerla, sino también un aislamiento absoluto apartado de la sociedad hasta el día de su muerte.

Además, dirigida por la Iglesia, se realizaba una procesión en donde se le comunicaba al resto de la sociedad que dicha persona tenía la enfermedad para que nadie buscase ayudarle.

Siendo una enfermedad antigua, no se puede estimar la cantidad de afectados durante durante toda la Edad Media. Lo que sí se pudo preservar fue la abundancia de casos y de víctimas por esta, los cuales no eran tratados ni recibían ningún tipo de cuidado, sino más bien su expulsión.

Fuentes:

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