Durante años, el genio militar de Napoleón Bonaparte había cosechado una gran cantidad de victorias que le habían valido de mucho prestigio, pero a su vez de gran poder, por lo que ejercía una enorme influencia en el continente europeo.
Los esfuerzos de sus enemigos para derrotarlo habían sido infructíferos y las coaliciones formadas con anterioridad no habían logrado su objetivo. Pero ahora, con la fallida invasión de Rusia y las derrotas en España, los aliados habían logrado organizarse de nuevo para derrotar a Napoleón bajo la Sexta Coalición.
Su mayor oportunidad tendría lugar en la batalla de Leipzig, el mayor enfrentamiento de todas las guerras napoleónicas, hasta el punto de ser conocida como la batalla de las naciones.
¿Cuándo y donde ocurrió la batalla de Leipzig?
La batalla tuvo lugar entre el 16 y el 19 de octubre de 1813 en la ciudad de Leipzig (actual Alemania).
En aquel entonces, la ciudad era parte del Reino de Sajonia, el cual fue un miembro independiente de la Confederación del Rin, un grupo de Estados clientes de Napoleón.
Antecedentes y contexto histórico de la batalla de Leipzig
Tras la fallida invasión a Rusia, donde las fuerzas de Napoleón sufrieron grandes bajas y tuvieron que retirarse, se formó la Sexta Coalición por parte del Reino Unido, España, Portugal, Rusia, Prusia, Suecia y Austria (con anterioridad, estos países habían sufrido derrotas a manos del Imperio napoleónico).
Esto, ligado a las victorias aliadas en la guerra de Independencia española, hizo que la situación fuera crítica para Napoleón, quien se vio en la necesidad de organizar un nuevo ejército con las tropas sobrevivientes de la campaña rusa.
Para empeorar las cosas, algunos de sus Estados clientes alemanes ya no mostraban fidelidad al líder galo, y en Francia la gente se oponía cada vez más a la guerra.
Campaña de Alemania
A pesar de esto, Napoleón fue capaz de reconstruir su ejército y concentró sus esfuerzos en recuperar el territorio perdido en Alemania contra rusos y prusianos.
Sus victorias en la batalla de Lützen, el 2 de mayo, y en Bautzen, entre el 20 y el 21 de mayo, llevaron a la tregua de Pläswitz, donde las partes acordaron un armisticio por nueve semanas.
Con intenciones inmediatas de volver a la guerra, Austria retomó las hostilidades el 12 de agosto; sin embargo, los austriacos fueron vencidos por Francia en la batalla de Dresde, quince días mas tarde.
Estas derrotas llevaron a los aliados a replantear sus estrategias, algo que fue muy positivo, pues vencieron a los franceses en las siguientes batallas de forma continua, haciéndoles sufrir grandes bajas y afectando sus líneas de suministros.
Para empeorar las cosas, el Reino de Baviera cambió de bando al apoyar a la coalición. Napoleón necesitaba sacar a Prusia de la guerra y, para ello, envió a uno de sus generales a tomar su capital, Berlín. Sin embargo, fracasó y los franceses debieron retroceder.
Fases de la batalla de Leipzig
Preludio de la batalla de Leipzig
Napoleón se había retirado hacia el oeste, organizando sus fuerzas alrededor de la ciudad de Leipzig; necesitaba proteger sus líneas de suministros y obtener una victoria contra los ejércitos enemigos que se aproximaban.
Rusos, austriacos, prusianos y suecos estaban cerca, y el ejército del emperador francés, apoyado por los miembros de la Confederación del Rin que aún lo apoyaban, estaba en una situación de desventaja.
Estrategias de la batalla de Leipzig
A pesar de ser superado en número, Napoleón planeaba tomar la ofensiva sobre sus enemigos. Para ello contaba con los ríos que rodeaban Leipzig, pues la ubicación representaba una gran ventaja, ya que los ríos convergen y dividen el terreno en cuatro sectores separados.
Además, los puentes estaban bajo su control, por lo que podía trasladar a sus tropas más rápidamente que los aliados, quienes, al tener una gran cantidad de soldados en la ubicación en la que se encontraban, tendrían dificultades para movilizarse.
Por su parte, los aliados tuvieron más dificultades para establecer un plan, pues entre los reyes de Prusia, Austria y Rusia había opiniones diferentes y no estaban de acuerdo entre los tres con los planes presentados.
Finalmente, el mariscal de campo austriaco Carlos Felipe de Schwarzenberg presentó un plan para satisfacer a todos: su idea consistía en un ataque en el que los granaderos y coraceros austriacos avanzarían entre los ríos con el objetivo de cercar al ejército francés y causarle grandes bajas.
Mientras tanto, las tropas rusas y prusianas se acumularían como una reserva general para lanzar un nuevo ataque contra el debilitado ejército francés.
Desarrollo de la batalla de Leipzig
La batalla comenzó el 16 de octubre. En este día hubo grandes combates en el que ambos ejércitos sufrieron muchas bajas en sus intentos de romper las posiciones enemigas en distintas zonas.
Los aliados no alcanzaron su objetivo y fueron obligados a retroceder. Sin embargo, Napoleón tampoco logró su meta de romper las líneas aliadas, por lo que al final del día el combate estuvo estancado y sin resultados claros.
Al día siguiente no hubo grandes enfrentamientos, salvo dos combates en los que la caballería aliada causó grandes pérdidas a los franceses, quienes recibieron refuerzos durante el día.
El 18 de octubre no había aún un resultado claro, pues ambos ejércitos mantenían sus posiciones. Sin embargo, Napoleón era consciente de las pérdidas sufridas que, tarde o temprano, causarían que el ejército aliado lograra rodearlos y destruirlos.
Es por ello que decidió negociar, ofreciendo varias de sus fortalezas a cambio de permitir su retirada. Los aliados rechazaron su oferta y lanzaron un masivo ataque a todas las posiciones del frente, con el que lograron su objetivo de rodear a los franceses a cambio de sufrir grandes bajas.
Tras esto, los franceses y sus aliados lograron resistir la embestida que se estaba librando en varias zonas, pero, tras grandes bajas y la llegada de refuerzos suecos, la situación era desesperada, hasta el punto de que sus aliados alemanes desertaron. Las tropas francesas lograron mantener su posición pese a todo, y para la noche Napoleón preparó una evacuación en secreto.
No fue hasta el día siguiente que los aliados se enteraron de la retirada y lanzaron un ataque a las tropas que huían, lo que conllevó algunos enfrentamientos. Al final del día, los franceses se habían ido al otro lado del río Elster y volaron los puentes. Los aliados habían vencido y Napoleón sufrió su más grande derrota.
Consecuencias de la batalla de Leipzig
La batalla puso fin a la presencia francesa al este del río Rin y, a su vez, causó el cambio de bando de los Estados que conformaban la Confederación del Rin.
Esta derrota acabó con la reputación de Napoleón y los aliados estaban decididos a continuar la guerra hasta suelo francés, por lo que el emperador no tenía otra opción que regresar a su país para preparar la defensa.
Referencias: