Horus, dios de la realeza en el cielo, de la guerra y de la caza según la mitología egipcia. Fue, junto a Ra, Osiris y Seth, uno de los dioses más populares del antiguo Egipto.
Sus grandes hazañas son relatadas en el mito de Osiris, donde se narra cómo pasó de ser un niño criado por Thot a convertirse en aquel que recuperase el trono de Egipto de las manos de su tío, Seth, el asesino de su padre, Osiris.
Significado de Horus
Horus es, en realidad, la transliteración de la forma helenizada Ώρος del antiguo egipcio Hr, siendo este último el verdadero nombre de Horus dado en el antiguo Egipto.
Sin embargo, al no existir vocales en la escritura jeroglífica, este también seria conocido como:
- Hor.
- Heru.
- Har.
Origen e historia del culto de Horus
Se tiene constancia de la existencia del culto a Horus desde la época predinástica, es decir, antes de la unificación del valle del Nilo y el posterior nacimiento del Egipto dinástico y faraónico.
Lo más probable es que el culto a Horus se originara en las proximidades del delta del Nilo, esparciéndose desde allí a distintas ciudades y reinos del Mediterráneo.
No obstante, recibiría ciertas modificaciones en sus nombres, historia y características, pues cada cultura y subcultura lo asimilaría y lo adoraría de distinta manera.
Algunos de los nombres bajo el cual Horus fue adorado y venerado son los siguientes:
- Harendotes.
- Harpócrates.
- Harpara.
- Haroeris.
- Harsiase.
- Harsomtus.
- Horajty.
- Horbehedeti.
- Horhekenu.
- Horimyshenut.
- Hormenu.
- Hornebmesen.
- Hornejeny.
- Horpanebtauy.
- Hortehenu.
- Jonsu.
La mayoría de los nombres de la lista antes expuesta fueron utilizados dentro del mismo Egipto para referirse al mismo dios, Horus.
Sin embargo, destaca de manera especial Harpócrates, ya que, bajo dicha denominación, Horus sería adorado en la antigua Grecia.
Los helenos no sólo tomarían algunas características de Horus como deidad, sino que lo asimilarían casi en su totalidad, incluso incluyendo en su culto a su madre, Isis.
Así pues, en Grecia venerarían a Horus en distintas representaciones, aunque las más destacadas serían en su clásica forma antropomórfica con cabeza de halcón y su versión como infante acompañado de Isis, su madre.
Por su parte, en Egipto Horus era un dios vinculado de manera especial a la monarquía, pues el faraón era la manifestación de Horus en la tierra.
Dicha manifestación solo sería en vida, ya que, después de morir, el faraón se convertirá en la manifestación de Osiris y, por tanto, será uno junto al dios creador, Ra.
Iconografía de Horus
Uno de los dioses egipcios que más representaciones iconográficas tuvo fue, sin duda, Horus, siendo estas algunas de las más comunes:
- En forma de halcón.
- En forma antropomórfica con cabeza de halcón.
- En forma de disco solar con alas de halcón desplegadas.
- En forma de hieracoesfinge.
Mito de Horus
El mito de Horus es, en realidad, el mito de Osiris, pues este como Horus, Isis y Seth comparten la misma historia mitológica, al menos según la mitología egipcia de la ciudad de Heliópolis (mitología heliopolitana).
La historia de los cuatro dioses egipcios (Osiris, Seth, Isis y Horus) da comienzo con Geb, la personificación de la tierra de Egipto, y Nut, la personificación del cielo, esposa y hermana de Geb, quienes darían vida a dos varones (Osiris y Seth) y a dos mujeres (Isis y Neftis).
Con el paso de los años, Osiris se convertiría en el rey de Egipto, mientras que Seth sería el gobernador del desierto. Por su parte, sus hermanas se convertirían en sus esposas: Isis sería la esposa de Osiris, y Neftis la esposa de Seth.
En algún punto de la historia, por motivos que aún no se encuentran esclarecidos (existen diferentes versiones), Seth logra asesinar a Osiris, tras lo cual lo descuartiza en 42 pedazos y oculta sus restos desperdigándolos por todo Egipto.
Tras enterarse del asesinato de su Esposo, Isis se dispone a buscar cada pedazo de Osiris para así juntarlos e intentar devolverle la vida con la ayuda del dios de la sabiduría, Thot, y del antiguo dios de la Duat, Anubis.
Osiris volvería a la vida tras ser reanimado por Isis, Thot y Anubis, convirtiéndose en el nuevo gobernador de la Duat y, además, concibiendo junto a Isis a un hijo varón: Horus.
Este sería escondido por su madre, Isis, y dejado al cuidado de Thot, quien lo crió y le instruyó para convertirse en un gran guerrero.
Al cumplir la mayoría de edad, Horus, gracias a la ayuda de sus seguidores (Shemsu Hor), lograría recuperar el trono de Egipto de las manos del asesino de su padre: su tío Seth.
Reinado de Horus
Tras derrotar a su tío, Horus se convirtió en el dios del Alto Egipto (desde el sur de Menfis hasta la primera catarata del río Nilo), mientras que a Seth se le consideró el dios del Bajo Egipto (toda la región del delta del Nilo).
Sin embargo, tiempo después Horus se convertiría en el rey de todo Egipto, siendo este el punto de la historia donde a Horus se le atribuyen otras cualidades y se relaciona con otras deidades como Ra, Jepri, Hathor, Haroeris, Harsiase, Harsomtus, Geb y Nut.
Templo de Horus (Edfu, Egipto)
Ubicado en la ribera occidental del Nilo, en la ciudad de Edfu, se encuentra el Templo de Edfu.
Se trata del segundo templo más grande de Egipto (únicamente superado por el Templo de Karnak) y, además, uno de los templos mejores conservados en la actualidad.
El Templo de Edfu fue construido en pleno periodo helenístico, entre los años 237 y 57 a. C., siendo su finalidad principal honrar, venerar y adorar a Horus a través de múltiples fiestas sagradas dedicadas en su nombre a lo largo del año.
Una de las fiestas más importantes realizadas en el Templo de Edfu era la visita anual de la diosa Hathor a Horus, pues dicho acontecimiento marcaba el matrimonio entre ambas deidades, lo cual era motivo de fiesta y peregrinación para sus adoradores.
Referencias: