Osiris

Osiris, dios de la vegetación, de la agricultura y de la fertilidad según la mitología egipcia, fue uno de los dioses más populares del antiguo Egipto.

Su historia es, cuando menos, interesante, así como también un punto en el que convergen los relatos y mitos de otras deidades egipcias, como Seth, su hermano y asesino, Isis, su hermana y esposa, y Horus, su hijo y sucesor.

Significado de Osiris

El teónimo Osiris encuentra su raíz etimológica en el griego antiguo σιρις, siendo la transliteración al alfabeto latino de dicha voz griega, la cual, a su vez, procede del antiguo egipcio Wsjr.

Como en la escritura jeroglífica no existían las vocales, hay numerosas formas de transcribir el nombre de Osiris del antiguo egipcio, siendo estas las siguientes:

  • Asar.
  • Asari.
  • Aser.
  • Asir.
  • Usir.
  • Usur.
  • Wesir.

En la actualidad, no existe un consenso definitivo entre egiptólogos sobre el significado etimológico de Osiris, aunque existen varias hipótesis.

Algunos plantean que el término Wsjr (Osiris en jeroglífico) significa el que lleva el ojo, y otros consideran que quiere decir la actividad ritual.

 Userhat arrodillado ante Osiris y la diosa de Occidente
Userhat arrodillado ante Osiris y la diosa de Occidente, reproducción de Norman de Garis Davies (años 19091910) de una obra original de 12941279 a. C.

Sin embargo, siguen siendo sólo hipótesis, por lo que el significado etimológico verdadero de Osiris continúa siendo un misterio.

Origen e historia del culto de Osiris

A pesar de ser una de las principales deidades del panteón egipcio, poco se sabe sobre el origen del culto a Osiris.

Su referencia histórica más antigua de la que se tiene constancia data del siglo XXV a. C., aproximadamente entre finales de la dinastía IV y principios de la dinastía V de Egipto, siendo esta una formulación de ofrenda dirigida tanto a Osiris como a Anubis por Hemetre, quien se presume era sacerdotisa de Hathor e hija del faraón Kefrén.

En cuanto a la primera representación gráfica de Osiris, es decir, la más antigua de la que se tiene constancia, esta se encuentra en un fragmento del Templo alto del faraón Dyedkara Isesi, quien fuese el penúltimo faraón de la dinastía V de Egipto (23802342 a. C.).

Aunque dicha representación está incompleta, son apreciables algunas características distintivas de la iconografía de Osiris, como, por ejemplo, su forma antropomórfica masculina.

Estatua de Osiris en un jardín
Estatua de Osiris en un jardín, ilustración de Jan Goeree (anterior al año 1704).

Si bien existen más referencias sobre el culto a Osiris, como, por ejemplo, la inscripción en la que figura su nombre en el dintel de la tumba del sumo sacerdote de Ptha Ptahchepses, todas estas comparten algo en común, ya que todas datan de la V dinastía (o bien, de finales de la IV dinastía).

Por tanto, se puede concluir que el culto a Osiris fue introducido durante la dinastía V de Egipto, es decir, entre los años 2500 y 2350 a. C.

Ahora bien, en cuanto a la ciudad de origen del culto a Osiris, este se introdujo principalmente en la ciudad de Abidos, la cual se convertiría en una de los principales lugares de peregrinación osírica durante el Imperio Medio de Egipto (20501750 a. C.).

No obstante, según algunos textos grabados en los pasajes, antecámaras y cámaras sepulcrales en las pirámides del Imperio Antiguo (26862181 a. C), el culto a Osiris también estuvo presente en ciudades como Heliópolis, Busiris, Buto, Menfis y Hermópolis Magna.

Iconografía de Osiris

Debido a la complejidad de sus mitos e historia, así como también a su íntima relación con los faraones y su sistema de gobierno en el Antiguo Egipto, las características atribuidas a Osiris en sus representaciones son muy variadas. Algunas de estas son las siguientes:

  • En el Templo de Dendera, dedicado a Hathor, diosa del amor y fertilidad, hay una representación de Osiris como un rey muerto (acostado sobre una especie de altar) acompañado de sus dos hermanas, Isis y Neftis.
  • En el Libro de los muertos de Padiamonet (dinastía XXII), se representa a Osiris sentado sobre un trono con una forma antropomórfica muy similar a la de los faraones.
  • En la Tumba de Sennedyem (dinastía XIX), se representa a Osiris de pie rodeado de dos Imiut con su clásica forma antropomórfica e iconos similares a los de los faraones.

En consecuencia, se puede concluir que, en las distintas representaciones de templos, libros y tumbas sobre Osiris, este es representado como un dios y rey muerto, pero que, al mismo tiempo, gobierna y está vivo.

Figura de Osiris
Figura de Osiris de entre los años 522 y 343 a. C.

Esto hace referencia a su paso cíclico por la Duat y su cualidad como dios de la vida eterna y juez del inframundo.

Mito de Osiris

El mito de Osiris es, sin duda, el relato mitológico mejor estructurado y el más conocido de la mitología egipcia, pues, si bien en un principio gira en torno a Osiris, tras el nacimiento de Horus el mito pasa a estar enfocado en la vida de este último y, por tanto, en la lucha encarnizada de Horus en contra de su tío Seth, quien fuese el asesino de su padre.

Es importante aclarar que no existe una fuente única y principal del mito de Osiris, pues este, en realidad, nace de la unión de distintos fragmentos literarios e inscripciones antiquísimas talladas en las cámaras funerarias de las pirámides de la dinastía V, en las que se hacen referencia a la historia de Osiris, Isis, Seth y Horus.

Al unir los fragmentos, que guardan coherencia entre sí, nace el mito de Osiris.

Muerte y resurrección de Osiris según su mito

En un principio, Osiris era quien gobernaba en Egipto, habiendo heredado el trono a través de un linaje que le conectaba con el dios creador del mundo, Ra (o Atum según otras fuentes y cultos).

Osiris compartía el trono junto a Isis, su esposa, quien era, junto a Seth, Neftis y el mismo Osiris, hija del dios de la tierra, Geb.

Un día, por motivaciones que aún no están esclarecidas, pues cada fuente relata una versión distinta, Seth mataría a Osiris, descuartizándolo en cuarenta y dos pedazos, y esparciendo sus restos por todo Egipto.

Tras el asesinato de Osiris, Seth se haría con el trono de Egipto, mientras que Isis, junto a su hermana Neftis, buscaría el cuerpo de su difunto esposo para, después, reanimarlo con la ayuda de otros dioses, como Tot y Anubis.

Isis lograría reanimar a Osiris, tras lo cual concebiría un hijo de este, al que llamaron Horus. Sin embargo, el renacimiento de Osiris no era permanente, pues este se había convertido ya en el gobernante de la Duat (el mundo al que se accede luego de morir según la mitología egipcia).

Osiris y los cuatro hijos de Horus
Osiris y los cuatro hijos de Horus, reproducción de Nina de Garis Davies (año 1915) de una obra original de 13901352 a. C.

Es por ello que en realidad Horus, su hijo, es la reencarnación del reino que una vez representó Osiris antes de convertirse en regente de la Duat.

Templo de Osiris (Abidos)

Entre los años 1980 y 1790 a. C., durante la dinastía XII de Egipto, el templo situado en la zona de Kom el-Sultan, en la antigua ciudad de Abidos (que inicialmente había sido construido para honrar al dios local Jenti-Amentiu), se convertiría en el Templo de Osiris, pasando a estar dedicado al dios de la vida eterna y juez del inframundo egipcio (Duat).

En la actualidad, el Templo de Osiris se encuentra, casi en su totalidad, en ruinas.

Referencias:

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