Esfinges egipcias

Las esfinges egipcias son seres propios de la mitología egipcia y de la cultura del antiguo Egipto. Estas impresionantes esculturas están intrínsecamente relacionadas con la fuerza, el poder y la vida después de la muerte. Por tal motivo, son representadas como seres antropomórficos con cabeza humana y cuerpo de león. A continuación, os contamos todo sobre las esfinges egipcias, su origen, culto y relevancia para el antiguo Egipto.

¿Qué son las esfinges egipcias?

Una esfinge egipcia es un ser antropomórfico representado, generalmente, con cabeza humana (con el rostro de un faraón, o al menos así es cómo se representaban en los jeroglíficos). La etimología de la palabra esfinge procede del egipcio sheps-anj, cuyo significado es imagen viviente.

¿Qué función cumplían las esfinges egipcias?

Los antiguos egipcios creían firmemente que estas estatuas cobraban vida en ciertos momentos. Por tal motivo, eran colocadas al frente de los monumentos, como templos y pirámides, con la finalidad de que protegiesen estos lugares sagrados.

¿Quiénes construyeron las esfinges egipcias?

Estas increíbles y majestuosas obras de ingeniería y arquitectura, al igual que las pirámides egipcias, fueron diseñadas por ingenieros y arquitectos del antiguo Egipto, y posteriormente construidas gracias al poder de construcción de miles de esclavos y obreros. El antiguo Egipto poseía una jerarquía bien constituida, lo que le permitió llevar a cabo la construcción de grandes monumentos, como la Gran Esfinge de Guiza.

La Gran Esfinge de Guiza

Esta imponente y monumental escultura se encuentra próxima a la ribera occidental del rio Nilo, en la necrópolis de Guiza, donde se hallan también las tres pirámides de Egipto más importantes: Keops, Kefrén y Micerino.

Se estima que, al igual que las pirámides clásicas erigidas durante la cuarta dinastía, fueron construidas en el siglo XXVI a.C., por lo que se cree que esta esfinge se levantó para custodiar las pirámides (tumbas) de los citados faraones.

La Gran Esfinge de la necrópolis de Guiza alcanza una altura de 20 metros y una longitud de 70 metros aproximadamente. Actualmente, algunos historiadores señalan que la cabeza de esta esfinge representa al faraón Kefrén, sin embargo, otros la asocian con su padre, el faraón Keops.

Además, en sus primeros años esta monumental esfinge estaba cubierta por colores como el rojo (cuerpo y cabeza), el amarillo y el azul (en el nemes o tocado funerario de la cabeza).

Hay un aura de misterio y culto en cuanto a la finalidad de su construcción y la importancia que esta representaba para los faraones de la cuarta dinastía. Según algunos egipcios, la gran esfinge de Guiza fungía como un vigilante de las pirámides. Sin embargo, con el pasar de los años, y debido a su majestuosidad, adquirió cualidades divinas y formó parte del culto de los egipcios, quienes la asociaron con su dios Horus.

Finalmente, esta majestuosa obra de ingeniería y arquitectura ha sufrido importantes cambios y restauraciones durante su existencia. La restauración hecha por la dinastía XVIII del antiguo Egipto es la más vetusta de la que se tiene conocimiento. Por otro lado, en el pasado siglo ingenieros franceses realizaron un par de restauraciones temiendo que su cabeza se desprendiese.

Referencias:

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