Pintura etrusca

En el vasto mosaico de la historia del arte, la pintura etrusca brilla como una joya singular que nos transporta a la enigmática civilización que floreció en la antigua Italia.

A menudo eclipsada por las obras maestras de las culturas griega y romana, la pintura etrusca merece su lugar destacado en el escenario artístico y arqueológico.

Las murallas funerarias, los objetos de cerámica y los frescos exquisitamente detallados son testigos silenciosos de la rica herencia de este pueblo que habitó la península itálica antes de la ascendente sombra de Roma.

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Pintura de una losa de la tumba del Nadador
Pintura en una losa de la tumba del Nadador. Imagen: Wikipedia.

Principales características de la pintura etrusca

Esta forma de arte ha dejado un legado fascinante y enigmático, revelando importantes aspectos de la cultura y la sociedad etruscas. Sus características más destacadas son las siguientes:

Influencia griega

Los etruscos tuvieron un contacto significativo con los griegos y adoptaron muchos de sus estilos y técnicas artísticas.

De manera similar a la arquitectura y la escultura, la pintura etrusca también sufriría un claro proceso de helenización durante la etapa orientalizante, el cual se haría evidente en las posteriores pinturas murales que decorarían el interior de las numerosas tumbas etruscas construidas durante el periodo arcaico y clásico (siglo VI-IV a. C.) de dicha civilización.

Sin embargo, también desarrollaron su propio estilo distintivo, fusionando elementos griegos con su propia sensibilidad y tradiciones culturales.

Se encuentra principalmente en tumbas

Las tumbas pintadas de los etruscos ofrecen una visión fascinante de la vida y la muerte en la antigua sociedad de este pueblo.

Los frescos de Tarquinia, Chiusi y Orvieto son considerados una colección de gran valor e interés, ya que se conservan muy pocas pinturas de caballete debido a la destrucción causada por la humedad en los climas griego e italiano.

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Temáticas

Generalmente, los temas evocados en las pinturas murales de los etruscos eran de carácter festivo: fiestas, pruebas atléticas e incluso desafíos literarios (una especie de enfrentamiento lírico y público entre narradores o cantantes en los que estos representaban o narraban historias).

Aparte de estas escenas cotidianas, incluyendo banquetes y actividades agrícolas, también hay que destacar la existencia de escenas mitológicas y religiosas.

Pinturas de la tumba del Leopardo
Detalle de las pinturas de la tumba del Leopardo en la necrópolis de Monterozzi.

Enfoque en el detalle y la representación realista

Los artistas etruscos tenían un gran dominio de la técnica del dibujo y la línea, que se refleja en la precisión y la minuciosidad de los detalles en sus obras.

Asimismo, se daba importancia a la expresión de las emociones y la captura de la psicología humana en las representaciones.

La mayoría de las pinturas murales etruscas carecieron de perspectiva, lo que se tradujo en pinturas casi exclusivamente bidimensionales.

De hecho, no sería hasta el siglo IV (periodo clásico) que los etruscos comenzarían a añadir profundidad a sus pinturas, dotándolas así de un nuevo carácter tridimensional.

Paleta de colores

En términos generales, la técnica empleada por los etruscos era similar al fresco, haciéndose evidente una cierta predilección por los colores planos y vivos como, por ejemplo, el blanco, el negro, el rojo, el ocre, el amarillo y, finalmente, el azul, aunque este último no sería añadido sino hasta principios de la etapa arcaica.

Estos colores se aplicaban sobre un enduit fresco, una capa de estuco húmedo que se aplicaba previamente en las paredes de las tumbas.

Esta técnica permitía una mayor durabilidad de las pinturas, aunque desafortunadamente muchas de ellas han sufrido daños con el paso del tiempo.

Presencia de elementos decorativos y ornamentales

Los artistas etruscos solían enmarcar las escenas principales con motivos geométricos, rosetas, palmetas y otros motivos ornamentales.

Estos elementos agregaban belleza y sofisticación a las composiciones y mostraban la destreza técnica de los artistas.

Detalle de la tumba de la Caza y de la Pesca
Detalle de la tumba de la Caza y de la Pesca.

Etapas de la pintura etrusca

La pintura etrusca, en su rica y enigmática historia, presenta un fascinante recorrido a través de diversas etapas evolutivas que reflejan no solo la destreza técnica de los artistas, sino también la evolución cultural y la influencia de otras civilizaciones en la península itálica.

Desde sus orígenes modestos hasta su apogeo y eventual fusión con las corrientes artísticas romanas, la pintura etrusca nos brinda un testimonio visual de la vida, las creencias y las transformaciones de una antigua civilización que ha dejado una huella duradera en la historia del arte.

Período villanoviano (siglos IX – VII a. C.)

En el escenario temprano de la civilización etrusca, la pintura no era la forma artística dominante. El período villanoviano se caracteriza por entierros en tumbas de fosas y urnas funerarias.

Las representaciones eran bastante simples y se limitaban a motivos geométricos y abstractos. Se utilizaban colores básicos como el negro y el rojo, y las figuras humanas eran estilizadas y esquemáticas.

Período orientalizante (siglos VII – VI a. C.)

Con el auge del período orientalizante, los etruscos entraron en contacto más directo con las culturas griega y fenicia. Esto se tradujo en la incorporación de elementos artísticos orientales en su producción.

Las cerámicas y objetos metálicos presentan animales estilizados y patrones geométricos. Aunque la pintura aún no era dominante, el lenguaje visual etrusco comenzó a tomar forma.

Las figuras humanas comenzaron a representarse con mayor naturalismo y detalle. Se utilizaron colores más variados y se agregaron detalles ornamentales y motivos animales.

Período arcaico (siglos VI – V a. C.)

El período arcaico marca un punto de inflexión en la evolución de la pintura etrusca:

  • Los frescos en tumbas muestran avances en técnica y estilo.
  • Las figuras humanas se representaban con mayor realismo y expresión emocional.
  • La paleta de colores se amplía.
  • Se presta más atención al detalle y a la perspectiva.
  • Las escenas mitológicas y cotidianas adquieren protagonismo, dando una visión más completa de la vida etrusca.

A continuación, os presentamos una lista con algunas de las pinturas murales más destacadas de la arqueología funeraria de los etruscos:

La tumba de los Toros (c. siglo VI a. C.)

Consiste en una representación bidimensional de distintas figuras humanoides y vegetales sobre un fondo blanco, las cuales expresan un concepto literario a través de dos escenas:

  • La primera escena, situada en el friso superior de la pintura mural, es una evocación a la Ilíada de Homero en la que se puede observar a Aquiles y Troilo;
  • Por su parte, la segunda escena, situada en el friso inferior, se limita a presentar una decoración vegetal a modo de zócalo.
La tumba de los toros
Pinturas de la tumba de los Toros en la necrópolis de Monterozzi. Imagen: Wikipedia.

La tumba de la Caza y la Pesca (c. siglo VI a. C.)

Representación escénica y bidimensional de la vida cotidiana de los etruscos, específicamente de la caza con arco y la pesca tradicional.

Pinturas de la tumba de la Caza y de la Pesca
Pinturas de la tumba de la Caza y de la Pesca en la necrópolis de Monterozzi. Imagen: Wikipedia.

La tumba del Barón (siglo VI a. C.)

Representación bidimensional de una escena funeraria etrusca, en la que destaca una figura femenina, no solo por su condición de sacerdotisa, sino también por ser la líder del mismo rito funerario.

Pinturas de la tumba del Barón
Pinturas de la tumba del Barón en la necrópolis de Monterozzi.

La tumba de los Leones (c. 520 a. C.)

Considerada una de las pinturas murales más complejas de la civilización etrusca, la tumba de los Leones destaca por la representación minuciosa de tres escenas distintas en la misma pintura mural:

  • La danza de los ritos funerarios: representación bidimensional sobre un fondo blanco de los ritos funerarios de los etruscos como civilización, en el que destaca la aparición de la mujer en condición de igualdad cultural respecto del hombre y la representación del movimiento como característica indispensable de la pintura etrusca.
  • La danza de los ritos funerarios (2): continuación de la escena anterior. En esta oportunidad, la mujer no aparece acompañada del hombre, por lo que danza en solitario mientras lleva consigo una túnica con decoración floral. Esta escena es representada a través de dos perspectivas distintas.
  • Banquete fúnebre: representación bidimensional sobre un fondo blanco en la que destaca una figura masculina, la cual presuntamente lleva en sus manos un huevo (símbolo de vitalidad) y una copa (símbolo de la nobleza).
Pinturas de la tumba de los Leones
Pinturas de la tumba de los Leones en la necrópolis de Monterozzi. Imagen: Wikipedia.

Período clásico (siglos IV – III a. C.)

Durante el período clásico, la pintura etrusca alcanza su esplendor máximo. Los frescos en tumbas presentan un realismo detallado en la representación de la anatomía humana y la perspectiva espacial.

Escenas de banquetes, rituales y la mitología ganan protagonismo. Los colores vibrantes, el uso de efectos de sombreado para crear una sensación de profundidad y la riqueza narrativa definen esta etapa.

Período helenístico (siglos III – I a. C.)

El período helenístico trajo consigo la influencia griega a través de la conquista de Alejandro Magno y la difusión de su cultura.

En la pintura etrusca, esto se tradujo en una fusión de elementos etruscos y griegos. Escenas más emotivas, temas mitológicos y un mayor énfasis en la expresión humana caracterizan esta etapa.

Las escenas son más dramáticas y la composición es más cerebral y teatral. Los artistas etruscos aprendieron de los griegos a utilizar el claroscuro para resaltar los temas.

Sin embargo, lo que estaba cambiando en el arte etrusco era el espíritu, ya que la muerte, que les aterraba, reemplazaba el ritmo animado y alegre de sus antiguos frescos.

La influencia romana también se empezó a manifestar. Se utilizaba una paleta de colores más suave y se enfatizaba la expresión y la narrativa en las composiciones.

Referencias
¿Cómo citar este artículo?

Suárez, L. M. & R. Fernández, J. Pintura etrusca. (2023, 19 de septiembre). MuchaHistoria. https://muchahistoria.com/pintura-etrusca/ | Última actualización: 2023, 19 de septiembre.

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