Viajar a Roma es, sin duda, una de las grandes experiencias que se pueden vivir en la vida. La ciudad está llena de imponentes vestigios de la civilización romana que deslumbran a todos sus visitantes y abundan en todas sus esquinas. Pero, entre todos ellos, hay uno que resalta sobre los demás debido a su magnificencia: el coliseo romano (situado al lado del foro romano).
Este anfiteatro, patrimonio de la humanidad y una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno, es la joya de la corona de la capital Italiana y centro de atracción de turistas. Pero más allá de su belleza, ¿qué historia guarda esta obra de la antigua Roma?
Quién construyó el coliseo romano
Aunque Roma, antes de la construcción del coliseo, contaba con su propio anfiteatro que le brindaba entretenimiento a la población, este sería consumido por el voraz incendio que asoló la ciudad en el año 64 de nuestra era y nunca volvería a utilizarse. La necesidad de ocio impulsó a los romanos a construir otro.
El emperador Nerón, recordado por su carácter tiránico y por imponer el culto a su personalidad, aprovechó las llamas para reconstruir la ciudad en pro de sus intereses. Es el caso de la Domus Aurea, la gran residencia del emperador, que contaba con muchos lujos extravagantes, entre ellos una enorme estatua dorada de su persona que sería conocida como el Coloso de Nerón (de aquí el nombre de coliseo).
A Nerón le duraría poco la alegría y, tras una sublevación militar, se suicidó en el año 68, poniendo fin a su reinado y palacio, que sería derribado para dar paso a la construcción del nuevo anfiteatro y sus instalaciones de la mano del emperador Vespasiano.
Cuándo se construyó el coliseo romano
Una obra de este calibre requería de una cuantiosa cantidad de recursos. Por fortuna, Roma tenía a disposición los tesoros que obtuvo tras la guerra judeo-romana, que serian invertidos en esta obra triunfal.
Se estima, pues, que el año de construcción del coliseo romano, o al menos de los inicios de la obra, estaría entre el 70 y el 72 d.C. (se sitúa dentro de la Edad Antigua).
Serían culminadas en el año 80 bajo el reinado de Tito (hijo de Vespasiano), dando inicio a una inauguración que se extendería por 100 días y en la cual se mataron más de 9.000 animales en exhibiciones.
Características del coliseo romano
A continuación os contamos cómo era el coliseo romano, desde sus dimensiones hasta los principales materiales con los que se construyó. Además, no nos olvidamos de las partes que lo componen.
Dimensiones del coliseo romano
- Medidas: 187.75×155.60 metros.
- Superficie: alrededor de 24.000 metros cuadrados.
- Altura: 48.5 metros.
- Longitud de la arena: 86×54 metros.
- Aforo: 65.000 espectadores distribuidos en 8 filas de gradas.
Materiales del coliseo romano
Estaba hecho de bloques de travertino, hormigón, mármol, ladrillo y estuco.
Partes del coliseo romano
- Arena: se trataba de una plataforma de madera cubierta de arena.
- Hipogeo: complejo formado por mazmorras y túneles en el que se situaban los gladiadores, los condenados y los animales.
- Cávea: era el graderío interior, que se diferenciaba según las clases sociales.
- Fachada: destaca por el uso de los arcos.
- Velario: cubierta de tela desplegable que se accionaba mediante poleas.
Para qué se utilizaba el coliseo romano
Combates de gladiadores
Es imposible pensar en el coliseo y que no vengan a la mente los combates de gladiadores, donde los espectadores sedientos de sangre disfrutaban de la lucha de hombres a la que la muerte los acompañaba siempre.
Sólo un gesto del emperador podía salvarles la vida: un pulgar arriba era una señal de respeto, pues el emperador le perdonaba la vida al derrotado tras haber luchado ágilmente. Mientras que el pulgar abajo significaba la muerte del vencido.
Caza de animales
Pero no solo estos combates humanos tomaron parte en el anfiteatro, también eran populares los eventos donde se cazaban animales. Para los romanos resultaba muy atractivo ver la variada cantidad de especies importadas que mostraban su fiereza en la arena.
Leones, elefantes, hipopótamos y muchas otras especies garantizaban el aforo del coliseo. Peleas de animales y ejecuciones de prisioneros por animales servían también para entretener al público.
Batallas navales
Inclusive se ha hablado bastante de la posibilidad de que se realizaran simulaciones de batallas navales en las instalaciones, aunque no hay clara evidencia de que esto haya ocurrido y ha sido objeto de debate por historiadores.
Sea real o no, nos permite tener una idea de qué es lo que se hacía en el coliseo romano y de las posibilidades que podía ofrecer a sus espectadores.
Datos y curiosidades del coliseo romano
La plebe romana quedó encantada con los eventos que tenían lugar en el coliseo. Era tan emocionante ver a los hombres y a las bestias pelear que el aforo siempre era total y se volvió la mayor celebración en la ciudad.
Cuando el emperador Trajano obtuvo la victoria sobre Dacia (actual Rumania) en el año 107, tal fue la celebración que participaron unos 11.000 animales y 10.000 gladiadores en un periodo de 123 días.
Se calcula que aproximadamente unas 200.000 personas, entre gladiadores y prisioneros, murieron para dar espectáculo a la población.
Aunque imponente, el coliseo no era indestructible. En el año 217 sufrió un gran incendio debido a un rayo que destruyó el suelo de madera, y en el año 443 un terremoto causaría daños a la estructura, siendo posteriormente reparada.
Decadencia del coliseo romano
El principal problema del coliseo y de sus actividades era su alto costo. Debido a la prosperidad romana, los gastos en los combates de gladiadores continuaron creciendo sin control. Era tal el interés en los eventos que ningún emperador intentó contener estos gastos (a excepción de Marco Aurelio).
La crisis romana del siglo lll supuso destinar la mayoría de los recursos a cuestiones militares para salvaguardar el imperio, por lo que la financiación de los combates ya no era una prioridad (aunque siguieron siendo subvencionados).
Sumado a esto, el cristianismo, la creciente religión que continuaba en expansión, no tenía aprecio hacia los gladiadores, ya que sus combates eran considerados asesinatos y moralmente dañinos.
Sin embargo, los juegos no pudieron ser detenidos (inclusive se volvieron populares entre cristianos, que ya eran la población dominante de Roma).
Finalmente, se ratificaría su prohibición en el 438 por Valentiniano lll y, posteriormente, la caza y la lucha de animales. El último espectáculo registrado fue en el año 523, durante la época de Teodorico el Grande.
Las ruinas del coliseo romano
Aunque el coliseo permanecería en pie, su estructura se vería afectada al utilizar la cantera para construir otros edificios. Un destino que enfrentarían otras estructuras romanas.
Con el pasar de los siglos tuvo distintos usos: iglesia, cementerio, fortaleza y sede de una orden religiosa, e incluso viviendas. El saqueo a las instalaciones continuaría hasta 1749, cuando el monumento fue consagrado por la iglesia en honor a los mártires cristianos que fueron ejecutados en el coliseo.
A pesar de los saqueos y de los desastres naturales, el coliseo se mantiene imponente a día de hoy como símbolo del poderío romano y de su arquitectura. Aunque ya no brinde los espectáculos para los que fue construido, sigue generando interés en todos sus visitantes, que garantizan su aforo casi 2000 años después.
Referencias
- Coliseo. Wikipedia.
- El coliseo de Roma. National Geographic.
- Colosseum. Wikipedia.
- The colosseum: emblem of Rome. BBC. Keith Hopkins.