Historia de las armas de fuego

Las armas de fuego, en todas sus formas y tamaños, han sido uno de los mayores avances de la humanidad respecto a tecnologías bélicas, las cuales cambiaron la forma de hacer la guerra y demostraron la utilidad de la pólvora.

El armamento con el que contamos hoy en día ha sido parte de un lento proceso que a lo largo de los siglos fue tomando forma, valiéndose de innovación e ingeniería hasta alcanzar los diseños actuales.

¿Qué son las armas de fuego?

Estas son un tipo de armamento formado por dispositivos cuya función es propulsar proyectiles a través de la combustión de una sustancia explosiva, como la pólvora.

Al igual que otros instrumentos bélicos, las armas de fuego se utilizan con la finalidad de atacar o defenderse de otras personas desde cierta distancia, incluso aunque sea de forma muy prolongada. Más allá de su uso en combate, también son utilizadas en cacería y prácticas de tiro.

Antecedentes de las armas de fuego

Antes del empleo de la pólvora, existieron armas basadas en el fuego con el objetivo de causar daño al enemigo a distancia. Una de estas era el llamado fuego griego, usado desde el siglo II a. C., el cual consistía en un arma incendiaria empleada para quemar los barcos enemigos.

Durante su época, esto permitió a los bizantinos controlar gran parte del Mediterráneo por un tiempo.

Origen de las armas de fuego

Los chinos fueron los primeros en utilizar la pólvora hacia el siglo X, pues los monjes taoístas intentaban inventar una poción para la inmortalidad, dando origen a la mezcla que precisamente la compone.

Su primer uso bélico lo realizaron durante el conflicto entre la dinastía Jin y la Song, cuando crearon un arma de fuego que consistía en un aparato pirotécnico atado a una lanza que se disparaba al inicio de las batallas navales para adquirir ventaja causando quemaduras al enemigo.

Ilustración de los primeros cohetes chinos.
Ilustración de los primeros cohetes chinos.

Con el pasar del tiempo, la fórmula de la pólvora fue mejorando, pues se añadió una carga explosiva y perdigones que producían un efecto similar a una escopeta moderna, aunque con una distancia mucho más limitada.

Expansión de las armas de fuego

La manera en la que la pólvora se expandió por el mundo ha sido objeto de debate, pero el consenso más común estipula que desde China se expandió hasta Medio Oriente y luego hasta Europa.

Con el auge del Imperio mongol, esta invención pasó a sus manos, y debido al gran territorio que se encontraba bajo su poder, pudieron distribuirla. La pólvora fue utilizada por los mongoles en sus fallidas expediciones para conquistar Japón.

Posteriormente, los musulmanes adquirieron este conocimiento entre 1240 y 1280. El sirio Hasan al-Rammah se refería al salitre como nieve China, mientras que los persas la llamaban sal china.

Se ha especulado con la posibilidad de que los mamelucos egipcios la usaran contra los mongoles en la batalla de Ain Yalut, en 1260, mientras que los mongoles la habrían usado en 1241 contra los húngaros en la batalla de Mohi.

En el Sudeste Asiático también se recibieron los conocimientos de la pólvora, incluso se fabricaron armas antes de la llegada de los exploradores europeos.

En el caso de Europa, la primera mención a la pólvora se remonta al año 1250. Se dice que los rusos utilizaron cañones para defenderse de la Horda de Oro en 1382.

Durante el siglo XIV comenzó el uso del cañón de mano, el cual fue perfeccionado por los italianos. Sin embargo, este empleo era muy limitado.

Las guerras husitas entre 1419 y 1434 fueron el primer conflicto europeo donde se emplearon armas de fuego portátiles con una contribución importante.

Mejoras de las armas de fuego

Arcabuz

Durante las guerras husitas se popularizaron y se mejoraron las armas de fuego, adquiriendo aún mayores prestaciones en las décadas siguientes, momento desde el que el arcabuz comenzó a tener importancia en la infantería militar.

Este se caracterizaba por el hecho de que, tanto el proyectil como la sustancia explosiva utilizada para impulsarlo (propelente), se cargaban por la boca del cañón.

La batalla de Ceriñola librada (1503) entre el Reino de Francia y España fue el primer combate en el que las armas de fuego fueron decisivas en el resultado, pues España venció gracias a su uso. Los arcabuceros españoles tuvieron un papel importante durante los conflictos posteriores.

Mosquete

A mediados del siglo XVI, la necesidad de armas de fuego más avanzadas conllevó el desarrollo de nuevas armas de fuego. Esto dio origen al mosquete, el cual era más largo y pesado que el arcabuz, hasta el punto de ser necesaria una horquilla para apoyarlo.

Ilustración sobre el uso del mosquete
Ilustración sobre el uso del mosquete de Jacques de Gheyn II (año 1608).

Su ventaja es que permitía disparar  proyectiles más pesados que podían alcanzar una distancia mucho mayor, una especie de artillería portátil que causaba más daño al enemigo.

Su gran eficacia para la época conllevó la desaparición de las armaduras, ya que estas no podían resistir los disparos.

Los mosqueteros existieron hasta el siglo XVIII y, durante siglos, se fueron añadiendo otros elementos, como la llave de chispa, que facilitaba el disparo.

En este punto, desaparecieron diversas unidades militares (espadachines, arqueros, piqueros) y comenzaron a centrarse solo en el uso de armas de fuego.

Cañones

Durante siglos, el uso de cañones fue volviéndose común, pues la artillería era fundamental en los combates tanto terrestres como navales.

Esta arma transformó la manera de luchar y también de defenderse, ya que las murallas quedaron obsoletas y las fortificaciones tuvieron que cambiar su estilo.

Los cañones variaban de tamaño e intensidad. En un principio su interior era sin estrías, pero luego se implementaron en su interior para estabilizar el disparo.

Armas de fuego en la actualidad

A mediados y finales del siglo XIX, las armas de fuego adquirieron nuevos cambios que facilitaron el disparo. Las armas de repetición, como revólveres o fusiles de cerrojo, permitieron aumentar la cantidad de disparos y la recarga, la cual fue mejorada por cargadores en columna.

Soldados apuntando con una ametralladora
Soldados en el campo de tiro de Mitchel Field aprendiendo a utilizar una ametralladora Thompson. Imagen del año 1942.

La pólvora negra fue reemplazada por la pólvora blanca, que producía muy poco humo, a diferencia de la negra.

También se patentaron los primeros fusiles automáticos y semiautomáticos. Además, se diseñaron las primeras armas de fuego por repetición (ametralladoras), que fueron mejoradas en el siglo XX.

Durante esta época, la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial impulsaron el desarrollo de armas más avanzadas, de gran calibre y alcance, como los cañones autopropulsados, los lanzacohetes múltiples, las granadas y los proyectiles de largo alcance (incluso intercontinentales, como misiles).

Hoy en día, las armas cuentan con una gran cadencia de disparo y son ampliamente letales debido a su alcance, penetración y tecnología.

Referencias:

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