Herramientas de la Edad Media

Tras la caída del Imperio romano de Occidente y el auge del cristianismo, el mundo occidental cambió y dio inicio la Edad Media, un periodo de casi mil años en el que el ser humano continuó desarrollando nuevas invenciones.

Este periodo comienza en el año 476 con la desaparición de la antigua Roma occidental y finaliza en 1453 con la caída de Constantinopla a manos de los otomanos (o en 1492 con el descubrimiento de América).

No puede negarse que Europa recibió grandes avances provenientes del mundo árabe o del Extremo Oriente que alcanzaron el continente, pero durante estos siglos los europeos fueron capaces de producir nuevas herramientas en distintas áreas.

Y es que el periodo medieval fue una época de muchas mejoras y descubrimientos, no solo de aquellas herramientas provenientes de otros lugares del mundo que fueron adaptadas por europeos, sino también de invenciones propias que facilitaron la vida y supusieron una ventaja con respecto a épocas anteriores.

Contrario a lo que se cree, la Edad Media no fue un periodo oscuro con falta de conocimientos, de tal modo que estos fueron tomando forma y desarrollándose durante los distintos siglos que duró esta época.

9 herramientas de la Edad Media

Imprenta

Aunque en Oriente se habían creado con anterioridad herramientas similares a las imprentas modernas, su uso era limitado y no tuvo gran impacto en los métodos para producir textos.

Caxton mostrando el primer ejemplar de su impresión al rey Eduardo IV
Caxton mostrando el primer ejemplar de su impresión al rey Eduardo IV, obra de Daniel Maclise (año 1851).

No fue hasta 1440 cuando Johannes Gutenberg inventó un tipo de prensa con tipos móviles para producir textos en masa. Esto facilitó la creación de textos y libros, ya que anteriormente debían ser producidos a mano. Una nueva era que puso los libros al alcance de todos.

Gafas

Si bien desde la antigüedad se tenía constancia de que el uso de cristales podía permitir ver mejor a ciertas personas y que los árabes desarrollaron los primeros estudios sobre este tema, fue en el norte de Italia, en el siglo XIII (probablemente en Pisa), cuando se desarrolló el concepto moderno de gafas.

Estas estaban hechas de madera y consistían en un remache que unía las dos lentes redondas dentro del marco. La persona debía sostenerlo con una mano mientras lo utilizaba.

Reloj mecánico

Antes de los procedimientos mecánicos para medir el tiempo se utilizaban los relojes solares y las clepsidras, también conocidas como relojes de agua.

A mediados del siglo XIV, los novedosos relojes mecánicos tomaron forma y se expandieron por el continente. El motivo de ello es que permitían medir el tiempo de manera más exacta y sin la necesidad de recurrir a fenómenos naturales para conocer el momento del día.

Esta invención cambió la manera en que la gente organizaba su día a día, y rápidamente las ciudades implementaron relojes públicos.

Arado pesado

Los arados usados desde la antigüedad no poseían ruedas y debían ser manejados a mano para mantener la inclinación necesaria.

Paisaje con la caída de Ícaro
Paisaje con la caída de Ícaro, pintura al óleo sobre lienzo atribuida a Pieter Brueghel el Viejo (alrededor del año 1558).

El arado pesado se originó entre el siglo V y VIII, probablemente en tierras eslavas o germanas, desde donde se expandió y facilitó la agricultura, pues utilizaba ruedas que facilitaban el transporte, el equilibrio y una vertedera para guiar el surco y voltear la tierra.

Hacia el siglo XI ya era la forma más común de arado, mejorando la producción agrícola en el continente.

Herraduras

El hombre se ha preocupado por proteger las patas del caballo. Sin embargo, para esto se usaban métodos rudimentarios, como las hiposandalias, con las cuales se envolvían las patas del animal en cuero o metal y se sujetaban con una cinta.

Las herraduras de metal que se incrustaban en el casco del caballo facilitaron el transporte y protegieron al animal del desgaste en terrenos difíciles. Si bien se desconoce su procedencia y fecha en la que se originó, las primeras referencias textuales de su uso aparecen en el siglo X.

Reloj de arena

Si bien el reloj mecánico permitió conocer el momento exacto del día, no todos disponían de uno. Para cronometrar el tiempo se usaba la clepsidra o reloj de agua, la cual fue sustituida por el reloj de arena, que está formado por dos receptáculos de vidrio a través de los cuales fluye el material.

Este pudo aparecer en Europa hacia el siglo VIII, posiblemente de la mano de un monje llamado Liutprando. Este invento fue muy popular, sobre todo en la navegación, ya que permitía medir el tiempo sin verse afectado por el movimiento del barco, como era el caso de la clepsidra.

Carretillas

Con anterioridad, este artilugio era conocido en la antigua China, pero de forma diferente a las que conocemos hoy en día.

En ellas, la rueda se encontraba en el centro de la carretilla y el modelo creado en la Europa medieval entre el siglo XII y XIII posicionaba la rueda al frente de la herramienta, lo cual facilitaba el control de la misma.

Un campesino con su esposa e hijo en frente de su hacienda, pintura al óleo de David Teniers the Younger (entre los años 1640 y 1670).

Este modelo se expandió rápidamente y se volvió la forma universal de utilizarse, facilitando el transporte de todo tipo.

Brújula seca

Las brújulas antiguas consistían en una aguja imantada que iba pegada a una brizna de paja u otro material flotante que se colocaba sobre un recipiente de agua, mostrando así la posición.

Gracias a la brújula seca, creada hacia el siglo XIV, se simplificó el uso, pues estas consistían en una aguja magnética que giraba sobre un pivote y se fijaba en un soporte donde se representaban los puntos cardinales.

Esta brújula se ponía en línea con la quilla del barco, por lo que demostraba en todo momento el rumbo que llevaba la nave.

Prensa de vino

Durante milenios, el ser humano ha producido vino. Para este proceso utilizaban dispositivos para extraer el zumo de las uvas y elaborar la bebida.

Sin embargo, la prensa diseñada en el siglo XII durante la Edad Media permitía aplicar presión sobre una superficie plana, un principio similar al de la imprenta. De esta manera, era más fácil extraer el zumo.

Consistía en una enorme canasta de madera unida por anillos de metal o madera que la mantenían junta. En la parte superior de la canasta había un enorme disco que se presionaba sobre las uvas para machacarlas.

Referencias:

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