Impresionismo

El impresionismo fue una parte importante de los cambios históricos en el arte, especialmente en el mundo occidental. Aunque no se le considera parte de las vanguardias artísticas, sí sentó las bases para que los artistas vanguardistas desarrollaran su creatividad y expresividad.

Resumen del impresionismo

  • Fechas en las que se desarrolló el impresionismo: el impresionismo surgió como una respuesta al rechazo de las obras de varios artistas, entre ellos Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Edgar Degas y Édouard Manet. Fue precisamente este último quien organizó una exposición en el Salón de los Rechazados de París en 1867 para exhibir dos de sus cuadros que habían sido considerados «indignos» del Salón Oficial: Olympia y Almuerzo sobre la hierba.
  • Características principales: una de las características fundamentales del impresionismo es que en la pintura se elimina el claroscuro y se reduce significativamente la profundidad espacial. En su lugar, se destaca la representación instantánea de los efectos de la luz. Además, el dibujo detallado tiende a desaparecer, y el color se convierte en el protagonista mediante el uso de puntos (puntillismo) y pinceladas sueltas, como si fueran brochazos..
  • Antecedentes: el impresionismo tuvo sus antecedentes en las tradiciones académicas del arte, que se centraban en las exposiciones del Salón. También se vio influenciado por las ideas y conceptos desarrollados por la Escuela de Barbizon, que compartía con Jean-Baptiste-Camille Corot un interés por la observación cuidadosa y directa de la naturaleza. Además, dos artistas fundamentales, Eugéne Boudin y Johann-Barthold Jongkind, fueron una importante influencia para varios pintores impresionistas, incluyendo a Edouard Manet, quien los consideró como sus principales influencias tempranas.
  • Principales representantes: Camille Pissarro (18301903), Edouard Manet (18321883), Edgar Degas (18341917), Alfred Sisley (18391899), Paul Cézanne (18391906), Claude Monet (18401926), Pierre-Auguste Renoir (18411919), Francesco Filippini (18411870), Berthe Morisot (18411895), Mary Cassatt (18441926), Camilo Monset (18451930), entre otros.
  • Obras pictóricas más representativas: Almuerzo sobre la hierba (1863), de Edouard Manet; Impresión del sol naciente (1872), de Claude Monet; Madame Monet con su hijo (1875), de Claude Monet; El foyer de la danza en la Ópera (1872), de Edgar Degas; La cuna (1872), de Berthe Morisot; Gelée blanche, ancienne route d’Ennery, Pontoise (1873), de Camille Pissarro; Étude – Paysage à Auvers (año 1873), de Paul Cézanne; La Grenouillère (año 1869) y El almuerzo de los remeros (año 1881), de Pierre-Auguste Renoir; Una tarde de domingo en la Isla de la Grande Jatte (año 1884), de Georges Pierre Seurat.

Definición de impresionismo

El impresionismo es una corriente artística que surgió en la segunda mitad del siglo XIX con la intención de plasmar la realidad tal como es percibida visualmente. Para ello, los artistas estudiaron detalladamente la luz y los mecanismos de la percepción del color a través de la óptica, con el fin de representarlos de la manera más fiel posible.

En este sentido, la definición más precisa del impresionismo en la historia del arte, especialmente en la pintura, se relaciona con el intento de capturar la luz y su efecto en los objetos. Los impresionistas se centraron en cómo la luz afectaba lo que se representaba, lo que significa que la iluminación es lo que identifica y distingue la obra de arte impresionista.

Significado etimológico de impresionismo

El adjetivo impresionista para referirse a este movimiento artístico fue acuñado de manera despectiva por Louis Leroy, un dramaturgo, pintor, grabador y crítico de arte francés, quien utilizó este término para referirse al cuadro de Claude Monet Impresión, sol naciente, expuesto en el Salón de Artistas Independientes en París en 1874.

La palabra impresionismo está compuesta por los siguientes elementos:

  • Prefijo in-: significa hacia dentro.
  • Pressus: quiere decir preso o apretado.
  • El sufijo -io: indica acción y efecto.
  • El sufijo -ismo: hace refeferencia a un movimiento, tendencia o doctrina.

A pesar de que el término ha sido empleado en otras corrientes del arte como la música, la literatura, la escultura y la arquitectura, el sentido que enmarca su definición es exclusivo para la pintura, y quizás para la fotografía. Claramente son el color, la luz y las pinceladas lo que más caracteriza el impresionismo, de ahí que surja su estricta reducción a la pintura.

¿Cuándo empezó y cuándo terminó el impresionismo?

Caricatura de unos burgueses ofendidos durante el Salón de París
Caricatura de unos burgueses ofendidos durante el Salón de París, obra de Honoré Daumier (año 1864).

En 1863, varios artistas fueron rechazados para participar en el Salón Oficial de París, uno de los eventos anuales más importantes. Como resultado, Edouard Manet creó el Salón de los Rechazados, donde expuso sus obras Olympia y Almuerzo sobre la hierba, que habían sido excluidas de la bienal mencionada.

Asimismo, otros artistas habían sido también rechazados, tales como Edgar Degas, Claude Monet y Pierre-Auguste Renoir, entre otros. Tales acontecimientos dan inicio a este nuevo auge artístico que rompía con los paradigmas técnicos y estéticos preestablecidos hasta entonces.

Podríamos decir que el fin del impresionismo, aunque no de manera definitiva, se dio hacia 1875 con el inicio del postimpresionismo. Aunque este no es propiamente un movimiento artístico, sino más bien un periodo en el que se desarrollaron diferentes estilos que sucedieron al impresionismo.

Antecedentes del impresionismo

Los antecedentes para cualquier movimiento artístico se desarrollan, en primera instancia, por un entorno social en particular. Es necesario entender qué estaba ocurriendo en el entorno de los artistas para que estos decidieran innovar en las técnicas pictóricas de una u otra manera.

Cambios urbanísticos y demográficos

Los movimientos artísticos siempre han sido influenciados por su contexto histórico y social. En el siglo XIX, la sociedad francesa vivía un auge artístico, pero al mismo tiempo enfrentaba diversas situaciones que retaban las tradiciones. Uno de estos desafíos era el cambio urbanístico, con la demolición de barrios enteros para dar paso a nuevos edificios, a medida que la población crecía de manera exponencial.

La Escuela de Barbizon

La Escuela de Barbizon, por otro lado, también fue uno de los antecedentes más inmediatos del impresionismo. Esta escuela se caracterizó por su alejamiento de la ciudad en crecimiento, buscando refugio en la naturaleza.

Para los artistas de Barbizon, la tecnología y la modernidad no eran las únicas formas de progreso y preferían encontrar inspiración en la observación cuidadosa y directa de la naturaleza.

Esta filosofía influyó en el enfoque del impresionismo en el que se buscaba capturar la naturaleza en su estado más natural y puro, alejándose de la artificialidad y del estilo académico del Salón Oficial de París.

Corot y la observación a la naturaleza

Asimismo, los artistas se identificaron con los ideales de Camille Corot, quien abogaba por la observación directa de la naturaleza y la captura de la atmósfera y de la luz.

Autorretrato de Camille Corot
Autorretrato, obra de Camille Corot (año 1835).

De este modo, se alejaron de los temas religiosos, mitológicos e históricos para enfocarse en los paisajes y la vida cotidiana. La naturaleza se convirtió en la principal fuente de inspiración para estos artistas, quienes exploraron los efectos de la luz natural y los cambios atmosféricos en sus obras.

Descubrimientos tecnológicos: la fotografía

Durante el siglo XIX, la fotografía estaba en pleno auge y se estaba desarrollando rápidamente. Los avances en la óptica permitieron que se capturara con precisión la imagen real proyectada por la luz, y muchos pintores comenzaron a experimentar con esta nueva tecnología.

La llegada de la fotografía tuvo un gran impacto en el mundo del arte, ya que algunos se preguntaban si esta máquina eventualmente reemplazaría a los pintores. De esta manera, la fotografía se convirtió en otro antecedente importante que influyó en la búsqueda de una forma diferente de representar la realidad en la pintura.

Principales características del impresionismo

Los artistas impresionistas se enfocaron en capturar su entorno no como era en sí mismo, sino como parecía ser a través de sus sentidos.

Este enfoque se basaba en la percepción sensorial y en la captura de momentos fugaces e irrepetibles, quizás influenciados por la fotografía. La habilidad de capturar estas impresiones de manera rápida y efectiva era crucial para los artistas, quienes se esforzaban por transmitir la emoción y la esencia de lo que veían en su obra.

La luz como principal interés impresionista

La principal característica distintiva de los artistas impresionistas se encuentra en su profundo interés por la luz y la manera en que ésta interactúa con los objetos, y cómo pueden representar esta interacción en sus obras.

Esta fascinación por la luz y su estudio se encuentra enraizada en el descubrimiento que se estaba produciendo en el campo de la fotografía, donde se estaba demostrando que la percepción de los colores no dependía exclusivamente de los objetos mismos, sino de la forma en que la luz los refleja.

Puesta de sol sobre la nieve
Puesta de sol sobre la nieve, óleo sobre tela de Guillaume Vogels (alrededor del año 1890).

Jamás se había estudiado la luz de esta manera, no al menos en la pintura. En el arte gótico, por ejemplo, la luz era estudiada como un símbolo de la divinidad; e incluso como mero elemento plástico con la finalidad de generar volúmenes y caracteres verosímiles, tal y como sucedía en la época clásica o en el Renacimiento.

Todo artista impresionista tomó la luz como centro de interés para representar sus estudios. La estudiaban como fenómeno, quizás de ahí su gran interés por acoplarse a la naturaleza para desarrollar sus obras, siendo así la manera de estudiar su comportamiento ante los objetos.

Puntos de vista y encuadres novedosos

Los estudios de la luz no estaban determinados simplemente por sí misma, era necesario observar cómo actuaba ante los objetos. Para ello, fue necesaria la exploración de diversos ángulos, encuadres y perspectivas nunca antes desarrolladas en la pintura.

Una vez más, la fotografía se presentaba como una fuente de inspiración, aunque su estética todavía seguía la tradición clásica del Renacimiento. Sin embargo, los impresionistas encontraron en ella una nueva libertad para explorar ángulos y perspectivas que no eran comunes en la pintura tradicional.

Esta exploración de nuevas posibilidades visuales permitió a los impresionistas romper con los encuadres simétricos y optar por ángulos más inesperados e innovadores. Cada escena impresionista es como una fotografía en movimiento, capturando momentos únicos y efímeros a través de una mirada fresca y novedosa.

El dibujo preciso desaparece

Otra de las características de los impresionistas es la eliminación de las líneas definidas para las figuras. Por el contrario, para proyectar volúmenes se centraban en colorear las formas directamente. Sin embargo, algunos pocos, como Edgar Degas o Tolouse-Lautrec, aún mantenían las líneas, pero poco definidas.

Puntos, pinceladas y brochazos

Los impresionistas tuvieron que implementar ciertas técnicas para lograr su objetivo. Las pinceladas directas era una de ellas; de tal modo que sobre el lienzo generaban brochazos o trazos gruesos con el objetivo de superponer los colores. Además, era necesario realizarlo lo más pronto posible para capturar la luz.

Una tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte
Una tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte, obra de Georges Seurat (entre los años 1884 y 1886).

Igualmente, emplearon el uso de la superposición de puntos para generar volúmenes en masa. De hecho, a partir del impresionismo nace el puntillismo, tal y como se puede comprobar en Una tarde de domingo en la Isla de la Grande de Jatte, de Georges Pierre Seurat.

Colores superpuestos

Los impresionistas, influenciados por las teorías ópticas, adoptaron una nueva técnica para mezclar los colores. En vez de utilizar la paleta, ellos los aplicaban directamente en el lienzo.

Para ello, colocaban los colores primarios uno al lado del otro, y la observación de la distancia producía una percepción del color secundario. También podían mezclar los colores directamente, uno sobre otro, según lo requiriera la obra.

Los detalles son abandonados, así como los acabados

Los artistas impresionistas decidieron utilizar técnicas que contrastaban con los estándares del Renacimiento, lo que implicaba dejar de lado ciertos detalles para poder apreciar mejor el conjunto de formas.

A través de estas técnicas, se logra apreciar las texturas y porosidades de los objetos representados, así como los trazos más abiertos y las líneas inconexas.

Pero la percepción de la obra de arte es un juego psicológico en el que el espectador tiene un papel fundamental, ya que su percepción de la obra se delimita en su conjunto, tomando en cuenta las características impresionistas.

Prevalecen los temas casuales

Aquellos temas que se venían trabajando en el arte, como la historia, la religión o la mitología, son dejados atrás. Los impresionistas tomaron temas intrascendentes, considerando que era la manera de representar la idea fundamental más que el objeto en sí mismo.

A pesar de ello, los impresionistas evocan la representación de la realidad tal como es mirada, considerando que el entorno comienza a cambiar.

Los impresionistas no ven ya solo a una Venus, sino a una mujer. Ven la naturaleza y sus cambios, el paisaje industrial con las estaciones de trenes, la gente, el parque, la vida bohemia, las orquestas, las apuestas, las carreras de caballos y las comidas, entre otros.

Lo que se muestra es la excusa para dignificar el arte en sí mismo. El lenguaje plástico se ratifica, siendo los impresionistas los que darían un gran paso a la propia autonomía del arte.

Principales artistas impresionistas

Camille Pissarro (18301903)

Autorretrato de Camille Pissarro
Autorretrato, obra de Camille Pissarro (año 1873).

Fue un pintor franco-danés obsesionado por dejar en evidencia la transformación que ocurre de los objetos según el tipo de iluminación que se refleje en ellos. Gracias a diversos viajes que realizó al Caribe, y al observar los efectos lumínicos especialmente sobre las costas venezolanas, Pissarro pintó sus cuadros como si se tratase de instantes específicos.

No era igual una montaña ante la luz del amanecer que la luz del mediodía, e incluso un clima lluvioso reflejaría luces que generarían un cambio sobre determinado objeto o lugar. En este sentido, capturó una misma realidad pero mirada desde diferentes rostros lumínicos.

Algunas de sus más importantes obras son el Bulevard de Montmartre y Puesta de sol en Éragny, entre otras.

Édouard Manet (18321883)

Manet fue un grabador y pintor francés, siendo reconocido por su gran influencia en el movimiento impresionista. Curiosamente, no fue un artista que se reconoció como impresionista; de hecho, no quiso comprometerse en ninguna de las exposiciones impresionistas realizadas.

Sin embargo, los mismos artistas impresionistas se apropiaron de aquella importancia que Manet le daba a la luz en sus obras, así como sus perspectivas arbitrarias. El artista no solía pintar al aire libre, como sí lo hicieron los artistas impresionistas, aparte de que tampoco eliminó el blanco y negro de sus pinceladas.

Algunas de sus obras más influyentes son La música en las Tullerías (1862), Desayuno sobre la hierba o Almuerzo sobre la hierba de (1863), Olympia (1863) y Un bar del Folies-Bergere (1882), entre otras.

Edgar Degas (18341917)

Autorretrato de Edgar Degas
Autorretrato, obra de Edgar Degas (años 1854 y 1855).

Otro de los artistas fundamentales en el movimiento impresionista fue el francés Edgar Degas, también grabador y escultor. Como uno de los fundadores de este movimiento, se interesó en la innovación de planos que mostraran momentos instantáneos.

Las poses para él no eran importantes, ya que se dedicaba a desarrollar temas relacionados con caballerizas, bailarinas y músicos que implicaban ciertas torsiones corporales que en ese momento no se consideraban elegantes.

Algunas de sus obras más destacadas son La clase de danza o La clase de ballet (1871), Músicos en la orquesta (1872), Bailarina verde (18771879), Mujer en la bañera (1886) y la única escultura que exhibió en 1881: La pequeña bailarina de catorce años.

Alfred Sisley (18391899)

Fue un pintor franco-británico que trabajó como artista impresionista junto a Pissarro, Monet y Renoir. Solía pintar a orillas del Sena, siempre al aire libre, bajo la especialidad casi exclusiva del paisaje. En sus obras reflejaba emotivas escenas a partir de los reflejos en el mar, así como la transparencia y la nieve.

Empleó tonalidades yuxtapuestas a partir de técnicas rápidas con finas pinceladas. Uno de los temas que más trabajó fue el de las inundaciones, especialmente la de Port-Marly.

Algunas de sus obras más emblemáticas son Inundación en Port-Marly (1876), La terraza de Saint-Germain en primavera (1875) y Presa de Molesey – mañana (1875), entre otras.

Claude Monet (18401926)

Claude Monet
Fotografía de Claude Monet (año 1899).

Monet es conocido como el pintor de la luz. Trabajó con Sisley y Renoir en la pintura al aire libre, luego de haberse formado como caricaturista. Una de las cosas a las que más se dedicó fue al estudio de los efectos lumínicos, así como a la transparencia, buscándolos directamente en la naturaleza.

Una de las técnicas adoptadas por el artista fue la de los toques de pincel de forma rápida para evitar que los colores se fundieran en la tela, y de esta manera lograr reflejar la percepción en abundancia. Sin embargo, según fuera el caso en concreto, podía aplicar amplias pinceladas directamente con una pasta grumosa, creando además texturas.

Algunas de sus obras más reconocidas son Impresión del sol naciente (1872), Paisaje en Port-Villez (1883), La calle Montorgueil (1886) o Nenúfares (1899).

Entre diversas series, como la de los acantilados de Étretat, cabe destacar la serie de Los Almiares (18901891), la de La catedral de Ruan (18921895), y su gran serie de Los Nenúfares, entre muchas otras.

Pierre-Auguste Renoir (18411919)

Junto a Pissarro y Monet, Renoir fue uno de los fundadores del impresionismo, en el que se inició como artista. Tuvo gran influencia pictórica por parte de Manet y Courbet, manteniendo como preferencia los temas relacionados con la figura humana sobre la naturaleza paisajista.

Tomaba escenas de la vida cotidiana, no solo las personas, sino la naturaleza muerta. A diferencia de sus compañeros, se interesó en gran medida por la figura femenina, empleando las técnicas típicas del impresionismo: pinceladas largas y sueltas, pequeñas, rápidas y nerviosas, así como yuxtapuestas.

La diferencia peculiar en Renoir era el acabado brillante que le daba a sus piezas, lo que generaba un contraste con respecto a la típica pastosidad de la pintura impresionista.

Algunas de sus obras más representativas son El palco (1876), El baile del Moulin de la Galette (1876), Almuerzo de remeros (1881) y Las grandes bañistas (1884), entre otras.

Obras más representativas del impresionismo

Almuerzo sobre la hierba (1863), de Edouard Manet

Almuerzo sobre la hierba
Almuerzo sobre la hierba, óleo sobre lienzo de Édouard Manet (año 1863).

Almuerzo sobre la hierba fue una de las obras más polémicas, puesto que generó un antes y un después en la historia del arte. A ella se le atribuye, en gran medida, el inicio del impresionismo. La misma participó en el Salón de París del que fue rechazada, causando un gran escándalo ante la sociedad francesa.

Simplemente observando la escena y considerando la época, podemos entender que es sorprendente ver a una mujer desnuda en una especie de bosque frente a dos hombres vestidos, en medio de un picnic burgués, retratados en un lienzo de gran tamaño.

La modelo de la obra nos mira fijamente (un acto enteramente provocador). En el borde superior central se atisba un pájaro (el cual solía representar al espíritu santo en la pintura religiosa tradicional), mientras que al fondo aparece una mujer medio vestida y reclinada en el río. Hay más detalles, como la ropa tirada en el suelo y un fondo carente de profundidad.

Sin embargo, no fue el único artista rechazado del Salón de París en 1863, también artistas como Pissarro, Cézanne y Whistler lo fueron, entre otros.

Esta es la raíz de donde surge el Salón de los Rechazados, el origen del impresionismo, siendo este cuadro la estrella del evento. De esta manera, se la considera una obra preimpresionista que influenció a las innovaciones que estaban surgiendo.

Impresión, sol naciente (1872), de Claude Monet

Impresión, sol naciente
Impresión, sol naciente, óleo sobre lienzo de Claude Monet (año 1872).

A partir del rechazo a tantos artistas en el Salón de París, una revolución artística comenzó a surgir. Impresión del sol naciente es una muestra de este principio, pues no solo ayudó a darle nombre a este movimiento que venía desarrollándose, sino que se alejó de los convencionalismos académicos para expresar una nueva manera de ver el mundo.

Fueron más de 3500 personas las que asistieron a este nuevo evento cultural. Hubo muchas sorpresas, con críticas positivas y, cómo no, negativas, especialmente la de Louis Leroy. Al mirar este cuadro, este pintor lo llamó de forma despectiva Impresión, lo que le dio a los artistas la idea de un nombre inaugural.

En efecto, hubo una ruptura especialmente técnica en la representación de este paisaje, pues las pinceladas son libres, directas y rápidas. Aparentemente se trataba de una composición espontánea, fortuita, de un momento específico: un atardecer. Supuso tanta modernidad que muchos artistas jóvenes le seguirían.

La pequeña bailarina de catorce años (1881), de Edgar Degas

La pequeña bailarina de catorce años
La pequeña bailarina de catorce años, escultura de Edgar Degas (año 1881).

A pesar de que muchas otras obras pictóricas de Degas fueron y siguen siendo influyentes en el arte impresionista, la La pequeña bailarina de catorce años merece destacarse porque tiene consigo una historia que vale la pena conocer. No es un secreto que para este artista uno de los temas más recurrentes no solo eran las figuras humanas en escenas fortuitas, sino las bailarinas.

De todas las esculturas que realizó, la única que fue expuesta fue esta, en 1881, en una exposición impresionista. Se trataba de una escultura de casi tamaño real a la que sus críticos descalificaban por su fealdad.

Fueron múltiples las obras escultóricas que el artista realizó, todas ocultas sin haberse fundido en bronce, sino dejadas en cera. Más tarde, después de su muerte, serían descubiertas al menos 150 de ellas, realizadas en cera, algunas perfectas, otras en un muy mal estado de conservación.

Actualmente son muchas las copias que se han vaciado en bronce de esta escultura, distribuida en diversos museos del mundo. Es, además, ícono de la escultura moderna.

Referencias
  • Calvo Santos, Miguel. “Bailarina de 14 años. En vez de pintar a sus adoradas bailarinas, Degas, que se estaba quedando ciego, se puso a esculpirlas”. Historia – Arte. Comentario posteado el 9 de febrero de 2016 (consultado el 13 de julio de 2021).
  • Calvo Santos, Miguel. “El cuadro que dio nombre al Impresionismo. ‘Impresión, sol naciente’ inauguró el nuevo movimiento, yo por extensión el arte moderno”. Historia – Arte. Comentario posteado el 7 de agosto de 2015 (consultado el 13 de julio de 2021).
  • Calzado, Francisco J. “El impresionismo”. Francisco J. Calzado.
  • Imaginario, Andrea. “Impresionismo: características, obras y artistas más importantes”. Cultura Genial. Comentario posteado el 6 de enero de 2021 (consultado el 12 de julio de 2021).
  • Imaginario, Andrea. “Significado de Impresionismo”. Significados. Comentario posteado el 24 de mayo de 2019 (consultado el 12 de julio de 2021).
  • Impresionismo. Wikipedia.
  • Luz Jorquera, María. “El impresionismo”. Historia del Arte. Comentario posteado el 2 de abril de 2014 (consultado el 12 de julio de 2021).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *