Iglesia católica

La Iglesia católica es la Iglesia cristiana con mayor número de fieles alrededor del mundo. En 2018, con una población mundial de 7.750 millones de personas, el número de católicos bautizados era de 1.329 millones, lo que equivaldría al 17,15% de la población total.

El origen de esta Iglesia se remonta a tiempos de Jesús de Nazaret y, según sus fieles, fue fundada por el mismo Jesucristo. Conoce, a continuación, la historia de la Iglesia que ha prevalecido por más de dos mil años.

Definición de Iglesia católica

La Iglesia católica, fundada en el siglo I d. C. por el mismísimo Jesús de Nazaret, está conformada por 24 Iglesias, siendo estas las 23 Iglesias orientales y la Iglesia latina.

Todas y cada una de las 24 Iglesias reconocen la primacía universal del obispo de Roma, es decir, el papa o sumo pontífice, y, por tanto, se encuentran en comunión con el santo padre.

¿Quién fundó a la Iglesia católica?

La Iglesia católica fue fundada por Jesús de Nazaret, hijo de Dios y, al mismo tiempo, Dios mismo, siendo este el mismo que se reveló a Abraham, el gran patriarca de judíos, cristianos e islamistas por igual.

Mosaico de Jesucristo, el fundador de la Iglesia católica.
Mosaico de Jesucristo, el fundador de la Iglesia católica.

La Iglesia católica basa su dogma sobre su fundación y origen en el siguiente pasaje bíblico del Evangelio según san Mateo:

Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer.

—Mt 16,18.

De esta manera, la Iglesia católica sostiene que ha sido fundada por Cristo y que, además, esta fue encomendada al apóstol Pedro. De ahí el porqué de la autoridad religiosa que recae sobre el obispo de Roma, el papa o sumo pontífice, quien es considerado el sucesor del apóstol Pedro, quien fuese el primer papa.

¿Quién es la máxima autoridad de la Iglesia católica?

El obispo de Roma, mejor conocido como papa o sumo pontífice, es la máxima autoridad de la Iglesia católica.

¿Cuántos papas ha habido en toda la historia de la Iglesia católica?

Desde el apóstol Pedro, quien fuese el primer papa, hasta Francisco, el papa actual, ha habido 266 papas.

¿Dónde reside el papa?

El papa reside en la sede papal o Santa Sede, ubicada en la Ciudad del Vaticano, el país soberano más pequeño del mundo, cuya geografía es única, pues este se encuentra enclavado en Italia.

¿Cuántas personas profesan la fe cristiana católica en el mundo?

Según la publicación del Anuario Pontificio y el Anuario Estadístico de la Iglesia del 25 de marzo de 2020, a finales de 2018 el número de católicos bautizados en el mundo era de 1.329 millones de personas, lo que se traduce en un 17,15% de la población mundial.

Significado de Iglesia católica

El término Iglesia Católica está formado por dos palabras, por lo que su significado etimológico debe ser analizado por separado; por un lado, la palabra Iglesia y, por otro, el término católico.

Significado de Iglesia (etimología)

El término Iglesia posee su raíz etimológica en el latín ecclesĭa y este, a su vez, procede de la voz griega ἐκκλησία, transliterada como ekklēsía, siendo su significado asamblea. Cabe destacar que la voz griega ἐκκλησία procede del verbo ἐk-kαλεῖν, que significa llamar fuera.

Interior de una Iglesia católica
La palabra iglesia proviene del latín y del griego, siendo su significado el de asamblea.

A pesar de que el significado etimológico del término Iglesia es único, dicho término presentó múltiples significados en la antigüedad, lo cual se puede comprobar en distintos pasajes bíblicos del Antiguo y del Nuevo Testamento: Sal. 22, 22; Mt. 16, 18; Hch. 19,32.

En caso de querer profundizar más acerca del significado etimológico del término Iglesia, visite el siguiente artículo: Iglesia.

Significado de católico (etimología)

El término católica o católico posee su raíz etimológica en el latín tardío catholĭcus, y este, a su vez, proviene del griego καθολικός, transliterado como katholikós, cuyo significado es universal.

Historia de la Iglesia católica

Origen de la Iglesia católica

El origen de la Iglesia católica se remonta al siglo I d. C., siendo el mismismo Jesucristo su fundador, lo cual queda datado en el capítulo 16, versículo 18 del Evangelio según san Mateo.

Tiempo después de la crucifixión de Jesucristo y el Pentecostés, los apóstoles se pondrían en marcha en compañía de los seguidores de Jesús (según el libro de los Hechos de los Apóstoles del Nuevo Testamento) para comenzar a estructurar la nueva Iglesia de Cristo.

La Iglesia católica antes de Constantino I

En el siglo II d. C, la Iglesia católica ya poseía una estructura jerárquica de tres grados:

  1. En primer lugar, los obispos, ocupando el obispo de Roma una posición jerárquica especial por ser el sucesor de san Pedro.
  2. En segundo lugar, los presbíteros o sacerdotes.
  3. Finalmente, los diáconos.

Hay que tener en cuenta que incluso ya se autodenominaban Iglesia católica (ἡ καθολική ἐκκλησία). Todo esto se puede comprobar en una carta escrita en el siglo II d. C. por Ignacio de Antioquía (considerado padre de la Iglesia) a los de Esmirna, específicamente en el capítulo 8.

Si bien en el siglo II d. C. la Iglesia Católica ya ostentaba una fuerte estructura jerárquica y se había expandido por gran parte del mundo antiguo, su práctica aún era condenada y sus seguidores perseguidos por el Imperio romano. No sería hasta el Edicto de Milán, en el año 313 d. C., cuando el emperador romano Constantino el Grande dio libertad de culto a toda religión.

La Iglesia católica después de Constantino I

La persecución de los cristianos vio su final con el mencionado Edicto de Milán. No obstante, con su promulgación la Iglesia católica aún no pasaría a ser religión oficial del Imperio romano, pues no sería hasta el 27 de febrero del año 380 d. C. cuando Teodosio I el Grande, a través del Edicto de Tesalónica, haría del cristianismo la religión oficial del Imperio romano.

La Iglesia católica en la Edad Media

Durante la Alta Edad Media, la Iglesia católica se expandió por gran parte del mundo antiguo, es decir, Europa Occidental, Oriente Próximo y el norte de África, todo ello gracias a las misiones y monasterios.

No obstante, la aparición del islam, y su rápida distribución por Oriente Próximo y su asentamiento en al-Ándalus, frenó en gran medida el crecimiento de la población cristiana.

Aunado a lo antes expuesto, en el año 1054 d. C. la Iglesia católica sufriría una división entre varias de las Iglesias que la componían, en el hecho conocido como el Gran Cisma de Oriente y Occidente. De dicha división surgiría la Iglesia ortodoxa.

Jesucristo en la cruz
La Iglesia católica vivió una época de separación debido al Gran Cisma de Oriente y Occidente.

Durante la Plena Edad Media y la Baja Edad Media, la Iglesia católica se vería involucrada en numerosos conflictos políticos y bélicos, de los cuales surgirían múltiples guerras religiosas, siendo quizás las más conocidas, en el ámbito bélico, las cruzadas y, en el ámbito sociopolítico, la Inquisición.

La Iglesia católica en la Edad Moderna

Con el descubrimiento de América gracias a los viajes de Cristóbal Colón y la aparición de la imprenta, así como también el surgimiento del protestantismo en 1517 y la Contrarreforma en respuesta a Martín Lutero, la Iglesia enfrentaría un proceso de tensiones y crisis interna.

Esto se vería corroborado en el rápido crecimiento de población protestante en Europa y su derrota en 10 de las 18 guerras libradas en contra de los protestantes durante la Edad Moderna.

La Iglesia católica en la Edad Contemporánea

La Revolución francesa (que marcó el inicio de la Edad Contemporánea), el Terror de Robespierre, el Imperio napoleónico, así como también las guerras napoleónicas, traerían como consecuencia el declive del poder político y social de la Iglesia católica.

Esto produjo su pérdida de influencia y su empobrecimiento, auspiciado en primera instancia por la expropiación de gran parte de sus bienes, tanto por los revolucionarios franceses como por el mismísimo Napoleón Bonaparte.

En junio de 1815, tras la caída de Napoleón, la Iglesia recuperaría en el Congreso de Viena su soberanía sobre los Estados Pontificios. No obstante, Italia, y su deseo ferviente de unificación nacional, se opondrían a la soberanía de la Iglesia católica sobre los Estados Pontificios. Finalmente, estos llegarían a su fin con la toma de Roma, el 20 de septiembre de 1870.

A partir de ese momento surgiría una disputa entre el papa e Italia, conocida como la cuestión romana, que llegó a su fin con los pactos de Letrán en 1929.

En dicho acuerdo, la Iglesia Católica renunciaba a la soberanía de los Estados Pontificios a cambio de que se reconociese la soberanía absoluta de la Santa Sede. De esta manera, surgiría el Estado de la Ciudad del Vaticano, el país más pequeño del mundo.

Características de la Iglesia católica

Unidad

La unidad es el primero de los cuatro atributos de la Iglesia católica según el Catecismo de la Iglesia católica y, por tanto, su característica más esencial. Dado que fue Jesucristo, quien también es Dios, el fundador de la Iglesia católica, esta es una como Dios es uno.

Si bien la Iglesia católica está conformada por la Iglesia latina y 23 Iglesias orientales, todas estas se encuentran en comunión, siendo partes del mismo cuerpo, que es Cristo como fundador.

Santidad

La santidad es el segundo de los cuatro atributos de la Iglesia católica. Dado que Jesucristo es su fundador y Este siendo Dios es santo, la Iglesia también lo es.

Si bien sus fieles cometen faltas y pecados, la Iglesia conserva su santidad gracias a la acción santificadora de Dios y a los fieles que alcanzan el grado de santidad.

Universalidad

La universalidad o catolicidad es el tercero de los cuatro atributos de la Iglesia católica. Dado que Jesucristo no vino a salvar a unos pocos sino a todos, la Iglesia católica está llamada a llevar la Buena Nueva, es decir, la alegría de que Cristo ha venido y ha resucitado, a todos los confines de la Tierra.

Apostolicidad

La apostolicidad es el último de los atributos de la Iglesia católica. Dado que la Iglesia fue fundada por Jesucristo y encomendada a Pedro y los demás apóstoles, toda su jerarquía —episcopado, presbiterado diaconado—, derivada de Pedro y de la Iglesia primitiva, conserva la autoridad dada por Cristo a los primeros apóstoles.

Sistema jerárquico

El clero de la Iglesia católica posee un sistema jerárquico ascendente, basado en los tres grados del sacramento del orden sacerdotal, esto es, el episcopado, el presbiterado y el diaconado. La jerarquía del clero, del más alto grado al menor, es la siguiente:

  1. Papa o sumo pontífice.
  2. Cardenal.
  3. Patriarca (caso especial).
  4. Primado.
  5. Arzobispo.
  6. Obispo.
  7. Presbítero o sacerdote.
  8. Diácono.
Celebración de una misa en la catedral de Notre Dame.
Dentro de la Iglesia católica existen diversas jerarquías.

Preceptos

La Iglesia católica establece ciertos preceptos o mandatos a todos sus fieles, estos son los siguientes:

  • Participar de la misa y abstenerse de trabajar los domingos y las fiestas de guardar.
  • Confesar los pecados al menos una vez al año.
  • Comulgar al menos una vez al año, en Pascua.
  • Ayunar en días determinados.

Sacramentos

Los sacramentos son gracias o regalos dados por Dios mismo a través del clero de la Iglesia católica, pues son sus miembros los únicos con la capacidad de administrarlos. En total, son siete:

  • Bautismo: es el sacramento mediante el cual se incorpora a un ser humano a la vida cristiana, pudiendo ser administrado por cualquier miembro del clero de la Iglesia católica.
  • Confirmación: este sacramento sólo puede ser otorgado por obispos o miembros del clero de mayor jerarquía a estos. El sacramento de la confirmación reafirma la fe en Cristo.
  • Eucaristía: sacramento instituido por Cristo en la última cena. La eucaristía es administrada a través de la hostia consagrada, la cual es el cuerpo mismo de Cristo. Su consumo mantiene en comunión a todos los miembros de la Iglesia con Cristo.
  • Penitencia: es el sacramento mediante el cual los pecados son perdonados. Cristo actúa a través del sacerdote para otorgar el perdón de los pecados a quien decide acudir a este sacramento.
  • Unción de los enfermos: sacramento que tiene como finalidad la sanación espiritual de los enfermos para que así puedan alcanzar la gracia de ir al Cielo en caso de morir.
  • Orden sacerdotal: sacramento mediante el cual un fiel es convertido en parte del clero de la Iglesia católica, ya sea como diácono, presbítero u obispo.
  • Matrimonio: sacramento mediante el cual se otorga la bendición de Dios a la santa unión entre un hombre y una mujer.

Toma de decisiones

En caso de que se deba tomar una decisión sobre algún dogma y/o lineamiento moral de la Iglesia, se convoca a un concilio ecuménico (una asamblea en la que todos los obispos del mundo se reúnen).

En dicha asamblea participa el obispo de Roma, que es también el papa y máxima autoridad de la Iglesia católica, siendo la asamblea presidida por él mismo.

Referencias:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *