Si hay algo que caracteriza a la era informática, que, de facto, ha surgido desde finales del siglo XX y que ha crecido exponencialmente desde inicios del siglo XIX hasta la actualidad, eso es, sin duda alguna, la invención del teléfono.
Conoce, a continuación, la historia del invento que cambió radicalmente la vida de la especie humana.
Definición del teléfono
Como tal, un teléfono es un dispositivo de telecomunicación que permite a su usuario trasmitir señales acústicas a grandes distancias a través de señales eléctricas o, en el caso de los teléfonos móviles, por medio de ondas electromagnéticas.
Significado de teléfono
El término teléfono encuentra su raíz etimológica en las raíces griegas τηλε (têle), que significa lejos, y φωνος (phoné), que quiere decir sonido, voz o capacidad de habla. Con fundamento en lo antes planteado, el significado de teléfono es el siguiente:
Aparato diseñado para trasmitir y recibir sonidos por medio de señales eléctricas a distancia.
¿Quién inventó el teléfono?
El inventor del teléfono fue Antonio Meucci.
¿Cuándo se inventó el teléfono?
El primer prototipo de teléfono —cuyo nombre no era teléfono sino telettrófoni— fue creado en el año 1854.
Historia de la invención del teléfono
La vida de Antonio Meucci antes de llegar a los Estados Unidos
Antonio Meucci, quien fuese el primero en crear un prototipo de teléfono funcional, estudió ingeniería química e ingeniería industrial en la Academia de Bellas Artes de Florencia, lugar en el que recibió formación en distintas artes plásticas (pintura, escultura, etc.).
El 7 de agosto de 1834, Antonio Meucci contrajo nupcias con Ester Mochi, personaje que, tiempo después, sería la inspiración para la creación del telettrófoni (el primer prototipo del teléfono).
La alegría de Ester y Antonio duraría poco, pues, en el marco de la Unificación italiana, este último sería acusado de haber participado en pro de los movimientos nacionalistas, especialmente de haber conspirado con la sociedad secreta de los carbonarios (motivo por el cual fue encarcelado tres meses).
Tras salir de prisión, Meucci y su esposa dejarían Europa para emigrar hacia el continente americano, parando primero en Cuba y, después, viajando hacia los Estados Unidos.
Desde 1839 hasta el momento de su muerte en 1889, Meucci viviría en este último país y jamás regresaría a Italia.
Antonio Meucci crea el telettrófoni
En el año 1854, Antonio Meucci, encontrando como fuente de inspiración principal a su esposa (a quien un terrible reumatismo avanzado había dejado postrada en cama), inventó el telettrófoni.
Este aparato le permitía comunicarse con su esposa, que se encontraba en su dormitorio en el segundo piso, mientras que él estaba en su oficina, ubicada en la planta baja de su casa.
Viendo el potencial de su invento, Antonio Meucci se planteó patentarlo como suyo. Sin embargo, no era un hombre adinerado.
Así pues, luego de haber analizado la situación, Meucci prefirió patentar otros inventos suyos, los cuales él, inocentemente, creyó que serían mucho más redituables.
Uno de dichos inventos fue el uso de la parafina en lugar de grasa animal durante el proceso de fabricación de velas.
Seis años después, en 1860, Antonio Meucci hizo público su invento, el telettrófoni. Para ello, mostró al público cómo su aparato podía trasmitir la voz de una cantante desde una larga distancia.
Contrario a lo que pueda parecer, su invención no sería bien recibida por el público. Sin embargo, a nivel industrial y mediático, el telettrófoni de Meucci había causado mucho revuelo.
Consciente de que alguien podía robárselo, intentó patentar su invento. Sin embargo, el costo que debía pagar para ello, que era de 250 dólares de la época, se escapaba de sus posibilidades.
Por tanto, tuvo que conformarse con adquirir patentes temporales para su invento, las cuales, si bien eran mucho más baratas, debía renovar año tras año.
Alexander Graham Bell patenta el teléfono
Meucci, quien estaba empeñado en demostrar el inmenso valor y potencial de su invento, ofreció una demostración del mismo a Edward B. Grant, quien fuese el vicepresidente de una filial de la Western Union Telegraph Company.
Sin embargo, Grant ni reconocería el potencial del telettrófoni de Meucci ni tampoco devolvería el material que este último le había suministrado, excusándose en que lo había extraviado.
Para el año 1876, el inglés Alexander Graham Bell registró una patente que, si bien no describía al teléfono, lo mencionaba como tal. Aquella acción haría que Meucci tomará acciones legales en contra de Bell.
A partir de ese momento, Meucci pasaría los últimos trece años de su vida intentando demostrar, infructuosamente, que había sido él el verdadero inventor del teléfono.
Durante estos años de lucha legal, Meucci descubriría que toda la documentación legal referente a su telettrófoni o telégrafo parlante se había perdido y que, además, existía un acuerdo entre Alexander Bell y Western Union por el cual el inglés pagaría un 20 % de los beneficios obtenidos de la comercialización del teléfono durante 17 años.
En el ocaso de su vida, Meucci lograría obtener el beneplácito del gobierno de los Estados Unidos, especialmente del secretario de Estado estadounidense quien, en 1886, aseguró que existían suficientes pruebas como para otorgar a Meucci la invención del teléfono.
Finalmente, el gobierno de los Estados Unidos inició acciones legales por fraude en contra del inglés Alexander Bell. No obstante, dicho proceso duraría pocos años, pues terminaría abruptamente debido a la muerte de Antonio Meucci en 1889.
El reconocimiento post mortem de Meucci como inventor oficial del teléfono
El 11 de junio de 2002, 113 años después de la muerte de Antonio Meucci, el Boletín Oficial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos reconoció oficialmente a Antonio Meucci como el inventor del teléfono a través de la publicación de la Resolución n.º 269.
Además, se estableció el año 1860 como la fecha oficial de la publicación de dicho invento.
Importancia del teléfono
Hoy día, el teléfono juega un papel cuasi fundamental en la vida de los seres humanos, siendo, en ocasiones, la diferencia entre el éxito y el fracaso de un joven emprendedor, la diferencia entre la vida y la muerte de quien se encuentra en una situación de emergencia o, incluso, la diferencia entre la existencia o no existencia de una familia.
El telégrafo parlante de Meucci, luego de transitar un largo camino evolutivo, se convertiría en el actual teléfono móvil inteligente, aparato que bien podría ser considerado el elemento más caracteristico de las primeras décadas del siglo XXI debido a su enorme utilidad, la producción masiva del mismo y, por supuesto, el enorme mercado que gira en torno a su fabricación.
Actualmente, los teléfonos inteligentes están diseñados para ser una especie de tabula rasa —con unas determinadas funciones predeterminadas— en la que sus usuarios añadirán tantas aplicaciones y funciones como su creatividad, y la capacidad del teléfono per se, les permita.
Dicha característica, junto a su fácil traslado, convierte a los teléfonos en aparatos cuasi imprescindibles para cualquier ser humano actual.
Referencias:
Para los que busquen la fecha de publicacion es 2021
En efecto, el artículo se publicó por primera vez el 12 de marzo de 2021, siendo su última revisión el 23 de mayo de 2021. ¡Un saludo!