Desde tiempos muy remotos, el ser humano ha soñado con la idea de poder volar, de poder surcar los cielos de la misma forma en la que las aves lo hacen.
Sin duda, fue una de las principales ambiciones de las personas desde la antigüedad y un proceso en el que se realizaron varios intentos y se diseñaron varias máquinas con el fin de lograr este objetivo.
Sin embargo, estos intentos no fueron fructíferos hasta que en el siglo XVIII finalmente fue inventado algo capaz de volar y transportar a las personas: el globo aerostático.
Desde su aparición, estas naves han evolucionado con el transcurso de los años, mejorando su diseño y capacidad.
Definición de globo aerostático
Un globo aerostático es un artefacto utilizado para la navegación aérea que consiste en una barquilla en la que van los pasajeros o la carga y que a su vez va colgada de una bolsa hecha con material ligero e impermeable. Esta última se eleva tras llenarla de gas de menor densidad que el aire.
¿Quién inventó el globo aerostático?
Fue inventado por Joseph-Michel Montgolfier y Jacques-Étienne Montgolfier. Este par de hermanos eran hijos de un fabricante de papel y, de niños, mientras jugaban con bolsas de papel invertidas sobre el fuego, notaron que estas se elevaban por sí solas hasta alcanzar el techo.
Esto llamó su atención y durante los años siguientes siguieron investigando este fenómeno hasta elaborar diseños adecuados para de esta manera alcanzar su objetivo.
¿Cuándo se inventó el globo aerostático?
Este fue inventado en un periodo de tiempo continuo en el que los hermanos Montgolfier desarrollaron su invento durante varios años.
Sin embargo, sí podemos decir que el primer vuelo oficial se realizó el 4 de junio de 1783 en la ciudad francesa de Annonay, donde los hermanos pudieron elevar su invento.
Meses después, el 19 de septiembre de 1783, se llevó a cabo el primer vuelo tripulado en Versalles frente al rey Luis XVI, en el que un gallo, una oveja y un pato fueron sus tripulantes.
Significado de globo aerostático y origen del nombre
Etimológicamente, en español la palabra globo proviene del latín globus, que designa una aglomeración o masa de cualquier naturaleza, mientras que aerostático viene del griego aer, que significa aire, statos (quieto o preparado) y el sufijo -ico (relacionado con).
Originalmente, en Francia este invento se conoció como montgolfière (en referencia al apellido de los mencionados hermanos). No obstante, por la forma del objeto prevaleció el término ballon (globo) junto a la palabra aérostat (aerostato), es decir, una aeronave compuesta por recipientes de gas que permiten su elevación.
Antecedentes del globo aerostático
El interés del hombre en volar siempre ha sido una pasión constante, pues se han realizado varios intentos en imitar el vuelo de las aves, tal y como hizo Abbás Ibn Firnás, quien en el siglo IX construyó un planeador con el que exitosamente logró descender con poco daño.
El principio que hace funcionar un globo había sido desarrollado en la antigua China. Así, las linternas volantes eran conocidas como linternas de Kong Ming, las cuales se elevan al calentar una llama el interior de la linterna.
En el año 1707, el sacerdote brasileño Bartolomeu Lourenço de Gusmão diseñó una máquina que fue conocida como Passarola, la cual era similar a un barco. Se trataba de un aerostato con el que logró elevarse con aire caliente.
Sin embargo, este vuelo solo se realizó una vez y se desconocen las características reales de la máquina.
Historia del globo aerostático
En el año 1776, el científico británico Henry Cavendish publicó sus trabajos sobre el descubrimiento del hidrógeno, ante los cuales el científico escocés Joseph Black manifestó que un globo inflado con hidrógeno podría elevarse sobre el aire.
Joseph-Michel Montgolfier y Jacques-Étienne Montgolfier notaron cómo los globos de papel se elevaban debido al aire caliente, ya que este es menos denso. Ello aumentó su interés en la aeronáutica, y en 1782 comenzaron a realizar sus primeros experimentos.
Estos fantaseaban con crear una máquina voladora capaz de realizar asaltos militares sobre el aire, para lo que utilizaron tafetán (un tejido de seda) emulando la forma de un globo, que amarraron a una caja en la que prendieron un papel cuyo humo permitió que el globo se elevara hasta el techo.
Los hermanos pensaron que el humo era la parte flotante y que dentro había una especie de gas especial. El 14 de diciembre de 1782 realizaron su primer vuelo de prueba a campo abierto, en el cual el globo sin tripulación se desplazó 2 kilómetros antes de descender.
El vuelo público del 4 de junio de 1783 los hizo famosos entre la comunidad y su historia llegó hasta el rey de Francia, ante quien dieron un vuelo el 19 de septiembre de 1783 en un globo tripulado por un gallo, una oveja y un pato.
Un mes después, en octubre, se realizó el primer vuelo tripulado por humanos, en concreto por el profesor Jean-François Pilâtre de Rozier y dos acompañantes. Lamentablemente, este profesor y otro acompañante murieron en 1785 en un intento de cruzar el Canal de la Mancha.
La popularidad de este novedoso dispositivo se expandió por el continente. Los distintos reinos crearon sus primeros modelos y, en 1794, fue usado con fines militares (observación) por los franceses en la batalla de Fleurus, obteniendo la victoria.
Durante el siglo XIX siguió siendo usando con fines de reconocimiento e incluso fueron lanzados explosivos desde su interior (los primeros ataques aéreos registrados).
En medio de la Primera Guerra Mundial y de la Segunda Guerra Mundial, continuó su importancia en el área de observación para controlar los movimientos enemigos.
En 1947, al comienzo de la Guerra Fría, Estados Unidos desarrolló el proyecto Mogul, cuyo fin era diseñar globos que alcanzasen enormes alturas para espiar a los soviéticos.
Cabe aclarar que, en todos estos años, los globos usaban principalmente hidrógeno y helio, por lo que eran costosos pero efectivos.
En los años 60, el estadounidense Paul Edward Yost crea los globos aerostáticos modernos al utilizar gas propano para elevarse, retomando la idea original de los hermanos Montgolfier de elevarse con humo. Esto facilitó su uso civil y se empezó a emplear en todo el mundo.
En marzo de 1999, el suizo Bertrand Piccard y el británico Brian Jones lograron dar la vuelta al mundo utilizando un globo aerostático por primera vez.
Importancia de los globos aerostáticos
Desde su aparición, el globo aerostático ha servido en distintas áreas. Primeramente, hay que decir que cumplió la meta del hombre de poder surcar los cielos tras siglos de intentos y proveyó de un método de transporte aéreo.
El globo comenzó utilizándose como instrumento de observación con fines militares, función que a día de hoy sigue cumpliendo.
También para el clima es muy importante, pues posee un fin meteorológico, ya que permite medir la presión atmosférica, la temperatura y la humedad al elevarse hacia la atmósfera.
La relevancia de estos globos para la economía es que son ampliamente utilizados con fines publicitarios, al escribirse mensajes en el globo, mientras que su uso incentiva el turismo en muchos lugares, ya sean personas que quieren observarlos o pasear en ellos, como en el caso de la región de Capadocia (Turquía).
Estos globos también tienen fines deportivos, pues en muchos lugares del mundo se organizan carreras de globos aerostáticos, una actividad cada vez más con mayor popularidad.
Referencias: